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Cinco días habían pasado desde el maravilloso plan que habían formado entre Luzu, Quackity y Spreen

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Cinco días habían pasado desde el maravilloso plan que habían formado entre Luzu, Quackity y Spreen. Y hoy era el gran día de poner en marcha todo lo que habían hablado.

Pero, había un problema.

Spreen no entendía que mierda estaba pasando últimamente con él mismo, y es que todo a su alrededores estaba saliendo mal, siempre le pasaban las cosas a él, pisaba minas, en las batalla de cuerpo a cuerpo con los mobs siempre pasaba alguna cosa pequeña que terminaba por dejarlo vulnerable.

Spreen corría escapando de un esqueleto el cual lo seguía desde hace rato, otra flecha impacto en su hombro y gruñó con enojo parando en seco. Tomó una piedra lanzandosela dándole justo en la cabeza, y aprovecho ese momento para seguir corriendo y perderlo.

Un paso en falso logro hacer que caiga en una trampa, una soga se envolvió en su tobillo derecho y cuando menos lo pensó estaba boca abajo atado en un árbol.

— Me tienen la pija por el piso todos. Dios ¿por qué me pasa esto a mi?

Se quejo enojado, la luz del sol empezaba a aparecer de apoco, y él solo estaba ahí, sosteniendo sus lentes para que no se le caigan, estaba un poco mareado, pero no sabía si era por estar boca abajo en altura o por sus heridas que llevaban horas sin sanar.

No tenía nada encima suyo, cualquiera podría preguntarse en donde estaban sus pertenencias, y tal vez por no tenerlas termino tal cual estaba.

Sus cosas se había extraviado, cada una de ellas, bueno resulta que spreen salió a buscar minerales, más diamantes para poder reforzar su armadura, pero no encontró nada, llevaba días buscando y no hayaba nada, era como si escaparan de él mismo. El día había finalizado sin haber encontrado nada y con sus herramientas totalmente gastadas, en medio de su camino a casa oscureció.

Spreen estaba listo para luchar como normalmente lo hacía, pero las cosas continuaron cayendo en picada, se encontró con un cocodrilo en el camino el cual lo arrastro al agua, cuando pudo matarlo y salir se percato de que no tenía nada encima y que sus cosas se había perdido en el medio de un pantano.

Ya estaba un poco enojado, así que sigui caminando, solo portaba la espada que tenia en su funda y su armadura, la cual no duró mucho ya que al recibir un primer golpe de uno de los zombies terminó por volver a romperse. Y así continuaron las cosas, incluso perdió su espada en el camino, por ultimo calló en la trampa que estaba ahora mismo.

El sol estaba golpeando su rostro lo cual se le hacia más molesto, no había dormido en lo absoluto y ya estaba cansado de todo lo que estaba pasando, ya que no solo tuvo percance esa noche, sino que los días anteriores también había sufrido un montón de cosas de la misma forma. Caía en trampas que no debía, perdía o rompía sus cosas en los momentos menos indicados, era como si lo malo le siguiera deseando que muriera siempre.

— Escuche que me llamaban — Dijo una voz de la nada. Spreen volteo buscando con la mirada pero no hayo nada. — Pss, aquí — Volvió a mirar hacia e frete viendo que había alguien con una mascara de ¿oso? Sí, pero era un ángel, apareció de la nada, y spreen reacciono asustandose.

Mala suerte (spiderbear)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora