De ilusiones.

Capitulo 11

Solo logro dormir un par de horas, a la mañana siguiente al salir de su cuarto para alivio, decepción o preocupación de Fyodor no encontró a nadie, en su departamento. Durante el fin de semana no apareció ninguno de los tres y el Ruso no logro dormir bien esos días, tenía la cama para él solo y aun así durmió incómodo. No podía creer que en tan pocos meses se hubiera acostumbrado a dormir encima de Nikolai con Sigma pegado a su espalda respirando en su cuello y con Iván preocupado de abrigarlo cada vez que se destapaba, intentando no pensar en eso se dedicó a ordenar su pequeño salón entre secar tratar de sacar manchas de sangre y limpiar la alfombra, se le iba el tiempo. Intento en vano reparar la silla.

- ¡Que desastre!.- Genial aparte de tener sus gastos estudiantiles tendría que comprar una alfombra, un florero y vigilar que la mesa no se desarmara.

-Me preocupare de esto mañana después de clases.- Se dijo a sí mismo.

Le preocupaba donde podrían estar sus tres ex parejas o compañeros, no sabía si estuvo bien terminar con ellos y decirles que saldría con alguien más, pero en ese momento estaba tan molesto que fue lo único que salió de su boca, quería lastimarlos, uno de ellos lo golpeo y luego ninguno le quiere decir quien fue. Suspiro, tenía claro que cuando uno está muy molesto termina diciendo cosas de las cuales luego se arrepiente. Sentía cargo de conciencia pero también tenía claro que no podían quedarse en casa. Además le preocupaba las palabras de Nikolai y Iván, parecían sacadas de una película de terror, no podía estar viviendo con esa clase de dementes, se repetía tratando de no sentirse culpable, ni imaginar nada malo. Tenía que enfocarse en sus estudios su música. Si era necesario poner cara de "todo está bien", aunque tuviera un desastre en su vida amorosa lo haría.

-Hasta ahora he estado bien solo, no necesito a un grupo salidos de un psiquiátrico para ser feliz. Ya me acostúmbrate a dormir solo.- Ojalá se creyera sus propias palabras.

Terminado el fin de semana, al despertar se encontró apoyado y babeando en un peluche gigante de ratoncito.

- Pero... ¿de dónde salió esto?.- Se levantó y descubrió que tenía un nuevo juego de comedor, una alfombra y florero nuevos.

-Esto no está bien.- Lo primero que hizo fue abrir su armario pero no encontró a nadie reviso por todos lados pero estaba completamente solo en su departamento, a parte del peluche y sus nuevos muebles, descubrió que tenía el desayuno listo y un almuerzo listo para llevar, el peluche gigante y la comida le daba la pista que Iván estuvo en casa, pero el único que tenia presupuesto para comprar era Sigma, y Nikolai podía aparecer y desaparecer a su gusto y de forma silenciosa, así que pudo haber sido él, el que entró mientras dormía.

-Malditos, ahora se pusieron los tres de acuerdo-, solo espero que no hayan entrado a robar a alguna tienda estos artículos.- Se comió el desayuno, sentado en su nuevo comedor acompañado del peluche gigante de ratoncito.

Al entrar al baño y prepararse para salir se llevó una sorpresa bastante inesperada y desagradable. - ¡MALDITO, NIKOLAI DESGRACIADO!.- Al Mirarse en el espejo noto que tenia en el muslo escrito "Nikolai G". Perdió tiempo intentando borrar el nombre. -¡Me marco como si fuera una vaca.!-

-¡Malditos los tres!, ¿cómo paso esto?. De seguro me drogaron de otra forma me hubiera dado cuenta. Maldita sea no sale. ¡Payaso desgraciado!.-

Es así como Fyodor, con el nombre de Nikolai tatuado en la parte alta del muslo o mejor dicho el trasero y llevando su almuerzo se dirigió a sus clases.

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Tuvo que esquivar a muchas personas con proposiciones no muy decentes. Ahora cualquiera con cabello largo y claro se creía con el derecho de decirle que estaba disponible para lo que él quisiera.