¿Qué pasaría si el más tryhard de la isla tuviera demasiada mala suerte?.
Spreen es experto en supervivencia y en combates de cuerpo a cuerpo, todo debido a los años de experiencia que tiene, aunque, no sólo bastaba con la técnica, sino también con...
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- Ay, que bonito pinche día...
Dijo Quackity estirandose tranquilamente acomodandose debajo de un árbol, y es que sí, el día estaba soleado y era perfecto, no hacia ni demasiado calor, ni frío. Era un clima hermosamente templado donde un leve viento recorría el ambiente moviendo las hojas de todos los árboles, los pajaritos cantaban y no había señales de nada peligroso.
- Quackity, ¿podes levantarte y ayudarme hijo de puta?, estoy haciendo todo yo solo boludo.
Y bueno, el pato estaba disfrutando del día, pero no podíamos decir lo mismo de Spreen, un híbrido de oso que estaba haciendo todo el supuesto trabajo. Ellos no habían llegado de la nada a ese lugar. Esa misma mañana el oso de lentes oscuros había ido a buscar a quackity para que sea su acompañante y ayudante en un trabajo, el cual era ir en busca de un lobo.
Spreen sabia que Roier se comportaba raro desde aquel día en el que él había matado a su lobo. Por más que diga que ya lo había perdonado y que estaba todo bien, él dudaba de esas palabras. Así que se decidió el salir en busca de uno, y para su mala suerte se había pasado parte del día buscando pero aún no daba con ninguno.
Como ya habíamos dicho, quackity se había ofrecido a ayudarlo, pero el menor estaba haciendo de todos menos brindar eso.
- Ay cabrón, calmate spreen. Ya recorrimos este lugar hace una hora wey. Y no encontramos ni madres. ¿Por qué no haces lo que estoy haciendo y tan sólo te sientas? No todos los días podemos ser tryhard.
- Quackity, necesito encontrar un lobo para Roier, ya te lo dije.
- Pero ¿por qué tienes tanta necesidad de encontrarle un lobo?. Roier te dijo que no pasaba nada, ya ni siquiera se debe acordar wey.
El oso soltó un suspiro y se sentó en el suelo viendo al pato por debajo de sus lentes negros.
- Roier sigue igual de cortante, sé que le afectó que yo lo haya herido y aunque no se note, ya me tiene hasta las pelotas el sentirme... No sé, me me siento raro.
Quackity lo escucho atentamente desde su lugar, en frente de él aún apoyado en el arbol y respondio:
- ¿sabes que creo yo?
- ¿qué?
- Que te gusta roier y te estas sintiendo culpable por lo que hiciste wey, ya ve y dile todo de una vez.
- Ahg, otra vez con ese tema...
El híbrido de oso rodo los ojos para luego levantarse y seguir con el trabajo de caminar por los alrededores buscando su objetivo.
Quackity en ese momento se levantó y camino para seguirle el paso detrás de él.
- ¿Por qué no eres claro con tus sentimientos de una vez spreen? Solo haras que roier se confunda o se aleje
