Capítulo 8: Una pequeña distracción

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Salió con su gatito a pasear. Ahora que lo pensaba, en el tiempo que llevaba con él, nunca lo había sacado, siempre era Ray quien se encargaba de ello, pero ese sábado decidió que saldría con su Gee. Pasearían por el centro comercial, le compraría algunas cosas, entre ellas su consolador, y después volverían a casa para ver una película como últimamente lo hacía todos los fines de semana, desde que había terminado su relación con Anthony.

Frank debía admitir que se había encariñado demasiado con ese felino, que lo amaba más que a nada, sin duda era su adoración.

Se anduvieron paseando por ahí. Le compró a Gee un helado, sabía por Ray que le gustaban, además Jamia le había mencionado que le hacían bien, pues al final del día estaban hechos con base a lácteos. Le había colocado a su minino esos leggins y ese suéter negro, y había logrado que usara sus tenis. Lucía encantador. Incluso podía pasar desapercibido, como un chico vistiendo de gatito, y no como un hermoso gatito con el cuerpo de un muchacho.

Llegaron a la sexshop y de inmediato una chica se acercó a ellos, mirando a Gerard de arriba a abajo y luego sonriendo. Cuestionó si podía ofrecerles algo en particular y mencionó el área de los disfraces, sin duda que esa chicha había pensado lo mismo que Ray la primera vez que vio a Gee, que su apariencia de gatito se debía a un fetiche de Frank.

Se dirigieron al área de los consoladores y ahí encontraron una gran variedad, desde el más sencillo, hasta uno pequeño que se introducía y se manipulaba mediante un control. Frank se convenció de comprar dicho consolador, de esa forma podría ayudar a Gee a correrse sin siquiera tocarlo. Compró algunos otros, el tradicional, para que lo usara cuando él no estuviera presente, además de varios botes de lubricante. Su gatito los necesitaría.

En tanto pagaba soltó la mano de Gee. Sacó su tarjeta de crédito, realizó la compra, posteriormente tomó las cosas. Volteó para buscar a su gatito, pero no lo encontró, ¿cómo pudo esfumarse tan rápido? Comenzó a recorrer la tienda pero nada, entonces salió para ver si su gatito se había adelantado al auto, pero no obtuvo éxito.

Caminó por todo el centro comercial sin poder localizarlo. ¿Cómo pudo Gee perderse? Sólo se distrajo unos segundos.

Decidió llamar a su chofer para que lo ayudara a buscar a Gee, de igual manera se puso en contacto con Mikey y Ray. Necesitaba ayuda, necesitaba encontrar a su gatito y tenerlo en sus brazos. Por un momento se sintió como un pendejo, ¿cómo pudo descuidarlo?, pero es que sólo había sido un momento.

Comenzó a desesperarse, por lo que regresó al local, necesitaba que le mostraran las cámaras de vigilancia. No pudo haberse tragado la tierra a su gatito. Tardaron algunos minutos en mostrárselas, incluso Frank tuvo que darles algo de dinero a los encargados de la sexshop, pues no estaban muy convencidos de enseñarle los videos.

Al final pudo verlos y vaya maldita sorpresa que se llevó. Parece que alguien los estaba siguiendo y aprovechó la más mínima distracción para tomar a su Gee y llevárselo. Pero las iba a pagar y muy caras por meterse con lo que más quería: su lindo minino.  

Gatito (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora