UN RAMO PARA FUMAR [Bellamione]

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"¿Que está haciendo ella aquí?"

Bella estaba sentada en el suelo, con las piernas cruzadas, con una caja envuelta cerca de su oreja donde la había estado sacudiendo. Hermione estaba acurrucada en el sillón que Bella había dejado libre después de poner dicha caja envuelta sobre la mesa, junto a un regalo mucho más prolijo. Narcissa, que mantenía abierta la puerta principal de su pequeño departamento, estaba poniendo los ojos en blanco.

En dicha puerta, una mujer que Hermione tuvo que asumir que era Andrómeda, dado que se parecía a Bella, estaba de pie con las manos en las caderas y una mirada determinada en su rostro. En su mano había un regalo envuelto en plata, sus largos dedos golpeaban contra él.

"Oh, no seas una reina del drama, Bella. Es tu cumpleaños, un momento para la familia," dijo Narcissa, haciendo pasar a Andrómeda a la habitación.

Hermione observó a Bella observando a Andrómeda, quien le devolvía la mirada con cautela. Había estado planeando esto con Narcissa durante las últimas semanas, las lechuzas volaban de un lado a otro entre los dos. Ambos habían pensado que sería una buena idea poner a las dos hermanas en la misma habitación, y el cumpleaños de Bella les había dado la excusa perfecta.

Ahora se preguntaba si había cometido un error.

Hacía dos días había sido el aniversario de la Batalla de Hogwarts. Había habido grandes celebraciones en todo el mundo mágico y había visto la cara de Harry en todas partes. Las entrevistas de Ron y Neville habían estado en el Daily Prophet. El Ministerio había realizado un gran evento para ello.

Hermione se había escondido en su apartamento con Bella durante todo ese tiempo.

No es que no estuviera orgullosa del trabajo que habían hecho, o entristecida por la pérdida de tantas vidas. Era más que se sentía incómoda estando entre ellos, toda esa gente que había luchado y vencido. Algunos días era fácil olvidar que vivía con la mano derecha del hombre que los había llevado a la guerra. Otros días... bueno, digamos que no fue tan fácil.

No le había parecido correcto alardear entre los valientes que habían luchado y los que habían perdido seres queridos cuando ella estaba encerrada todos los días con una de las mujeres que había sembrado tanto dolor en sus vidas. Estaba segura de que nadie la había extrañado, o que se notaba su ausencia. Después de todo, había estado encerrada en el sótano de los Malfoy durante la mayor parte de la guerra. Cualquier contribución que ella pudiera haber hecho se había visto ensombrecida hacía mucho tiempo.

Encerrada en su habitación, escuchó el ruido de cosas rompiéndose en la habitación de Bella y cuando finalmente salió, sus ojos estaban rojos y le lanzó a Hermione una mirada sucia. Después de una ducha, volvió a salir y se acurrucó en el extremo del sofá en el que Hermione estaba sentada y se quedó dormida, con los pies descalzos apoyados contra la pierna de la joven.

En general, tal vez invitar a su propia fiesta de cumpleaños a alguien que su alma gemela había jurado odiar y con quien no había hablado en unos treinta años no era lo que necesitaban. O, tal vez, era exactamente lo que necesitaban.

"No la quiero aquí".

Bella se había puesto de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho y haciendo pucheros como un niño pequeño a punto de hacer una rabieta. Hermione suspiró. Su cabeza se volteó.

"No creas que estás fuera de peligro. Sé que esto es obra tuya", gruñó, "traidor".

"Bella, vamos", dijo, "ella es tu hermana".

"Ella no es hermana mía", espetó ella.

Andrómeda se enderezó lo mejor que pudo, mirando por debajo de su nariz de una manera que era demasiado familiar para Hermione. Era fascinante, ver el reflejo en el espejo de Bella si fuera más suave y hubiera conocido el amor y la felicidad. Por un lado estaba la mujer dura e impredecible que había traído tanto dolor al mundo mientras trataba de moderar el dolor dentro de sí misma. Por el otro, una mujer que había escapado de sus torturadores para construir una vida de amor. Tan similar a la vista y, sin embargo, no podría ser más diferente después de todos estos años.