¿Qué clase de experiencia era tener repentinamente otro padre? Yao Si creía que era una experiencia por la que literalmente morirías.
“Ummm papá… ¡Padre! Gozo de buena salud, no tengo problemas como el sonambulismo”.
"Sí."
“Fui huérfano desde que era joven, estoy acostumbrado a estar solo y no le tengo miedo a la oscuridad”.
"Sí."
"Aunque soy un recién nacido Bloodling, soy un adulto del Planeta Azul".
"Sí."
"Entonces..." Ella inhaló profundamente.
"¿No puedes pararte constantemente cerca de la cama y mirarme mientras duermo?"
Fue aterrador despertar cada vez y encontrar a alguien mirándote desde tu cama, ¿de acuerdo? Y una mirada podría durar toda una noche. No importaba cuán cortésmente le pidiera que se fuera, él regresaría al momento siguiente.
"¿No estás cansado?"
Sacudió la cabeza.
¡Tú no estás cansado, pero yo sí!
"Acabo de hibernar durante doscientos años", respondió lentamente.
Simplemente tenía miedo de perder a su cachorro recién nacido que le había costado tanto encontrar.
Los músculos faciales de Yao Si se contrajeron. ¡Y he dormido hasta que murió un planeta!
"¿Hambriento?"
Extendió su mano y le acarició la cabeza, desviando el tema. Aunque no había una expresión obvia en su rostro, se veía extremadamente gentil, como si tratara un objeto frágil.
La rabia que había llenado todo el cuerpo de Yao Si se extinguió de repente. Echó un vistazo al cielo afuera, ya estaba completamente iluminado.
Muy bien, comer es más urgente.
Después de lavarse rápidamente, siguió a Mu Xuan abajo para comer. Tomó asiento en una de las sillas. Habían regresado muy tarde la noche anterior, por lo que no había prestado mucha atención a su entorno. Esta era entonces la oportunidad perfecta para inspeccionar la casa de este papá suyo que había salido de la nada.
Ya fuera la habitación que Yan Qian había arreglado para que viviera o el lugar en el que había vivido después, en comparación con esas casas de alta tecnología que se podían ver en todas partes, este lugar parecía sorprendentemente retro.
No importa si eran las mesas y las sillas, o el sofá, la mesa auxiliar y el mueble de televisión, todo parecía normal a sus ojos, tan normal que pensó que había regresado al Planeta Azul desde antes. Cada mobiliario era un elemento común que podría haber visto en su época.
"Este lugar..." Yao Si hizo una pausa, sin saber cómo continuar.
"Pensé que estos... serían más familiares para ti", dijo Mu Xuan mientras pasaba un tazón de sangre cuajada. Omitió la parte de que pasó toda la última noche leyendo sobre la vida del Planeta Azul.
"Gracias."
Así que estos eran especialmente para ella. Yao Si había sido huérfana desde que era muy joven, por lo que nadie había hecho algo así por ella.
De repente sintió que algo cálido fluía en su corazón. Su nariz comenzó a dolerle y comenzaron a aparecer pensamientos sobre un padre al azar que no era tan mala idea, pero...
"¿No puedes usar una tetera para contener cuajada de sangre?"
"..."
La mano de Mu Xuan se puso rígida. ¿Tetera? ¿Se acordaba mal?
