El Escorpión y la Bestia

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-Bellatrix Black, de 20 años, condenada a 15 años por homicidio- lee una mujer por encima mi expediente mientras que yo estoy a un lado de una mesa con una bandeja- quiero que te quites la ropa y te pongas de cara a la pared y con las manos apoyadas en esta, se te registrará a fondo en busca de algún rastro de droga o cualquier cosa que se pueda usar para dañar a cualquiera- ordena y yo a mala gana obedezco dejando toda mi ropa sobre la bandeja bien doblada mientras veo que se pone solo un guante de látex, una vez desnuda me pongo frente a la pared y sobre la línea amarilla, se acerca a mí por la espalda y siento algo intrusivo meterse tanto en mi vagina como por el otro lado en busca de alguna sustancia y no encuentra nada, en cuanto se separa suelto un suspiro de alivio y vuelvo a separarme de la pared- ahora vístete y coge las cosas que ya te han dado cuando llegaste para ahora llevarte a tu celda con tus compañeras, venga, date prisa- 

Pongo los ojos en blanco y vuelvo a vestirme pero esta vez con una camiseta de manga hueca con un pantalón de chándal de color amarillo, junto con una camisa del mismo color con el nombre de esta cárcel y mi número de identificación junto con unas zapatillas blancas de belcro y unas crocks para estar en el interior al igual que un neceser con las cosas básicas y un par de cosas más. Una vez ya lista dejo que guarden mis cosas al igual que mi móvil y más cosas, cojo la bandeja con mis cosas y la Gobernanta me lleva hasta la galería donde prácticamente soy el punto de mira de todas y de piropos realmente groseros referente a mi físico y mi apariencia, llegamos al módulo 2 y enfrente de la celda 234 que está abierta y con tres personas dentro.

-Esta es tu celda, Black- dice haciéndose a un lado dejándome ver a tres mujeres muy diferentes entre sí, una es alta y delgada, piel morena, cabello largo, azabache y ondulado, de nariz aguileña, y ojos oscuros, sobre la cama alta de la litera de la izquierda hay otra mujer de cabello liso y negro como la noche misma, piel pálida, cuerpo moderadamente tonificado, con flequillo y con unos penetrantes ojo verdes oscuros delineados con negro acentuando más sus ojos, y en la cama baja de la otra litera hay una joven de piel pálida como el color de su cabello y de apariencia debilucha, la que está en la cama alta se baja con agilidad y me escanea con la mirada mientras se acerca a nosotras, la verdad es que impone bastante

-Gobernanta, debe de ser un error, ya se lo dijimos hace dos días, aquí no cabemos más- su voz por una parte es intimidante pero por otra parte es un tanto grave

-Ya te lo he dicho, todo está lleno, Black se queda aquí- por su tono de voz algo me dice que como que le tiene respeto o un poco de miedo, la de cabello mucho más oscuro que tiene pinta de ser mora se ve que lo piensa hasta que un tanto frustrada se gira a la peliblanca con el ceño fruncido

-Tú, te pasas a la parte baja de mi litera, ahora- le ordena y la otra temerosa se levanta y lo hace rápido- la tuya es la de arriba-

-No la asustes demasiado- 

-No prometo nada- contesta mientras que yo entro y preparo la cama tal y como he observado en sus camas y coloco mis cosas en mi estantería en silencio- y bueno, ¿no te vas a presentar o tendré que llamarte como me da la gana?- se cruza de brazos mientras trata de intimidarme pero eso no funciona conmigo

-Soy Bellatrix Black, pero pueden llamarme Bella, me da igual- alzo mis hombros mientras sigo colocando las pocas cosas que me han dejado pasar y saco de entre mis cosas, que estaba escondido entre ellas un colgante al igual que saco un par de materiales inofensivos pero esto parece llamar la atención de la misma que ha estado hablando y se acerca deteniendo mi mano justo cuando estoy colocando mis pequeños botes de pintura en la estantería

-¿Por qué te han dejado traer tantas cosas como esas?- me mira con desconfianza

-Porque lo han registrado todo a conciencia y se han asegurado que no tiene ninguna de mis cosas algo indebido, también porque serán revisados casi a diario para asegurarse de que no escondo nada dentro y a parte de por mi expediente es recomendable que no me falte nada si quiero que mi estancia aquí sea más llevadera, es mejor así- no muy convencida me suelta y me deja terminar de colocar mis cosas- ¿puedo saber cómo se llaman?-miro a cada una