Después de muchas dificultades, encontraron un método para intercambiar los cuerpos, pero en el momento en que estaban a punto de hacerlo, el cuerpo de Yao Si fue secuestrado. Las acciones de Lian Yu la enfurecieron inmensamente.
"¿Esto-esto fue?" Bai Yi preguntó confundido. Rápidamente abrió su computadora óptica para buscar rastros de la nave que había desaparecido, pero poco después, volvió a mirarlos.
"Su Alteza, no puedo encontrar… Ese barco parece tener un sistema de movimiento único, y nuestro sistema no puede localizarlo. ¿Qué debemos hacer?"
Las comisuras de los labios de Yao Si se torcieron por la frustración hacia ella. La Flor del Árbol Celestial no era un barco en absoluto, sino el hermano menor de Lian Yu, un miembro real de los sylvani de iluminación. Por eso, no se pudo rastrear.
"¡Ella no puede esconderse para siempre!" Mu Xuan miró a Yao Si antes de volverse hacia Bai Yi.
"Instruye a todos los Bloodlings en la Galaxia para que busquen señales de la Flor del Árbol Celestial". Extendió la mano para acariciar la cabeza de su cachorro.
"No pudo haber ido muy lejos, así que definitivamente podremos encontrarla".
"Mmm". Yao Si reprimió la frustración dentro de ella. Sería solo un pequeño estorbo, nada más. Bai Yi asintió y abrió el mensajero en su computadora óptica.
“Supongo que solo podemos esperar. Bai Yi, infórmame inmediatamente cuando haya noticias, ¡primero iré al baño!” Yao Si dijo.
"¡No!"
"¡No!"
"¡No!"
¡Los tres hombres rechazaron al unísono!
"..."
Mierda, ¿qué significan esas miradas?
Realmente necesito orinar; ¡No es una excusa para abrirme los pantalones!
–
El rey de los sylvani de iluminación estaba pasando por un mal año con un flujo interminable de desgracias.
Nada parecía estar progresando sin problemas, lo que llevó a su mente lógica a creer en el "destino" en el que creen los celestiales. Incluso había consultado a un celestial mayor para leer su fortuna.
Había mostrado poca afinidad familiar y que él tuviera cuidado con las personas cercanas a él, específicamente aquellos que están relacionados por sangre. La única solución para él era seguir un camino solitario y no entrometerse en los asuntos de la generación más joven.
Había estallado de furia en ese momento: los celestiales eran, de hecho, todos mentirosos. El árbol real era el núcleo de reproducción de toda la raza sylvani de iluminación, por lo que, en teoría, toda la raza se consideraba su pariente.
Aconsejándole que evitara a sus parientes, ¿no era pedir lo imposible?
Concluyó que el celestial debió haber escuchado sobre el incidente en el Planeta Rojo hace unos años cuando había ido a buscar una explicación sobre la semilla real. Después de eso, su planeta se partió por la mitad.
El celestial no había sido en lo más mínimo sensible, sacando a relucir un pasado que toda la Galaxia conocía.
Además, ya había hecho una tregua con el Planeta Rojo, había reparado su planeta e incluso su semilla real había brotado en una plántula, entonces, ¿qué más podría pasar?
El rey de los sylvani de iluminación tenía una fuerte intuición de que los celestiales eran solo un grupo de estafadores que brotaban basura solo para ganar dinero. Expresó su total incredulidad por tal superstición, pero el celestial había declarado que algún día lo entendería.
