⟶ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 ; 012

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POR ÉL

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POR ÉL.
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— ¿Estás bien? — Sukuna le pregunta a Yuuji en un tono preocupado.

Ambos estaban en la habitación de Yuuji. Los demás Itadori no estaban en casa, así que Sukuna no se preocupó en bajar e ir a verlo, sobre todo por lo que había ocurrido.

Desde hace semanas sucedió que Yuuji se metió en una pelea por proteger a Sukuna, los del bando contrario llegaron a verlo.

Y ocurrieron problemas.

Los cuales Sukuna temió que hayan pasado, tan pronto y siendo graves.

— Sí, tranquilo. — el otro negó.

— ¿Cómo mierda voy a estar tranquilo, Yuuji?

— No fue nada, solo hablé con ellos. — abrazó sus piernas y dijo con voz baja, sintiéndose regañado por Sukuna. Pero entendía, estaba preocupado por él.

— Pudieron golpearte.

— Pero no lo hicieron. — se defendió de inmediato.

A la salida de la escuela, unos tipos interceptaron a Yuuji y hablaron con él. Yuuji no entendía muy bien, hasta que identificó a uno de ellos, el que golpeó. Lo habían amenazado pero Ryomen llegó enseguida e hizo que dejaran en paz a Yuuji.

De ahí fueron a casa de inmediato.

— ¿Qué tanto te dijeron?

— Que si me vuelvo a meter en sus problemas está vez habrá consecuencias... así que todo está bien ¿no? — Itadori quería aliviar toda la tensión que había, Sukuna estaba enojado, frustrado y Yuuji quería hacerlo sentir mejor.

Ryomen estaba enojado consigo mismo, por haber dejado que todo eso pasara. No quería meter a Yuuji en sus problemas y hacerlo parte de ellos.

La mano de Yuuji se posó sobre la de Sukuna, le dio un ligero apretón que hizo que se miraran mutuamente. El menor le dio una sonrisa pequeña, para reconfortarlo.

— No volverá a pasar ¿de acuerdo? — le prometió.

— Más te vale no volver a meterte en una pelea por mi ¿de acuerdo? Porque te juro que si lo vuelves a hacer te mato por idiota. — Yuuj rió por esa amenaza. — No te rías, idiota. Es en serio.

— Por supuesto. — volvió a reírse. — Te lo prometo. Me quedaré como el esposo amoroso que solo te curará las heridas.

— Me gusta más eso.

— A mi no. Prefiero defenderte para que no te hagas daño que curarte esas heridas.

—Lo sé. — suspiró pesadamente. Tomó de los hombros a Itadori y lo abrazó, atrayéndolo a él. Yuuji correspondió el abrazo sin dudar, dejandose cuidar y proteger por Sukuna.

━ ¿𝐐𝐔𝐈𝐄́𝐍 𝐄𝐑𝐄𝐒? | SukuIta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora