Capitulo 14

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Capítulo 14
Narra Zelene:
Abrí los ojos lentamente y miré a todos lados, confundida preguntándome ¿En dónde estaba?.
¡Ay por Dios! ¿No me digan que me secuestraron?.
Di media vuelta en la cama, me caí al piso y me golpeé en el brazo. ¿Por qué no hacen el suelo más blando?.

La puerta se abrió dejando ver a Laura.
Suspiré aliviada al darme cuenta de que estaba en la habitación de Karim, aunque mis cosas estaban aquí, no consideraba esta habitación como mía.
Pero me alegraba saber que no estaba en un lugar peor.
Como en Ámsterdam en la habitación del terror.
Me puse de pie rápidamente, sacudiendo la cabeza para desaparecer esos recuerdos y me enfoque en la chica que estaba enfrente de mí.

-¡Buenos días!.
Exclamó Laura entre risas.
-¡Buenos días!.
Respondí adolorida.

Llegué al comedor y me di cuenta de qué era la hora del almuerzo. Todos se encontraban sentados en la mesa y las empleadas corrían de un lado al otro con bandejas de comida.
Quería sentarme en una esquina a comer en silencio, pero eso no fue posible porque solamente había una silla desocupada y cuando la saqué para sentarme esta hizo más ruido que mi bisabuela cuando se ponía de pie.

Fue muy vergonzoso, todo el mundo dirigió su mirada hacia mí. Por suerte dejaron de prestarme atención al escuchar las ocurrencias de Laura.
-Irene, por favor quita la piña de mi plato, es que a nosotras nos da alergia.
La miré extrañada.

-¿Cómo sabes que ella es alérgica a la piña si no a nacido?.
Preguntó Karim con burla.
Miré mi plato y no dije nada.
Empecé a comer mientras escuchaba la absurda conversación de la cual yo no entendía nada.

-¡Ay por favor! Ella está dentro de mí y por eso la piña le da alergia.
-¡Estás loca! Laura.
La chica lejos de ofenderse, empezó a reírse a carcajadas.

Había terminado de almorzar, así que empecé a observar detalladamente a las personas que estaban en la mesa. Mientras esperaba el postre.
La primera era la señora Salma, que había llegado esta mañana,
ella era delgada, de baja estatura, tenía el cabello largo hasta la cintura, era hermoso y de color negro, y ojos castaños.

-¿Puedo comer dos pedaços de pastel, mami?.
Preguntó Leila, la hermana pequeña de Karim.
Está tenia 12 años, era de piel blanca, con el rostro lleno de pecas, los ojos azules, cabello rubio hasta los hombros, rellenita y alta para su edad.

-¿Te sientes bien, Laura?.
Pregunté preocupada.
-Creo que tengo nauseas.
Dijo ella antes de correr al baño.
¡Dios mío! ¿Cómo no me di cuenta?.
Laura estaba embarazada.
Eso explicaba su apariencia.

Laura era de mediana estatura, cabello castaño claro, ojos verdes y algunos kilos extra.

Estaba sentada en el jardín con Masami, observando las flores. Cuando Laura se acercó, ella tomó asiento a mi lado en silencio y después de un rato yo fui la primera en hablar.
-Hasta hoy en el almuerzo fue que me di cuenta de que estabas embarazada.
Ante mi confesión Masami estalló en carcajadas.
Laura esbozó una sonrisa y se colocó las manos en el vientre.

-Sólo estoy ayudando a mi mejor amiga porque ella no puede tener hijos.
Dijo ella con naturalidad.
-¡Oh entiendo!, Veo que quieres mucho a tu mejor amiga.
-Soy nómada digital, viajar es mi vida, pero yo haría lo que fuera por ella.

-Ahora entiendo porque no estuviste en nuestra boda.
-Tranquila, iré a la boda verdadera, ¡No me la perdería por nada!.
Ahogue una carcajada.
-Yo creo que las hormonas te están afectando la cabeza.

Ella me dio una sonrisa y después se puso de pie.
-No sería una verdadera viajera si no visitara una playa de Santorini y no puedo ir sola, así que vámonos.
Masami y yo nos observamos fijamente. Pero no pudimos decir que no a esa carita, además necesitaba despejarme.

Obligada A Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora