⟶𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 ; 007

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YUUJI ¿QUÉ HACES?• • •

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YUUJI ¿QUÉ HACES?
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Yuuji cerró la puerta de su habitación, seguido de eso prendió la luz. Sukuna se alejó de él para sentarse sobre la cama.

— Necesito que te quites la playera. — fue lo primero que dijo Yuuji.

— Primero invítame a un café. — sonrió ladino. Yuuji resopló por la broma.

— Después. — le siguió el juego. — Quítate la playera y acuéstate, ahorita regreso.

Finalmente Itadori salió de su propia habitación para ir al baño en busca del botiquín de primeros auxilios que su familia tiene; claramente más completo que lo que compro de paso en una farmacia.

Mientras tanto Ryomen hizo caso a las "órdenes" que Itadori le dio, quitándose los zapatos y la playera. Con cuidado y un "mierda" se acostó sobre la cama de Itadori. Mientras lo esperaba decidió darle una revisada al cuarto.

Grande, una habitación grande.

Antes de que la familia Itadori viviera en está casa, Sukuna se la pasaba durmiendo en la que ahora es la habitación de Yuuji. Y eso le hizo sentir feliz de cierto modo. Ahora aquel cuarto estaba lleno de decoraciones, posters, muebles. Se sorprendió al no ver ropa tirada por el lugar. Revisó desde la cama el escritorio, con cuadernos y libros abiertos. Un desastre estudiantil.

Sukuna supuso que antes de que le llamará, Yuuji estaba haciendo tarea.

De pronto la puerta fue abierta y Yuuji entró con el botiquín en manos.

— ¿Cómo te sientes? — pregunta Itadori.

— Como la mierda. — Itadori sonríe levemente de lado con la respuesta que le dio Sukuna. Dejó el botiquín sobre la mesa de noche. — Hiciste un buen trabajo con tu habitación.

— ¿En serio? — Yuuji se avergüenza por lo mismo, pero su sonrisa se mantiene. — Gracias, ver un maratón de "hermanos a la obra" sirvió de algo. — Sukuna carcajea.

Yuuji volvió a atender mejor la herida en el abdomen de Sukuna.

El toque era dulce, Yuuji se aseguraba de no hacerle daño, con cuidado y cariño volvió a limpiar la herida, la pomada para cicatrizar la aplicó con tal delicadeza, sus manos eran cálidas y eso contrastaba con la piel fría de Sukuna.

Suspiró dejándose mimar y cuidar por Itadori. Parecía un excelente enfermero ahora mismo. Se disculpaba cada que escuchaba a Sukuna quejarse, lo miraba a los ojos preocupado y volvía su vista a su abdomen.

━ ¿𝐐𝐔𝐈𝐄́𝐍 𝐄𝐑𝐄𝐒? | SukuIta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora