Mondstadt, la nación de la libertad

146 12 0
                                    

Ambos se encontraban caminando en silencio, la chica no era de hablar a menos que sea necesario, al igual que su acompañante, la noche se hacía presente y aún les faltaba recorrer un buen tramo para llegar a la nación de la libertad

-creo que buscaremos un lugar en donde pasar la noche

-llevamos caminando horas, no parece haber señales de personas por aquí, lo único qué hay es solo árboles y jabalíes

-pues nos toco acampar- el hombre paró su caminar y empezó a armar un fuerte para que al menos descansaran un momento

-si quieres puedo vigilar, tu necesitas descansar- exclamo la rubia

-¿y qué hay de ti? no has comido nada desde que empezamos el viaje- el hombre se dirigió a un árbol de manzana y arranco una y se la extendió a Lumine- ten, aunque sea come una- la chica acepto y se sentó a un lado de el, dejando una distancia; el hombre prendió una fogata, no se había percatado pero la noche había hecho presencia, instintivamente miro a la chica de reojo, observo muy bien sus rasgos, sus ojos ámbar, esas pestañas largar, su piel pálida y brillosa, sus mejillas rosadas y una nariz fina que si observabas fijamente, tenía unas cuantas pecas, sus labios rosados y algo carnosos, realmente era una chica hermosa, pensó; pero no se percató que aquella chica ahora lo miraba a él, por lo que rápidamente desvió la mirada

-las estrellas son hermosas, ¿no?

-si,es una noche tranquila

-¿y tu no comerás algo?- le dijo la chica ahora extendiéndole una manzana el cual tomo sin decir nada, se sentía avergonzado por mirar a la chica, no sabía si ella se dio cuenta que la miro por mucho tiempo, no era nada malo, pero a él le avergonzaba y mientras él vagaba en sus pensamientos la chica lo miro de reojo, tenía el pelo rubio, los mechones delanteros eran algo largos, sus pestañas eran un tanto largas pero caídas, sus labios rosados y algo finos, nariz respingada, sus ojos azules, que emitían un brillo hermoso, un rostro definido, era un tipo apuesto, pensó ella y esta se levantó de repente

-cuando termines de comer descansa un rato, aún tengo energía- se sentó a unos cuantos metros de el

-no me parece justo pero

-entonces hagamos turnos, al cabo de 5 horas te hablo- le dijo sin dejarlo terminar de hablar

-de acuerdo- se acosto algo inseguro y dándole la espalda a la chica, por alguna razón se sentía extraño, no estaba acostumbrado a tener un compañero de viaje y menos del sexo opuesto. El chico rápidamente cayó en un sueño profundo, mientras la viajera miraba con atención las estrellas, mientras soltaba algunas lágrimas, la angustia de no saber donde se encontraba su gemelo la tenía preocupada, ¿que tal y si le pasó algo? no quería pensar en tragedias pero era inevitable pensar ese tipo de cosas. La chica sin darse cuenta se empezó a quedar dormida y así pasó gran parte de la noche...

-Lumine- le dijo una voz susurrante, mientras le tocaba el hombro, la chica aún no distinguía bien y vio una cabellera rubia

-Aether- dijo susurrando y estirando la mano mientras la posicionaba en la mejilla del chico

-Lumine soy yo- al enfocar bien se dio cuenta que era su compañero

-Disculpa- quito rápidamente su mano y se paro y comenzó a observar el lugar- por dios es de día- dijo mientras hacía un puchero con la boca- perdón, creo que me dormí

-no importa, al menos no oso nada- dijo su compañero con un tono despreocupado- ten- le dio la espada de la chica y comenzó a caminar, ella lo siguió, ambos en silencio, algo incomodo, así estuvieron ambos hasta llegar por fin a Mondstadt. La chica se vio maravillada al ver la ciudad llena de gente por doquier

-wow, la gente aquí tiene mucha energía- dijo Lumine esbozando una sonrisa a lo cual Dainsleif la miro e inconscientemente de formo una curvatura en sus labios

-no te alejes y pasemos desapercibidos- le dijo para que ambos se adentrasen a la ciudad de la libertad. Al entrar se percataron que el lugar se encontraba decorado con flores, tal como si hubiesen llegado en una festividad

-¿llegamos en una fecha especial?

-tal parece que si- contesto y siguió caminando, mientras la chica que iba detrás se detenía a ver cada cosa decorada

"que el arconte anemo los proteja"

escucho la chica, no sabía a qué se refería pero preguntaría más tarde.

D I V I N I D A D (Dainsleif and Lumine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora