Capítulo Nueve

732 67 49
                                    

Picky
















Estadio Akron, Guadalajara

Me lleva la chingada! Estoy hasta la madre de esto! Les tenemos que ganar! — gritó Alexis Vega, lleno de ira por haber perdido la ida de semifinal contra el mayor rival de el club.

— Neto, cálmate, con corajes no ganas nada. Aun queda un partido — aseguró Jael, aplicando ungüento a la rodilla de su amigo.

— Pero es que me hierve la sangre, y más por que ese wey cree que es mejor por estar en el Ámerica, pinche equipo pitero. Vas a ver, Gali, de que ganamos, ganamos.

— Primero Dios, así será. Ya te acabe, ya te puedes ir.

— Por cierto, Pau me dijo que te diera esto, es una invitación para ti y para Jesús a el cumpleaños de Vico, ahí los esperamos.

— Gracias, ahí estaremos, con el favor de Dios.

Alexis se retiró de el consultorio, y la chica se dedicó a recoger todo su material de trabajo. Su teléfono comenzó a vibrar, de nuevo siendo Sebastián.

— Hola, pecas! Cómo estás?

— Muy bien, bonita. Viste mi partido ayer? Te dediqué mi gol, hice la J con las manos. Te iba a hablar ayer pero pensé que ibas a estar ocupada para hoy.

— Te agradezco mucho tu dedicación, espero les vaya bien, pero no mejor que a nosotros. Mi lealtad siempre con mis Chivas — dijo con risas la doctora.

— Lo sé, lo sé, pero, y si llegamos a finales ambos y nosotros ganamos? Como te dedicaré mi triunfo?

— No lo hagas, te arriesgas tu con la afición.

— Pero no quiero que sea secreto que te quiero. Tu sabes que voy en serio con mi amor.

— Sebastián, ya lo hablamos. Por favor no lo hagas mas difícil. Durante este tiempo te he tomado mucho aprecio, incluso te quiero, pero solo como amigo. No creo que sea justo para ti que estés esperanzado, ni para mi sentir que estoy jugando contigo.

— Es que aún no entiendo, por que no me das la oportunidad, Jael? Hay alguien más?

— Que, por supuesto que no! Te deje muy en claro que es simplemente por que no quiero una relación, y mucho menos si fuera a distancia contigo.

— Soy capaz de irme a Chivas por ti, Jael. Así de grande es mi amor por ti.

— Lo siento, Seb, pero esta conversación ya no puede seguir. Ya te dije lo que siento y no te esta pareciendo.

— Mira, mejor hablamos luego sobre esto, no quiero estar mal contigo. Como te fue hoy?

Los dos jóvenes siguieron charlando, llegando a su fin cuando la chica se dió cuenta de que aún necesitaba pasar información en su computadora.

Siguió con su trabajo, y por alguna razón no pudo evitar pensar en cómo se sentía Sebastián. Ella lo había rechazado desde el primer minuto, y la culpa la inundó cuando entendió por que fue. Su corazón ya estaba ocupado. Las lágrimas brotaron de sus hermosos ojos, la tristeza se hizo tan presente como el miedo, llenando de duda a la joven mujer.

— Estas llorando, Jael? — preguntó el director técnico de Chivas, sorprendiendo a la chica.

— Señor Pauno, que hace aquí? Ya lo hacía en su casa.

— Olvide mi pase aquí, pero que te pasa? Por que lloras? Me puedes contar lo que sea, que yo no diré nada.

— No se preocupe, no pasa nada.

PICKY - Alan MozoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora