Capítulo 8

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Una vez termina la clase, comienzo a guardar mis cosas, y una vez termino me recuesto al lado de la ventana mientras espero a Isaac.

— Hoy nos vamos a reunir en el bosque, al lado de la casa de Peter y Derek— Dice Isaac una vez ha terminado.

— ¿Desde cuándo retomaron los entrenamientos? —Pregunto saliendo del salón.

— Desde hoy. Bueno, nos lo dijo en la reunión de ayer... Vas a ir ¿cierto?

— No sé ¿Debería ir? — Lo miro.

— Claro que sí. Eres manada, Sti. — le da un juguetón empujoncito.

— Sí, manada. — Susurro. — ¿Qué clase tienes ahora? — Inatento cambiar rápidamente de tema.

— Tengo inglés y después tengo química— Dice haciendo un puchero. — ¿Y tú?

— Yo ya terminé.

— Ay, noooo. Te envidio— Hace un pechero bastante tierno.

— Jajaja. Mira el lado positivo, sólo te faltan dos clases más. — Escucho como suena la campana y los pasillos comienzan a despejarse. — Deberías correr, Isaac, vas a llegar tarde.

— Mierda. Nos vemos luego, Sti. — Veo como acomoda su maleta y lo pierdo de vista cuando gira por uno de los pasillos.

Saco mis audífonos de la maleta, les escribo un mensaje a papá y a Peter avisándoles que antes de ir a la casa voy a pasar al supermercado a comprar algunas cosas, en caso de que quieran o necesiten algo. Pongo canciones aleatorias y me dirijo al parqueadero, una vez allí me subo el jeep y salgo en dirección al Supermercado, mentalmente considero mis opciones para la cena, y de acuerdo a esto abre la lista de las cosas que necesito comprar. Pienso un poco más en lo que me dijo el director, en el taller que tengo que hacer y en que, por fin, voy a comenzar los entrenamientos con tato. me pregunto cómo serán, le he intentado preguntar muchísimas veces pero siempre se reía y me desordenaba un poco mi cabello.

Parqueo a un costado del supermercado, saco unas bolsitas de mi maleta y luego la pongo en los asientos traseros. Una vez en el supermercado, reviso la lista que me mandó tato y Pet, y rodando los ojos, salto toda la comida chatarra que encargaron. Estaba tan inmerso en mis compras que no vi la persona que estaba frente a mí.

— Oh, disculpa. — Digoagachandome a recoger las cosas que tiré, pero me detengo al sentir el característico olor a bosque y lluvia.

— Derek.

— Hola, Stiles— Dice agachándose a ayudarme a recoger mis cosas.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunto extrañado— No digo que no puedas estar aquí, sólo es raro. No digo que seas raro, pero no esperaba que hicieras salieras a mercar, no es que no crea que hagas tus comp- La suave risa que suelta, hace que detenga mis divagaciones y mi rostro se ponga caliente, por lo que volteo mi cabeza a un lado evitando quedar expuesto.

Derek lo toma suavemente de la barbilla. A lo que Stiles sólo puede enrojecer aún más, y es que Derek se ve absolutamente atractivo, nada nuevo en él.

— ¿Por qué estás tan nervioso? — Pregunta ladeando un poco su cabeza.

— No es nada, ¿por qué tú estás nervioso? — Digo levantándome lo más rápido que puedo. — Bueno, que tengas un lindo día— Agrego antes de que pueda decir algo más, giro sobre mis talones y me alejo caminando a paso rápido. — Me felicito mentalmente de como pude escapar de esa vergonzosa situación sin hacer nada más vergonzoso.

Tal vez si Stiles se hubiera quedado un poco más, o si hubiera mirado hacia atrás, habría visto la gran sonrisa cargada de afecto en el rostro de Derek.

El secreto tras su miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora