Las aventuras futanari de Nami -traduccion-

Capítulo 16: La Sirenita- Camie

Punto de vista de Nami

Después de dejar el balneario, continuamos nuestro viaje hacia la isla de Fishman. Tardamos varios días, pero finalmente llegamos a la Línea Roja. Usamos el submarino para explorar más profundo, pero no tuvimos suerte en encontrar alguna señal de la Isla Fishman o como llegar allí. Cuando sacamos el submarino también sacamos un enorme monstruo marino. Por suerte, los demás se encargaron de él, sin que yo tuviera que mover un dedo... ¡no es que fuera a ayudar de todas formas, esa cosa era enorme!

Cuando se ocuparon del rey marino, éste soltó una estrella de mar parlante y una sirena. Las leyendas eran ciertas, las Sirenas eran cosas hermosas.

Esta sirena se llamaba Camie y era hermosa. Tenía el pelo corto de color verde pálido, grandes pechos contenidos dentro de una camiseta de tirantes ajustada, pero su mejor característica era su hermosa cola.

Camie nos pidió que ayudáramos a su amiga que había sido secuestrada. Estábamos de acuerdo hasta que vimos a quién había que rescatar. Al principio estaba con Luffy... dejándolo allí... pero al final cambié de opinión y le dije que dijera Hatchan.

"Él es inofensivo." Le dije "Y normalmente era bastante amable conmigo".

Así que los luchadores hicieron lo suyo y rescataron a Hachi de esos tipos que montaban peces voladores. Sonya tuvo que reacomodarle la cara a un pobre tipo porque se parecía a su cartel de recompensas. Ahora se creía guapo, y también creía que Sonya le quería.

Hachi nos explicó que podía llevarnos a la isla Fishman, pero que antes tendríamos que recubrir nuestro barco con una sustancia especial, así que teníamos que ir a un lugar llamado Archipiélago Sabaody.

Cambiamos el rumbo y nos dirigimos al archipiélago. Era mi noche de guardia, así que estaba en cubierta observando el mar.

"Hola Nami-chin." Camie dijo saltando a la cubierta "¿Por qué estás levantada tan tarde?"

"Estoy de guardia." Le expliqué: "¿Por qué estás levantada?"

"No estoy cansada." Me dijo.

"Tuviste un día largo". Le dije: "Deberías dormir un poco".

Camie y yo hablamos un rato. Charlamos sobre la Isla Fishman y las sirenas. Finalmente, la conversación derivó hacia la ropa.

"¿Así que tu amiga estrella de mar hace todas estas cosas?" le pregunté tocando el dobladillo de su camisa.

"Sí, Pappug me hace toda la ropa". Me explicó: "Tengo más cosas, si quieres verlas".

Camie rebuscó en su bolso y sacó una camiseta de tirantes morada. Sin decir nada se quitó la que llevaba puesta. Vi que llevaba un sujetador de conchas marinas, como los que dibujan las sirenas en los libros. Vi lo apretado que estaba contra su gran pecho y estuve a punto de cogerla en ese momento.

"Qué mono". Le dije.

"¿Quieres probarte uno?", me preguntó.

"No creo que me quede bien". Le dije: "Soy un poco más grande que tú".

Camie soltó una risita "Un poco... más bien mucho".

Me reí "Sí".

"Eres muy guapa Nami". Me dijo Camie.

Me sonrojé "Gracias...a ti también".

"Eres muy...Umm...curvilínea". Me felicitó Camie.

"Hmm." Asentí.

De repente Camie me pinchó la camiseta "Son grandes".

"¿Uhh?" Dije confundido.

"¡Lo siento!" gritó de repente "¡No sé en qué estaba pensando!".

Yo sólo me reí, ella era tan adorable.

"¿Quieres verlos?" le pregunté.

"¿Eh?" Camie dijo.

Me levanté la camiseta y el sujetador y se lo enseñé a Camie.

"¡Vaya!", gritó, "¡parecen aún más grandes!".

Me reí y sacudí el pecho... y entonces lo dije.

"¿Quieres ver algo más?" pregunté.

"Claro..." dijo Camie.

Me desabroché el botón de los vaqueros... y me bajé las bragas.

"Oh...Umm...no me esperaba eso." Dijo Camie.

"Supongo que ahora somos amigos, así que debería enseñártelo". Sonreí.

Camie parpadeó: "¿Puedo?".

"¿Tocarlo? Claro, pero con cuidado".

Camie se inclinó hacia delante y me tocó la polla un par de veces.

"Está tan... caliente... y carnosa".

"Aquí." Dije cogiendo su mano y envolviéndola alrededor de mi polla "Ahora aviva".

Camie movió lentamente su brazo y comenzó a estimular mi polla. Mientras Camie me daba placer yo me quité la camiseta del todo y dejé que mi cabeza rodara hacia atrás mientras gemía.

"Eso es" Gemí "Lo estás haciendo muy bien".

"Esto se siente bien." Camie dijo.

Le indiqué que se quitara la camiseta y envolviera mi polla con sus grandes tetas.

"Esto es aún mejor." Camie dijo mientras me cogía por las tetas.

"Oh si...allá vamos...joder..." gemí.

Camie rebotó su pecho un poco más y dejé escapar un fuerte gemido.

"¡UGH....FUCK!"

Explote mi carga por toda la cara y los pechos de Camie.

"Eso fue... salvaje" jadeé.

"Ohh." Oí gemir a Camie "Tan caliente..."

Me di la vuelta y vi la cara de Camie volverse un poco más madura. El resto de su cuerpo también parecía haber crecido un poco. Sus pechos eran más grandes, pero también estaban un poco caídos.

"¡AHH!", gimió mientras se oía un ruido desgarrador.

Su cola se partió y dejó dos hermosas piernas en su lugar.

"¡¿Eh?!" Camie dijo mirándose a sí misma "¿Piernas? Tienes que tener 30 años para tener estas".

¿Yo... la hice más vieja?

Camie luchó por ponerse de pie, pero finalmente consiguió mantenerse en pie.

"Esto es tan raro." Dijo: "Me siento tan diferente".

Me acerqué y toqué el brazo de Camie "Te ves aún mejor".

Tiré de la sirena en un beso y envolví mis brazos alrededor de su cuello. Las dos nos besamos un rato antes de que Camie saltara a mis brazos y envolviera mi espalda con sus nuevas piernas.

"¿Estás lista?" le pregunté.

Sentí como Camie se inclinaba hacia delante y juntaba nuestros pechos "Hazlo".

Levanté un poco a Camie y la sirena se deslizó sobre mi polla. Empezó a rebotar arriba y abajo. Empezó a gemir y yo gruñía cada vez que el peso se desplazaba por su movimiento.

"Esto es increíble". Camie gimió "¡Más fuerte!"

Gemí y empecé a mover las caderas para acompañar los movimientos de Camie. Los dos siseamos, gruñimos y gemimos mientras follábamos en la cubierta. Sentí que las piernas de Camie apretaban mi cintura.

"OHHHH!" gimió y sentí sus jugos salir a chorros "¡NAMIIIII!"

"Oh mierda." Gemí mientras Camie se ponía increíblemente apretada "Voy a...."

Le di a Camie tres fuertes empujones más.

"¡CAMIE!"

Sentí como mi semen llenaba a Camie y luego goteaba por nuestras piernas. Dejé que Camie bajara, ambos jadeábamos y tratábamos de recuperar el aliento.

"Qué noche". Suspiré.

"Sí". Camie me miró frotándose las piernas "Fue increíble".