PICKY - Alan Mozo

Capítulo Diez

                                    Picky

Casa de los Orozco, Guadalajara

— Aún no te responde? — preguntó Aria mientras comía frituras en la cama de su mejor amiga.

— No, y no se por que. El y yo estábamos súper bien, acabábamos de hablar unos días antes. Crees que si le llamo conteste?

— You don't lose anything trying. ( No pierdes nada con intentar. )

Jael hizo lo que le indicó su amiga, y afortunadamente, Sebastián contestó.

— Bueno?

— Hola, pecas, cómo estás?

— Pues bien. Me estoy preparando para mañana. Y tu?

— También bien. Solo te llamaba por que me preocupe por que no me contestaste los mensajes y quería ver que estás bien.

— Si. Estoy bien. Te dejo, tengo que ir a chequeo.

— Bueno, que te vaya bien.

— Mi bonita.

— Mande.

— Te quiero.

— Y yo a ti, Seb. Adiós.

— Ese hombre está en una bigass depression! Mi certificado de psicología me hace estar súper segura de eso. No se le murió alguien?

— No me ha dicho nada. Quizás el jueves puedo hablar con el antes o después de el partido.

— Si, eso sería lo mejor.

El tema quedó en eso, y las chicas decidieron hacerse skincare y ver su serie favorita, Gilmore Girls. Su mañana se quedó en eso, y alrededor de las dos de la tarde se oyó el timbre. Se apuraron a querer bajar a la puerta, más Jesús le ordenó a su hermana que se quedara en su recámara hasta que el le llamara. Fastidiada, ella esperó mientras que su mejor amiga bajaba. Solo oía susurros, y tenía miedo de que fuera una broma.

Por fin la llamaron a bajar, y se encontró con su sala repleta de peonias rojas y blancas, y un letrero en el que decía "quieres ser mi chivanena," la cosa más cursi y adorable que había visto Jael. Alan se acercó a ella y le repitió la pregunta que ya se encontraba en el cartelón.

— Mi Jayita preciosa, quieres ser mi novia, mi chivanena, mi porrista personal, y todo lo que quieras ser?

— Si, Alan, si quiero ser tu novia.

El par se abrazó y el jugador le plantó un beso a su nueva novia. El suceso fue acompañado por los aplausos de Jesús y Aria, que admiraban el momento como padres orgullosos.

— Chuy y yo los dejamos solos, vamos a ir por el súper.

La estadounidense y el jalisciense se apuraron a salir, dejando a los novios en una nube de amor.

— Estoy muy feliz de que seamos novios.

— Dímelo a mi, que llevo enamorado de ti meses.

— Aunque quiero que hablemos de algo.

— Pégame pero no me dejes!

— Tonto, no te voy a dejar, llevamos diez minutos de novios. Solo quiero pedirte que no hagamos pública nuestra relación por ahora. Sabes que Sebastián siente cosas por mi, y yo le negué que estuviera interesada en alguien más, así que solo quiero que esperes un poco, vale?

— Por mi esta muy bien. Aunque igual te voy a tomar fotos con tu cartelón y flores para subirlas después. Aria, Jesús y yo nos partimos la madre haciéndolo — aseguró con risas Alan.

— Muy creativo de tu parte el llamarme chivanena.

— Pa' que veas el mango de novio que tienes, mi guapa. Ahora, te traje todas tus chucherías favoritas. Quieres hacer una movie date?

— Va.

El par pasó la tarde juntos, sobre miel y hojuelas. Sin duda no podían ser más felices.

                         Al día siguiente...

Estadio Universitario, Monterrey

La primera parte de la final quedó en un empate en ceros. No era un mal resultado, pero las aficiones pedían más.

Jael esta vez no iba como parte de el equipo, ya que no estaba en turno, más tenía el pase VIP que le otorgaba su puesto. Traía una jersey de la temporada, con el dorsal de su novio, acompañada de unos pantalones de mezclilla acampanados. Por zapatos llevaba sus acostumbrados Converse en rojo. Aunque apoyaba a sus Chivas, fue con Sebastián a desearle un buen partido. Las dudas en la mente de el chico se calmaron, ya que ella incluso le dio un abrazo, más volvieron cuando la doctora se dió la vuelta y su camisa decía "Mozo."

Ya no había lucha, ella nunca lo amaría como el lo hacía.

                              El domingo...

Estadio Akron, Guadalajara

Las lágrimas se hicieron presentes en todos los miembros de el plantel de Chivas. Alan, tirado en el pasto, era consolado por su hermosa novia, quien también lloraba a mares. A lo lejos los miraba Sebastián, quien a pesar de ser campeón, era infeliz. Ese trofeo no se comparaba con la suerte que poseía Mozo de tener a Jael. Un fotógrafo notó el triángulo, y no dudó en tomar foto.

— No te preocupes, amor, los tiempos de Dios son perfectos, ya verás que la siguiente es la nuestra.

— Es mi culpa, no hice suficiente.

— No digas eso, Alan, fuiste de los mejores este torneo. Y mira, te compre este collar de perlas, así tenemos uno igual y ya no me robas el mío.

— No se que haría sin ti — afirmó con una sonrisa el lateral.

Luego de que los Tigres levantaran el trofeo, Jael fue a felicitar a su amigo. El, cabizbajo, no guardó lo que pensaba.

— Felicidades, Seb.

— De que? Esto no es nada. Lo único que quería era tu amor, y tú quieres a otro.

— Perdón, Sebastián. Solo pasó, y no quise lastimarte. En serio te quiero mucho como amigo, y no te quiero perder.

— Mira, ya lo entendí, y esta bien. No siempre seremos correspondidos. Solo quiero alejarme de ti un tiempo para superar esto. Después de eso, con gusto seguiré siendo tu amigo.

— Está bien, mi pecas. Adiós.

— Adiós, mi bonita.

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xio