Habían sido días tranquilos, sin mayor novedad, Fyodor estaba terminando de escribir en su diario, mientras observaba sus dibujos de payasitos con trenza y sus amiguitos del bosque. Seguía recordando ese sueño solo gracias a los dibujos que realizo.
-Tengo mucha imaginación.- Se decía a si mismo mientras se preparaba para dormir.
En un momento de la noche voces extrañas lo despertaron. Sin moverse y fingiendo aun estar dormido, presto atención.
-Sigma no empujes.
-No soy yo, es Iván.
-Iván te dije que no nos siguieras. Esta ventana no es lo suficientemente grande para los tres.
-Hay que entrar de a uno.
-Si pero yo primero. ¡Maldición, dejen de empujarme!.
-Dile eso a Iván.
No puede ser, conocía esas voces.
-Sigma no hables que lo vas a despertar.
-Eres tu el que no deja de hablar.
Esto no esta bien, Fyodor no podía seguir quieto, sentándose en la cama encendió la luz. Ante sus ojos vio a Nikolai saliendo de un extraño portal que conectaba con su ventana. Detrás de él se veía a Sigma quien lo saludo con la mano y un poco mas atrás estaba Iván empujándolos.
-No... no puede ser, ¡Auxilio ladrones!- Fyodor empezó a gritar levantándose y corriendo hacia la salida. Esperando que los vecinos lo ayudaran, pero antes de llegar a la puerta fue atrapado por Nikolai, el cual coloco una mano sobre su boca.
-¡Te tengo!, Fyodor me alegra que te pongas a tiritar de la emoción al verme, pero si no te callas vas a despertar a todo el edificio-.Nikolai empezó a arrastrar al pelinegro hacia la ventana. -¡Sigma ayúdame a amarrarlo no deja de patearme!.-
Fyodor trataba de soltarse, moviéndose y pataleando.
-¡Aahh, me mordió!.-
Por fin logro soltarse, cayendo al suelo y alejándose de los tres extraños.
-Nikolai lo estas asustando.-
-Sigma aprende a leer las señales, esta feliz de vernos.-
-¡Estas completamente loco, aléjate de mi!-. Fyodor solo tenia como arma cercana sus libros de texto, los cuales no dudo en usar, lanzándolos a Nikolai.
-¡No me ataques!-. Reclamo mientras evitaba que los libros le golpearan el rostro.
-¡Sal de mi casa!
-¡No!... con el libro de historia no.-
Nikolai resulto ser muy hábil esquivando libros y objetos que Fyodor le lanzaba. No es que tuviera muchos artículos caseros para defenderse en su cuarto, pero recibió una ayuda inesperada, Iván amablemente se dedicaba a recoger y lanzar cosas al payaso.
-¡Iván te voy a matar!.-
Sigma solo se sentó en la cama a mirar la escena.
Cuando noto que Nikolai solo se cubría y no se acercaba dejo de atacarlo.
-¿Que hacen aquí?.- pregunto con un libro en la mano dispuesto a atacar otra vez.
- Como preguntas eso, vas a mi casa, me seduces, me invitas a tu casa y me recibes tirándome libros.
Fyodor miro sorprendido al payaso. -No se que película te estas inventando.- Reclamo golpeándolo otra vez con un libro.
-Esta bien, esta bien. No puedes dejar un juego del escondite a medias. Era obvio que iba a encontrarte.
- ¿Sigma que haces aquí?.- Prefirió ignorar a Nikolai y hablar con alguien que parecía un poco mas cuerdo.
- Bueno... te extrañaba así que decidí visitarte, no era mi intención asustarte, lo siento mucho, y no le hagas caso a Nikolai acostumbra imaginar muchas cosas.-
- Pero si nos conocimos solo unos momentos y apenas hablamos.- Murmuro Fyodor. - ¿Y tu Iván?.- Iván ya no estaba en la habitación, lo encontró en la cocina. -¿Iván que haces?.-
- Te preparo algo para beber, ¿Quieres café o té?.-
- Café. No espera quiero que salgan de mi casa.-
- Es cierto, Iván tu no tenias que venir. Sal de su casa.- Nikolai se acerco a la cocina.
- Necesito despertar de este sueño.- Fyodor no entendía que ocurría, hubiera seguido indagando en toda la situación, pero Iván lo interrumpió.
- ¿Cuantas cucharadas de azúcar?.-
- Dos... ¡No salgan de aquí!.-
- Tu tranquilo, solo yo me voy a quedar.-
- No sobre todo tu Nikolai, sal de aquí.-
- ¿Eso significa que puedo quedarme yo?.- Pregunto Sigma.
- Si no te tomas pronto el café vas a llegar tarde a clases.
- ¿Como sabes eso Iván?.- Al mirar su reloj noto que ya era bastante tarde. - Como paso tan rápido la hora. Tengo que irme. Vamos todos salgan de mi casa.-
- Bien te acompaño a tus clases.-
-Claro que no Nikolai.-
-Te esperare fuera del departamento.-
- No Iván. No hagan ninguna locura, no los quiero aquí cuando llegue, salgan por la ventana que entraron o desaparezcan mágicamente. Pero en mi casa no se quedan.- Amenazo antes de irse.
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De ilusiones.
HumorFyodor se sentía solo en la ciudad hasta que un extraño suceso hace que tenga más compañía de la que imaginaba. Los personajes no me pertenecen. Se prohíbe cualquier tipo de copia o plagio de esta historia.