MENMA [MenYam]

XVIII

Hubo un muchacho Omega de cabello blanco y rasgos reptiles en especial, el era actor y decía que su hilo se extendía por todo el mundo, que su alma gemela se había quedado en alguna parte y que el no iba a perder el tiempo esperándolo, era realmente lindo y siempre tenía algo que decir fuera pertinente o no.

Yo intenté alejarme de el, pero Menma encontró una oportunidad. El Chico era hijo de un cineasta, alguien que dirigía una película con expectativas altas en las que Menma quería trabajar.

No le sorprendió cuando... comenzaron los coqueteos,

Eran discretos y nadie llegaba a notarlo aparte de ellos dos y de mí, despues fueron subiendo de tono a tal punto que yo tenía que evadirlos, no podía arruinar los planes de Menma, y tampoco quería hacerlo, había encontrado una especia de satisfacción en hacerme sufrir despues de lo que le hice.

Me estaba castigando a mi mismo.

En un abrir y cerrar de ojos aquel muchacho ya estaba enamorado de Menma, y yo tuve que apartarme, tuve que mantenerme lejos poniendo excusas tontas para que el no se diera cuenta de todo lo que ocurría, de lo que realmente era ese lindo chico alegre de quien estaba enamorado.

   - Mi padre dice que jamás me escogería a mi como protagonista - dijo el durante una reunión de amigos, todos estaban cenando en el lujoso restaurante. - pero tiene fe en que me enseñes a actuar un poco como tú, entonces tendría posibilidad - le dijo a Menma tomando su mano por debajo de la mesa. Yo tuve que apartar la vista.

- No es tan difícil realmente - Respondió Menma - Solo es relacionar las emociones del personaje con las tuyas.-

    - Tener empatía - dijo uno de las otras personas invitadas.

- Ah, claro, es fácil tener empatía para el señor empático - Otro amigo de Menma hablando de él.

Yo solo podía suspirar cansado de que todos cayeran en la mentira.

Mire mi celular para distraerme un poco y una pequeña duda saltó en mi.

¿Cómo hubiera sido si mi destinado no fuera Menma?

Cerré los ojos y cuando los abrí estaba a punto de llorar.

Odiaba eso.

Me levanté tan rápido como pude y tomé mis cosas.

  - Tengo que irme - dije de pronto y antes de que Menma pudiera seguirme lo detuve. - Quédate, no es nada grave.-

    -Pero...-

- Está bien.- Lo interrumpí. - fue mi culpa, me organice mal y tengo otros asuntos que atender-

Me dejó ir.