Capítulo 7: Gerard

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- Ya no lo soportaba, hubieras escuchado todo lo que dijo de Gee. Puras pendejadas – Dijo Frank molesto, en tanto bebía su taza de café.

- Me lo imagino, es insoportable y se siente la gran cosa – Manifestó Mikey.

- Pero sabes, me hizo pensar algo. No hemos indagado sobre el pasado de Gee, cómo es que llegó a ese bosque y si realmente sus dueños lo maltrataban

- Pues en la revisión que le hizo Jamia todo parecía bien. ¿Por qué no intentas hablar con él? Tal vez pueda decirte algo. Dices que ha dicho tu nombre

- Una cosa es mi nombre y otra su pasado

- Sólo inténtalo, Frank

Frank realmente quería saber más sobre su minino, tan sólo conocer si había sido maltratado en el pasado o había tenido una buena vida.

Esa noche luego de llegar a su mansión y despedirse de Ray, se sentó en el sofá, su gatito sobre su regazo, como ya se había hecho costumbre. Contemplaba lo lindo que era su Gee.

- Mi amor, ¿puedo preguntarte algo? Espero puedas responderme – El minino asintió - ¿Tú nombre es Gee?

- Gerard – Respondió su gatito, mirándolo con una sonrisa.

- Así que Gerard, bueno, Gee, es lo mismo – Dijo sonriéndole.

- Alguna vez te lastimaron – Su gatito negó - ¿Seguro, bonito? - Insistió, obteniendo la misma respuesta. Tomó así pues a su gatito en sus brazos para dirigirse a su habitación. Colocó a Gee en la cama y como cada noche, lo ayudó a quitarse los leggins y el suéter que llevaba puesto, reemplazándolo por una playera. Se metieron bajo las sábanas, Gerard encima de él como ya era costumbre. No obstante, en medio de la madrugada algunos maullidos de su gatito lo despertaron. Encendió la lámpara de su mesita de noche y lo encontró ahí, restregándose a él, y entonces lo sintió, el pene de su gatito, estaba completamente erecto, al parecer estaba en su celo y ¿él qué podía hacer para solucionarlo? Debía admitir que se moría por cogerse a ese chico, pero era un gatito y él no era un zoofílico, aunque no podía dejarlo así.

- Y sí Mikey, lo metí a bañar en agua helada

- ¿¡Qué hiciste qué!?

- Pues qué más podía hacer. No me lo iba a follar

- Pero lo hubieras ayudado. Ay Frank, como si tú no tuvieras necesidades de vez en cuando

- Pero yo no me ando restregando en la gente

- Frank, creo que deberías comprarle un juguete, algo, ya sabes... - Mencionó Mikey.

- ¿Estás insinuando que le compre un consolador a mi Gee? - Manifestó Frank, tirando un poco del café que bebía esa mañana.

- Pues sí, con algo tendrás que ayudarlo. No puedes andarlo metiendo en agua helada todos los días en medio de la madrugada. Eso es maltrato animal

Claro que Frank lo había pensado, tocar sólo un poco a Gee para ayudarlo a venirse y quitarle las ganas, pero dudó y terminó por llevar a Gerard a la tina en medio de la madrugada y bañarlo con agua helada. Su gatito se había molestado, había lanzado maullidos que incluso despertaron a la servidumbre.

Ahora pensaba seriamente en considerar la idea de Mikey, comprarle un consolador o algún juguete a su gatito para que él mismo pudiera darse placer, ya que él, aunque lo deseaba en demasía, no se atrevía a tocarlo, ¿a caso estaría bien hacerlo?.  

Gatito (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora