Capitulo 51

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Capitulo 51

En la oficina del Hokage, el ambiente era opresivo, cargado de tensión. Sarutobi Hiruzen y Danzo observaban en la bola de cristal la escena de devastación: el resplandor rojo y dorado de la Bijudama de Fengxu había reducido la base de la raíz a cenizas. La imagen de la destrucción total dejó a ambos líderes sumidos en un silencio sepulcral.

Tras un largo momento, Sarutobi Hiruzen exhaló profundamente, rompiendo el incómodo mutismo. Su voz era grave, cargada de una mezcla de asombro y preocupación.

"Bijudama..." murmuró. "La técnica suprema de las bestias con cola, y el ataque final de un Jinchuriki perfecto".

"Uzumaki Fengxu... ¿Cómo pudo mejorar tanto en tan poco tiempo?" Murmuró Sarutobi Hiruzen con voz pesada, mientras observaba el rastro de destrucción dejado por la Bijudama en la bola de cristal.

Si no hubiera confirmado varias veces la identidad de Fengxu, habría creído que estaba viendo una manifestación directa del Kyuubi, desatada y sin restricciones.

Recordó otros Jinchuriki perfectos que había encontrado en el pasado, como Yagura Karatachi de Kirigakure o Killer B de Kumogakure.

Sin embargo, ni siquiera ellos, con su dominio completo sobre sus bestias con cola, habían demostrado tal poder en un espacio tan reducido.

Danzo, mientras tanto, se encontraba al borde de un colapso emocional. Su rostro sombrío y las venas marcadas en su frente reflejaban la furia y frustración que lo consumían.

La pérdida era abrumadora: un tercio de sus subordinados, propiedades y recursos habían sido aniquilados. Además, Sai, el joven prodigio que tanto había entrenado y moldeado, estaba ahora en manos de Fengxu, arrastrado como un prisionero más.

Pero afortunadamente, un pensamiento mitigaba su enojo: los Anbu bajo las órdenes directas de Sarutobi también habían terminado en fuego cruzado.

Danzo exhalando para sí mismo miro atraves del cristal. Fengxu había identificado correctamente las manos detrás de esta operación, y eso significaba que pronto habría confrontaciones directas. Para él, el caos que se avecinaba prometía ser un espectáculo digno de observar.

Pero esa pequeña satisfacción no pudo contener su creciente ira.

De repente, Danzo golpeó la esquina del escritorio frente a él, rompiéndola en pedazos. Su mirada fría y acusadora se dirigió hacia Hiruzen, cuya expresión permanecía serena, aunque tensa.

"¿Es este el resultado que querías, Hiruzen?" espetó con una voz cargada de reproche. "Cuatro élites ninja, más de 200 ninjas principales y secundarios, y ni hablar de los daños colaterales... Todos ellos han muerto bajo las manos de quien se supone deberías controlar".

Danzo avanzó un paso, su tono crecía en intensidad.

"El hombre al que dejaste actuar sin restricciones ha masacrado no solo a mis hombres, sino también a los tuyos. ¿Es esta tu tan alabada Voluntad de Fuego , Hiruzen? ¿Es este el legado que quieres dejar como el Tercer Hokage?"

Cuanto más hablaba Danzo, más enojado se ponía, y cuanto más hablaba, más desconsolado, agitaba las mangas con enojo y le daba la espalda.

Cuanto más hablaba Danzo, más evidente se hacía su furia. Sus palabras estaban cargadas de frustración, y su tono fluctuaba entre el enojo y la desesperación. Finalmente, agitó sus mangas con fuerza, dándole la espalda a Hiruzen en un gesto de indignación.

"¡Abre los ojos, Hiruzen!" exclamó, con la voz cargada de autoridad. "Exijo un castigo ejemplar y una compensación adecuada por estas pérdidas. ¡Y debe ser algo que me satisfaga!"

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⏰ Última actualización: Nov 20 ⏰

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Me convertí en la segunda personalidad de Naruto [Traducción-Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora