En la biblioteca del castillo, Vlad y Isabelle se sientan frente a un cálido fuego, listos para tener una conversación sincera y profunda.Isabelle: —suspirando— Vlad, ha pasado mucho desde que descubrimos nuestros sentimientos el uno por el otro. Pero hay algo que aún no entiendo. ¿Por qué no quieres convertirme en un ser inmortal como tú?
Vlad: —mirándola con ternura— Isabelle, mi amor, comprendo tu deseo de compartir la inmortalidad conmigo. Pero es una elección que debe ser considerada cuidadosamente. La inmortalidad viene con un precio, con un peso que llevamos por toda la eternidad.
Isabelle: —curiosa— Pero, Vlad, si estamos destinados a estar juntos, ¿por qué no podemos compartirlo todo? No quiero perder la oportunidad de estar contigo para siempre.
Vlad: —tomando sus manos suavemente— Isabelle, mi amor, la inmortalidad no es solo un camino de rosas. Conlleva un aislamiento perpetuo, ver cómo los seres queridos envejecen y mueren mientras nosotros permanecemos igual. Es una carga que no deseo imponerte.
Isabelle: —reflexionando— Entiendo tus preocupaciones, Vlad, pero también me preocupa el hecho de que el tiempo nos separe. No quiero perder lo que tenemos ahora.
Vlad: —acariciando su rostro— Isabelle, cada momento que compartimos juntos es precioso para mí. Y aunque el tiempo eventualmente nos separará, quiero que atesores cada recuerdo que construyamos. Quiero que vivas tu vida al máximo, aprovechando cada experiencia y encontrando la felicidad en tu propia existencia humana.
Isabelle: —conmovida— Vlad, tus palabras son sabias y consideradas. Aprecio tu amor y preocupación por mí. Aunque no pueda compartir tu inmortalidad, valoro nuestra conexión y el tiempo que tenemos juntos.
La escena culmina con Vlad y Isabelle abrazándose, reconociendo la belleza y la complejidad de su amor. A pesar de las diferencias en su naturaleza, se comprometen a aprovechar al máximo el tiempo que tienen y a enfrentar los desafíos que el destino les presente. Juntos, están determinados a encontrar la felicidad en su amor, sin importar el destino que les depara.
[...]
En el oscuro y frondoso bosque, Gael, Garreth y Jack continúan su camino hacia el castillo de Vlad. La preocupación se dibuja en sus rostros mientras se dan cuenta de que Irina no ha vuelto a reunirse con ellos.
Gael: —frunciendo el ceño—¿Dónde está Irina? No puede haberse alejado tanto de nosotros sin ninguna explicación. Comienza a preocuparme su ausencia.
Garreth: —mirando a Jack— Jack, ¿estás seguro de que no sabes dónde está Irina? Me resulta extraño que no haya vuelto a nuestro encuentro.
Jack: —nervioso— Lo siento, no sé qué pudo haber sucedido. Irina debió haberse retrasado por alguna razón. Seguro que volverá en cualquier momento.
Gael: —con desconfianza—No me convences, Jack. Hay algo que no nos estás diciendo. Si descubro que estás ocultando información, las consecuencias serán graves.
Garreth: —con voz amenazante— No podemos permitirnos más retrasos. Si has estado jugando con nosotros, te arrepentirás.
Gael se acerca inmediatamente a Jack para tomarlo del cuello de su camiseta y toma una daga para amenazarlo
Jack, sabiendo que ha sido descubierto, comienza a sentir el peso de las miradas intensas y las amenazas de sus compañeros. A regañadientes, decide contar la verdad.
Jack: —resignado— Está bien, lo admito. Irina fue al castillo de Vlad. Ella sabía que Isabelle y Vlad se habían reunido allí y que posee habilidades especiales otorgadas por Vlad mismo. Me pidió que no dijera nada para protegerla. -dice asustado-
ESTÁS LEYENDO
𝕬𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊𝖘 𝖕𝖗𝖎𝖘𝖎𝖔𝖓𝖊𝖗𝖔𝖘 [ᴅʀᴀᴄᴜʟᴀ]
VampirosTras vivir siglos siendo el principe de la oscuridad y el terror de muchos Vlad Tepes está sumergido en una oscuridad dónde vive por el y nadie más hasta que una pequeña luz ilumina su vida cuando cae en los encantos de Isabelle Lambert una chica de...