D I V I N I D A D (Dainsleif and Lumine)

Pensamientos

ambos se encontraban en silencio después de aquella pequeña interacción, la chica se encontraba nerviosa y el confundido después de aquel sueño, algo era distinto, la tensión entre ellos había cambiado drásticamente, pero esa tensión se perdería pues un bardo peculiar acababa de entrar y llamar la atención de ambos, más el de aquel hombre rubio

-buenas tardes- saludo e hizo un ademán con las manos y se sentó lejos de ellos para proceder a beber

Lumine se sentía inquieta por alguna razón, tal vez por la manera en la que el rubio centró su mirada en aquel bardo; una mirada fría y sin confianza; mientras tanto Dainsleif no dejaba de mirar a aquel bardo, cosa que este noto y se acercó a la mesa de ambos rubios

-su mirada me inquieta, así que quiero que sean directos y decirme que quieren- hablo en voz baja

-no puedo hablar contigo ahora- respondió en seco Dainsleif

-¿acaso ustedes no viajan juntos?

-si, pero ambos con propósitos distintos

-entiendo- respondió el bardo llevándose la mano a la barbilla- en ese caso búscame mañana aquí mismo en la noche- dijo para alejarse y dejar a ambos rubios algo confundidos

el resto del día transcurrió normal, cada uno en sus asuntos, la tensión que antes sentían, poco a poco iba desapareciendo, hasta que llegó la noche

-¿seguro que no quieres dormir Dainsleif?

-no, estoy bien- dijo mientras acomodaba algunas cosas en una pequeña mochila; pues habían quedado en ir a investigar un poco sobre el lugar, ambos salieron de aquel lugar en donde se encontraban ambos "viviendo"

la pareja de rubios caminaba en silencio a un paso rápido pero para ambos considerado "normal"

-podemos acampar aquí- mencionó Dainsleif

-está bien, pero yo hago guardia

-¿segura?- dijo el rubio con algo de desconfianza

-si, tu casi nunca duermes de noche- era verdad, el rubio casi siempre hacía guardia de noche y casi nunca pegaba el ojo, y miro a su compañera, se encontraba mirando el "cielo" estrellado, con el viento moviendo ligeramente sus cabellos, era una imagen agradable de ver, además de que la luz de la luna iluminaban su rostro, provocando que resalten sus ojos, se quedó mirándola un rato, la rubia no se percataba, pues sentía tanta paz que no tenía en cuenta a su compañero, no hasta que este dejó de mirarla y junto con eso dejó escapar un pequeño suspiro

-de acuerdo Lumine, dormiré un rato, y por favor no te alejes, y si algo pa-

-lo se, gritaré tu nombre, tranquilo Dainsleif, estaré bien- le dijo dándole una sonrisa

este solo se recostó y a los minutos se durmió, pues si bien Dainsleif no lo aparentaba tanto, pero desde que inició el viaje no dormía bien y se sentía cada vez más cansado.

mientras tanto, Lumine observó el cielo y camino un poco, alejándose ligeramente del lugar donde se encontraban "acampando; vio un lago, la luz de la luna, las estrellas, la naturaleza, el viento, todo era un ambiente relajante, un ambiente precioso; la chica se quitó sus zapatos y metió sus pies al lago

-el agua está perfecta- dijo para proseguir a quitarse sus prendas, total nadie la miraría, eso fue lo que pensó ella.

habían pasado como 30 minutos y Dainsleif abrió los ojos de golpe, había vuelto a tener ese sueño otra vez, con aquella chica misteriosa, volteó a su lado y no encontró a su compañera, miró en donde tenía sus cosas y sus armas seguían ahí, así que decidió pararse e ir a buscarla, por algún motivo se sentía responsable de aquella rubia y con paso sigiloso y sin hacer ruido llegó en donde la chica se encontraba, pero el no creyó ver a la chica así; las prendas de Lumine estaban en la orilla del lago, ella le daba la espalda, pero podía escuchar la risa y pudo ver la cara de la chica, parecía disfrutar de un pequeño baño y de la naturaleza, la luz de la luna la hace ver aún más hermosa, pensó el, su mirada no tardo en desviarse a la espalda desnuda de la chica, no se había fijado, pero tenía la espalda llena de pequeñas pecas, unos brazos delgados, una cintura tan pequeña, parecía una muñeca, una bella muñeca frágil, el no quería ver pero se sentía hipnotizado por aquella chica y menos espero a que ella volteara, dejando expuesto su pequeño cuerpo, el rápidamente se dio la vuelta y regreso al lugar en donde se encontraba durmiendo, no creía lo que acababa de ver, se sentía extraño, pues nunca había hecho cosas como estas, se sentía un pervertido en cierta parte, el detrás de unos arbustos admirando a aquella chica, pues si, porque aunque ella tuviera una estatura y apariencia de una muñeca, realmente era una chica adulta.

hola, hace mucho no actualizaba, pues me siento un poco desanimada y no se como seguir con la historia, sus comentarios y votos me animan:))

igual la escuela me quita mucho tiempo y motivación, actualmente me encuentro en proceso de concluir varias historias, nos leemos luego:))