Una Semana fantástica.

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Este capítulo será bastante largo, quería hacerlo más largo pero no se si os gustaría eso.
Disfruten. ✨

Ya pasaron dos semanas desde que deje de soñar cosas raras, quería decirle a alguien pero no me atrevía.

-¡MARIANA AYÚDAME... NO PUEDO MÁS!

-¿Que pasa?

-¡Falta una ocho días para que sea Halloween!

-¿Y?

-Tengo que hacer una fiesta... Pero no se si sea una normal o de disfraces.

-A la gente le gusta disfrazarse en Halloween.
Dijo Aldo mientras se apoyaba en mi hombro.

-Aldo tiene razón.

-Mien ¿por que tienes que hacer solo tú las fiestas?

-Ahm... Soy la única que consigue las casas.

-Dile a Ari y a Ama.

Justo llegó una chica con bebidas y unos postres.

-Aquí están vuestros pedidos.

Comenzó a poner las bebidas y los postres.

-Ari ya está organizando los preparativos y Ama la comida y bebida yo tengo que conseguir el lugar y después ayudarle a las dos.

-Pide ayuda entonces.
Dijo Mariana mientras agarraba su bebida.

-Es... Que... No.. -

-Dilo sin pelos en la lengua, pidenos ayuda.
Aldo me pasó mis cosas y después se las paso a Rivers.

-¿Quieres que te ayudemos Rivers?

-Roier... No pueden tú tienes a dos tipos que te están siguiendo, Aldo esta con sus pinches juguetes y Mariana anda queriendo ver si tiene algo con ese gringo.

Todos miramos a Rivers, creo que todos nos sentimos mal por que tenía razón.

-Rivers... Lo sentimos mucho... Sabés que pase lo que pase siempre que nos pidas ayuda o algo siempre te la daremos.
Algo lo dijo tan serio que ella solo comenzo a llorar.

Todos los acercamos para abrazarnos, era un momento muy tierno y estuvimos así unos minutos hasta que ella se calmó, después de eso nos pidió ayuda para organizar la fiesta.

Terminamos de comer y todo pero antes de irnos yo fui a pedir un café helado.

-Oye ¿por que tomas tanto eso?

-No lo se, me gusta mucho.

-Claro que lo sabes, ese brasileño te lleva casi todos los días.

-No me lleva todos los días, solo algunos días.

-Claro, claro.

Me dieron mi café helado y nos fuimos de ahí, durante todo el día ayudamos a Rivers a buscar una casa o lugar para hacer la fiesta, no encontramos nada y ya era demasiado noche así que lo ibamos intentar al día siguiente.

Estuvimos buscando así dos días seguidos sin parar hasta que encontramos una casa, era bastante grande y tenía una piscina, un patio, una segunda planta con ocho cuartos y tenía una mini terraza en la segunda planta.

-¡Bingo!

Todos miramos a Rivers y nos pidió que fuéramos a ver esa casa, cuando llegamos vimos que era tal como la describían pero solo se habían equivocado en una cosa, no eran ocho habitación eran diez.

-Ok muy chingo y bien pero como piensas pagar esto.

-Ahm... No te go que pagarlo...
Dijo Rivers con una voz bastante baja.

Mi felicidad eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora