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Jenna volvió a la oficina contenta por el almuerzo con Jared, quien, a partir del lunes, sería oficialmente su ayudante o secretario, como quisiera verlo. Había estado pensando en tener uno desde que Nikolai se había ido, pero nunca terminaba de decidirse del todo. Sin embargo, había dado con ese muchacho y le pareció apropiado darle el empleo. Aún estaba en la universidad y la oportunidad le vendría muy bien para la práctica.

Encendió su computadora apenas tomó asiento y suspiró cansada al ver la cantidad de mails que tenía sin responder, esa sería la primera tarea que Jared tendría, se dijo internamente. Ahora que Nikolai había vuelto no podía seguir usando a su secretaria o la pobre terminaría exhausta.

Tomó el celular y envió un mensaje a Olive, que aparentemente estaba en su hora del almuerzo porque no tardó en responder.

¿Qué crees?

Ya tengo secretario.

Olive C. (En línea)

¿Está bueno?

Es guapo.

Pero no va a interesarte.

Aún está en la universidad

Olive C. (En línea)

Y yo que me esperaba uno que esté llegando a sus treinta.

No lo quiero de pareja.

No fue una cita de Tinder sino de trabajo.

Olive C. (En línea)

Claro que no, pero el trabajo se vuelve interesante si tienes a quien mirar.

Igual no sé qué cosas digo.

Ya te deleitas con Nikolai.

¿Cómo estuvo la cita?

Ay Olive, fue hermosa.

Tanto que temo haberme ilusionado demasiado.

¿Y qué crees? Saldrá con nosotras el fin de semana.

Olive C. (En línea)

Lo supuse, le dije a Finn con la intención de vernos allá.

Pero será incluso mejor ir juntos.

¿En serio lo planeaste todo?

Olive C. (En línea)

Claro.

Pienso que unos tragos le pueden aflojar la lengua a Niko.

Ya sabes, andará desinhibido y tú igual.

Tal vez y se le afloje más que la lengua.

Te debo una grande.

Olive C. (En línea)

No me debes nada, quiero que tengas una alegría.

Con un hombre.

No con un aparato.

En fin, debo volver al trabajo.

Te amo.

Ahora o nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora