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-Joder, encima me dejé el reproductor afuera- me quejo al recordar dónde lo dejé, me dejo caer en la cama y cojo mi cuaderno de dibujos para improvisar algo que se me venga a la cabeza mientras veo que coge un libro y se pone a leer, vuelvo a concentrarme en mi cuaderno hasta que de repente se me parte la punta del lápiz- mierda- maldigo por lo bajo, me levanto y busco entre mis cosas algo con lo que afilar el lápiz pero no encuentro nada- ¿tienes algo con lo que afilar el lápiz?, se me quedó el papel de lija afuera-

-No, no tengo nada, lo siento- levanta la vista para verme antes de volver a ver el libro y pasar la página

-Me cago en la puta- me dejo caer otra vez en la cama 

-¿Se te están acabando las opciones para pasar el tiempo?, pobrecita- finge tener pena- si me dices lo que quiero saber, puedes salir para coger todo lo que necesitas-

-Buen intento Zahir, pero no, no pienso caer en tu intento de convicción- me cruzo de brazos mirando al techo pensando en lo que puedo hacer para poder conseguir esa dichosa llave hasta que se me ocurre una idea de la que tal vez pueda arrepentirme si me sale mal, me pongo en pie como quien no quiere la cosa y me acerco a mi parte del armario- ¿te importa si me pongo cómoda?- ella niega sin despegar la mirada del libro, aprovecho que el armario tiene puertas grandes y me quito la parte de abajo del bikini para ponerme una braga negra de encaje y salgo de detrás de la puerta, camino hacia ella y aprovechando que está acostada me siento de espaldas a ella sobre su regazo como quien no quiere la cosa

-¿Qué coño haces?- me ve entre sorprendida y confusa

-¿Me haces el favor de quitar el nudo?, yo sola no puedo- pongo mi mejor cara de niña buena y ella suspira antes de dejar a un lado el libro y se incorpora aún yo estando en su regazo, noto sus manos sobre mi piel y con cuidado va quitando el nudo del bikini una vez he apartado mi melena y siento las tiras caer a mis costados por lo que sostengo la parte que cubre mis pechos para que no se vean, no me aparto porque aún sus manos están sobre mi pie y pasa la yema de sus dedos por alguno de mis tatuajes

-Veo que has cogido color muy rápido- 

-Siempre me pasa, cojo color muy rápido pero nunca llego a ponerme negra, desde que me fui de mi isla por la peque mi piel se ha blanqueado bastante- 

-Te sienta bien- sonrío antes de levantarme de su regazo y volver donde está el armario, dándole la espalda me quito la parte de arriba y lentamente me pongo bajo su atenta mirada el sostén y una camiseta grande blanca semitransparente que se ve a través de esta el color de mi ropa interior, me recojo la melena en un bollo alto para que no me molesten los mechones y de repente siento unas manos en mi cintura que van subiendo lentamente por mi abdomen por encima de la camiseta y deteniéndose un poco sobre mis pechos apretándolos levemente haciendo que jadee levemente y cierro los ojos dejándome llevar un poco por la sensación, está cayendo en mi plan, siento su respiración chocar contra la piel del cuello haciendo que se erice casi de inmediato, me giro quedando a escasos centímetros de su rostro, miro sus profundos ojos marrones con toques verdosos que hace que me pierda un poco en ellos, tomo por fin el valor antes de posar una mano sobre su mejilla y ella toma la iniciativa y une sus labios con los míos en un pequeño beso del que nos separamos para volver a juntarlos con más ansias, devorando los labios de la contraria con hambre, separo mis labios dando paso de lenguas a ver quién consigue tomar el control, mientras tanto paso mis manos por su cintura y poco a poco hago que retroceda hasta chocar contra la cama y la enpujo quedando sentada, sin dejarle tiempo a que reaccione me siento en su regazo otra vez y vuelvo a devorar sus labios que se me hacen adictivos ahora y dejo un rastro de besos desde sus labios pasando por su mandíbula hasta su cuello dinde reparto besos y leves mordidas que le hacen jadear vuelvo a subir a sus labios y mientras la distraigo paso mis manos por su piel bajo la camiseta y voy subiéndolas hasta meterlas debajo de su sujetador, en cuanto siento algo bajo mi mano muerdo su labio de tal manera de que le hago sangre, me separo de sus labios y me acerco a su oído

El Escorpión y la BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora