Llovizna

E

El sol me quemaba la piel, sin duda la naturaleza se tomó muy literal la frase "después de la tormenta siempre sale el sol".

Esta mañana despertamos por una intensa lluvia que se había desenvuelto desde la madrugada; como persona normal creí que nuestro plan de escalar la montaña por la dirección contraria a donde se encontraba oculta La Roca se cancelaría.

Pero no fue así.

Cody insistió en que fuéramos justamente cuando la tormenta se convirtió en llovizna y que Owen lo secundará fue lo que nos terminó convenciendo.

Es por eso que ahora nos encontrábamos subiendo una gran montaña mientras estaba a punto de sufrir de una insolación y que mis piernas y pulmones colapsaran.

Admito que no todo era malo, mientras más subíamos mirábamos más verde. El ambiente olía a tierra y césped mojado, los colores de la naturaleza brillaban más de lo normal, el sonido de las pequeñas gotas de lluvia era relajante y las risas de mis amigos de fondo me llenaban el corazón.

Me sentía en casa.

[🌧️🌧️]

Daba gracias a todo lo sagrado cuando por fin llegamos a la cima de la montaña.

«Ya no iba a poder más» pensé subiendo lo último para después acercarme a mis amigas.

La vista de La Roca por la noche es hermosa, pero la vista de la cima de la montaña por la mañana es asombrosa.

No teníamos una buena vista de la ciudad como en La Roca, pero lo que sí veíamos eran las copas de los árboles del bosque.

Solo mirábamos la belleza de la naturaleza a nuestro alrededor.

Curiosa miré hacia el cielo no solo notando lo azul que estaba, sino que un gran y colorido arcoíris brillaba sobre nuestras cabezas.

Casi pareciera que con solo alzar mi mano podría tocarlo, por el rabillo del ojo noté como Cody tuvo el mismo pensamiento, pues alzó su brazo y acarició el viento.

—Júntense. Tomaré una foto, ocupo actualizar mi feed.

Chloe dejó su celular apoyado en una piedra con el temporizador activado.

Sonreímos cuando regresó a nosotros, tomamos la foto y fue por él, volviendo con la vista fija en su celular y una mueca de disgusto.

—¿Rory, me prestas tu teléfono? —asentí pasándoselo—. Tomaré otra, no me gustó con el mío.

Miré a mi novio escuchando las quejas de los demás, él me sonrió y acomodó un mechón de cabello tras mi oreja. Besó mi frente y miró hacia el frente con la misma sonrisa.

—¿Me la pasas por AirDrop? —dijo cuándo me regresó mi celular.

—¡Hay que buscar el final del arcoíris! —se emocionó Prairie obligando a Avery a caminar.

Cody igual de emocionado las siguió con el resto pisándole los talones olvidándonos de la foto.

—¿Cansada, Lorelai? —se burló el rubio entrelazando nuestras manos.

—Muchísimo —me quejé—. Necesito tener más condición.

Owen rio antes de apresurar su paso quedándome sin otro remedio que acelerar el mío.

Los minutos pasaban y el arcoíris no desaparecía. Caminábamos entre la hierba con la mirada en el cielo, de vez en cuando tropezaba por lo que también miraba de reojo el suelo.

—Mira —susurró el rubio señalando.

Seguí su dedo y mi corazón se aceleró. El final del arcoíris estaba a unos metros de distancia.

Cuando nos acercamos lo suficiente nos dimos cuenta que eran dos arcoíris paralelos y entre el pequeño espacio libre entre ellos había una luz grisácea. Voltee al otro extremo viendo el arco perfecto que formó.

Era majestuoso.

—Me siento estafado porque no hay una olla de oro —se acercó Janik y traspasó el arcoíris con su mano.

—Lo sé... Toda mi infancia se arruinó —concordó la pelirroja.

—Ya miré el final de un arcoíris. Ya puedo morir en paz.

—Cállate —codee a Owen sin voltear a verlo.

—Aún te faltan muchas cosas por ver —mencionó el castaño abrazándolo por los hombros.

—Cierto —fingió que recordaba algo—. Me falta verte en una relación que dure más de 24 horas.

Janik soltó una risita y el Drama Queen los miró ofendido y empezó con su drama.

Será una larga bajada.

Este será el mejor día de mi vida.