⟶ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 ; 010

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ARRUINARNOS

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ARRUINARNOS.
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En la noche, Sukuna fue a la habitación de Yuuji. Sabía que debía disculparse lo más pronto posible. Estuvo meditando sobre qué y cómo decirle a Yuuji. Un "lo siento" no sería suficiente, Yuuji ha estado aguantando demasiado a Sukuna como para que un simple "lo siento" solucione todo.

Sukuna tocó el vidrio de la ventana de la habitación de Itadori quién estaba sentado frente a su escritorio con los audífonos puestos. Se dió cuenta del ruido y rápidamente se quitó los audífonos volteando hacia la ventana, frunció el ceño al ver quien era, suspiró y se acercó a la ventana para abrirla.

— ¿Qué quieres? — preguntó de mala forma.

— Déjame pasar. — Yuuji suspiró frustrado y se hizo a un lado. Sukuna entró y se sentó en la orilla de la cama. Mientras que Yuuji volvió a sentarse en la silla frente al escritorio.

— ¿Y bien? — se cruzó de brazos

— Sobre lo que pasó esta tarde... — empezó. Era casi imposible creer que Sukuna se encontraba nervioso y temeroso. Tenía una sensación rara en su estómago, nervios, demasiados nervios. La mirada de Yuuji era de indiferencia, con los brazos cruzados. Nunca había visto tan molesto a Yuuji. — ... te quiero pedir disculpas.

Yuuji no respondió, espero a que Sukuna se terminará de disculpar, que dijera todo y él tenía todo el derecho a saberlo, pero era difícil, sobre todo porque Sukuna no es bueno con las palabras, se siente patético en este momento.

— No quería decirte todo eso... — susurró con la mirada baja. — Me ganó el enojo. — como siempre. — Estaba preocupado, por ti. No quería que te metieras en esa pelea porque te haría meter en más problemas y... no quiero eso, quiero que te encuentres a salvo.

Sukuna quería decir más, quería decirle que es importante para él, que es su ángel y por eso mismo detestaría que se metiera en problemas por su culpa, por querer protegerlo, porque Sukuna es quien quería protegerlo, no que Yuuji lo proteja a él.

Porque lo aprecia, es demasiado importante para él, demasiado especial. Se imagina a Yuuji con moretones, su labio partido y con sangre y le genera cólera esa imagen mental. No quiere ver a su ángel lastimarse por él, porque no vale la pena, no vale la pena que se arriesgue tanto por cuidarlo.

— Te aprecio y no quiero verte herido. Lo siento por haberte gritado e insultado.

Itadori que no había hablado en todo ese momento se puso de pie, caminó hacía Sukuna parándose enfrente suyo. Tomó sus manos haciendo que Sukuna alzara la mirada, está vez el rostro de Yuuji se veía más relajado, el ceño fruncido no estaba, sus ojos dejaban de mostrar indiferencia, en su lugar una pequeña sonrisa que hacía sus pómulos levantarse y hacer sus ojos más pequeños.

Adorable. Es la palabra.

— Sukuna. — murmuró su nombre. — Eres un idiota. — lo sabía. — Pero también te aprecio.

━ ¿𝐐𝐔𝐈𝐄́𝐍 𝐄𝐑𝐄𝐒? | SukuIta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora