M O N S T E R ©️ 🖤 +18

🖤 Capitulo 12 🖤

"No tengo miedo de la soledad. La gente es infinitamente más peligrosa"

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Capitulo 12

Cassidy

Han pasado dos días desde aquel incidente con Monster y llevo dos días sin verlo. ¿Acaso me esta ignorando?. Se que me pidió que me alejara de él y muy en el fondo siento que debería hacerlo. Pero, hay algo dentro de mi que se niega a hacerlo, una fuerza extraña que me incita a acercarme a él inconscientemente, aunque sea un completo imbécil.

Me encuentro en mi asiento en clase de Literatura con la hermana Amelia, pero ni siquiera le presto atención ya que mi mirada está fija en la puerta, esperando que Monster aparezca por ella. No dejo de preguntarme si esta bien, ¿Le habrá pasado algo? ¿Por qué no ha asistido a clases?

Jugueteo con el lapiz entre mis dedos mientras mi pie se mueve frenéticamente en el piso, con desesperación.

Cuando hablé con Stacey le pregunte si había sabido algo de Monster, pero su respuesta fue que llevaba dos días sin verlo y que nadie lo había visto por el orfanato. 

La curiosidad está matándome con cada segundo que pasa. Ni siquiera sé por qué me preocupo por ese imbécil o por qué sigo esperando que aparezca por la puerta. ¡Es una estupidez!

Suspiro por lo bajo dándome por vencido y vuelvo mi vista al frente dónde la hermana Amelia habla sobre lo grande y filosófico que es William Shakespeare. Apoyo un codo sobre mi pupitre y sostengo mi cabeza prestando atención con total aburrimiento.

El chirrido de la puerta me hace sobresaltar e instantáneamente giro mi cabeza. Entonces lo veo, Monster aparece por la puerta. Al menos se que está bien. ¿Por qué siempre desaparece? Es tan raro. Me le quedo viendo fijamente como todos los demás estudiantes mientras se disculpa con la profesora por llegar tarde.

Paso saliva.

Lleva unas enormes ojeras decorando sus ojos como si llevara mucho tiempo sin dormir. Luce cansado y las heridas de su rostro ya no se notan. Por un instante su mirada encuentra la mía y me tenso al instante.

El pasa saliva y vuelve a ignorarme. La expresión en su rostro se vuelve indescifrable mientras camina pasando a mi lado para dirigirse a su asiento. Lo miro por sobre mi hombro hasta que llega al final del salón. Lleva la capucha de su sudadera negra sobre su cabeza y su piel más pálida que de costumbre,  mientras que sus uñas negras resaltan en contraste con su piel blanca. Se cruza de brazos y estira sus piernas mientra mira al frente con el ceño fruncido,  ignorándome olímpicamente. Ni siquiera me devuelve la mirada el muy idiota.

Me contengo de poner los ojos en blanco y vuelvo a mirar al frente para prestar atención. Si el va a seguir ignorándome bien, pues yo también lo haré. 

Lo admito, la curiosidad está matándome. ¿Dónde habrá estado? ¿Por qué desaparece?. Definitivamente tengo muchas cosas que preguntarle. Su vida es un completo enigma.

Los cabellos de mi nuca se erizan y un escalofríos me recorre por todo el cuerpo de repente.

Y eso solo puede significar una cosa: él está mirándome.

Trago saliva y me obligo mentalmente a no voltear para afirmarlo. 

Quisiera decir que no me afecta en nada, pero lo hace. ¡Joder! Odio que me haga sentir de esta manera, aun sin siquiera mirarlo. Solo su presencia a unos metros de mi ya me descompone. Y, aunque intento buscarle un significado a lo que siento, no lo encuentro.