En verdad, Yao Si era una chica sin mucho temperamento que no guardaba rencor. Eso es a menos que la empujaran, y en ese caso incitaría un estallido de ira. El hecho de que no buscara problemas no significaba que le tuviera miedo.
Por ejemplo: Cuando alguien le estaba robando a su jefe.
Vio que la persona a la que acababa de matar y enviar de vuelta al punto de recuperación ahora dirigía a todo un grupo de personas que marchaban hacia la aldea en una formación formidable.
Ante eso, su primera reacción fue: Oye, entonces se agruparon y quieren hacerse cargo de la escena.
Apretando la espada con fuerza en su mano, ella también se sintió como en casa. Con un paso, se lanzó hacia la multitud, levantando su espada y matando a uno tras otro.
Vamos a dispersar la primera ola. ¿De qué hay que aterrorizarse? ¡Simplemente hazlo!
Crees que realmente eres algo porque tienes tanta gente, ¿qué te hizo pensar que la razón está de tu lado cuando robas a mi jefe?
En ese instante, los Bloodlings ahora estaban tirados en el suelo sintiéndose amargados.
“...”
¿Que estaba pasando? Todos fueron tomados con la guardia baja. Empezó a matar sin pronunciar una sola palabra, ¿qué le pasaba a su antepasado?
Y no se atrevieron a contraatacar. ¡Obviamente! Si eran lo suficientemente valientes como para faltarle el respeto al antepasado, ¿querían ser ahogados por los escupitajos de toda la especie sangrienta?
Por lo tanto, para descubrir la causa de este problema, solo podían correr incansablemente desde el punto de reactivación una y otra vez, tratando de explicar la situación. Pero sin excepción, todos fueron asesinados con un solo corte antes de que pudieran abrir la boca. E incluso si hablaran una palabra, ella no prestaría atención y los mataría de todos modos.
Cada Bloodling que inicialmente estaba de muy buen humor para invitarla a regresar, tenía su frágil corazón hecho añicos como el vidrio por todo el piso.
No tenían más remedio que mirar confundidos los ataques de un solo golpe de su antepasado. Su puntería era tan precisa que era como si estuviera cortando coles inmóviles. Tal figura con el vigor y la vitalidad del tigre, era tan...
¡Tan asombrosamente hermoso! (Lógica de fangirl y fanboy).
Tardaron cinco minutos en averiguar por qué estaba ocurriendo este escenario, luego pasaron la siguiente media hora admirando la postura heroica de su alteza cortando gente.
Tal como se esperaba, ¡ni un solo ángulo en trescientos sesenta grados que no fuera hermoso! (?﹃?)
Luego comenzaron a recuperarse...
Sí, ¿su antepasado debe estar culpándolos por estropear su estado de ánimo de juego?
¡Eran culpables de los cargos!
Este poco de castigo estaba justificado.
Recuéstate, recuéstate, debemos dejar que el ancestro nos golpee hasta que esté feliz y satisfecha. Oye, oye, tú ahí parado como un tonto, ¿qué estás haciendo? Eres un viejo monstruo que vivió durante más de decenas y miles de años, ¿qué hay que temer de hacerte el muerto? Acuéstate, túmbate, así le es más conveniente a su alteza picarnos.
Todos se juntaron. No había forma de que algunos permitieran que alguien más cumpliera su deseo de disfrutar del centro de atención solo frente a su alteza, por lo que nadie se puso de pie para revivir.
