Capítulo 2

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Tiempo presente


El fuerte sonido de la puerta principal me despierta abruptamente. Observo alerta mis alrededores y afino mis sentidos en busca de cualquier cosa fuera de lugar.

— Syn, vas a llegar tarde a la escuela. Trataré de llegar temprano del trabajo. pamiętaj o czym rozmawialiśmy. Kocham cię. (Recuerda lo que hablamos. Te quiero)— Dice mientras arranca.

— też Cię kocham tato (También te quiero papá)— Digo mientras froto mis ojos tratando de apartar el sueño.

Me levanto de mi cama y voy directo al baño. La persona que se refleja en el espejo es sólo una tapadera. Cierro mis ojos para abrirlos minutos... Pequeñas plumas emergen desde mi cuello hasta recubrir mis largas alas, mis cuernos de un negro profundo se yerguen en mi cabeza, mis orejas semipuntiagudas, y el como se suavisan mis facciones. Los ojos que tanto dice mi tato que le recuerdan a mi madre, un lindo tono violeta rodeando un gelido azul, aunque lo pienso más como tener lo mejor de ambos mundos.

Comienzo a divagar sobre el primer encuentro que tuvimos  hace 5 meses con el yako mientras cepillo mis dientes.

— ¡Stiles, abre la puerta! 

Escucho como grita Scott. Y sí, esa es otra cosa que ha cambiado. Creímos que, por nuestra propia seguridad, era tener más protegida la casa inmediatamente sentimos que los Yukimura de mudaron al pueblo, por lo que ningún ser puede ingresar sin que lo permitamos.

Escondo mis rasgos y bajo corriendo a la entrada.

— Hola, hermano ¿cómo estás?— digo al abrir la puerta.

— Lo normal — Dice con un encogimiento de hombros. — Son las 7:40, Stiles. La carretera principal esta cerrada por trabajos en la vía, por lo que tendremos que irnos por el camino largo. Sabes que tenemos clase con Harris a primera hora ¿no? Y tú sigues con pijama — me mira de reojo al tiempo que eleva una de sus cejas.

— ¡Mierda! Lo olvide por completo.

Subo corriendo las escaleras. Me cambio a toda velocidad, arrojo de forma desordenada los cuadernos y lapiceros que tengo en el escritorio a mi mochila, y bajo corriendo al primer piso.

— Vámonos, Vámonos, Vámonos. — Digo mientras lo empujo fuera de la casa, me aseguro de trancar la puerta y corro a mi amado jeep. 

Tiro mi mochila en la parte de atrás mientras escucho la fuerte risa de Scott a mi lado. Arranco rápidamente en reversa y giro en dirección a una de las avenidas secundarias.

— Scott, ¿podrías conectar mi celular y continuar la canción que esta en pausada? — Pregunto mientras acelero un poco más.

No me responde pero escucho como hace lo que le pedí, unos segundos después ostatnia nadzieja comienza a sonar de los parlantes. Mis dedos tamborilean al ritmo de la música en la cabrilla. Abro la ventana para que entre la brisa y me ayude a despejar un poco.

— Mamo tyś płakała, oczy tyś miała szerokie. Czy Cię znowu skrzywdził ktoś?Oni cios zadali, ludzie ze stali. Patrzą ci w oczy, gdy mówisz dość — canto en un tono bajo y escucho como mira rápidamente en dirección mi celular para luego observarme. 

Una vez termina la canción pausa la siguiente canción. Lo miro de reojo al escuchar como se aclara la garganta.

— ¿Qué idioma es ese?— Pregunta con curiosidad.

— Polaco.

— ¿Desde cuándo lo hablas?

— Desde siempre. — respondo vagamente mientras suspiro internamente al ver la escuela.

El secreto tras su miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora