"Crónicas de un eclipse lunar"

2 1 0
                                    

En ocasiones ni tan siquiera te notaba, pero siempre estuviste ahí. La verdad es que nunca me hubiera imaginado que hayas tomado al menos un minuto de tu tiempo para percatarte de mi belleza. Pero para mi sorpresa lo habías hecho, y lo supe el día que sin querer coincidimos, de manera sutil y efímera, a través de las palomas mensajeras que me hicieron sentir tu imponente presencia.
No me considero alguien con un lugar importante en tu mundo. En él todos me catalogan de hermosa y brillante; pero fría por naturaleza.
A partir de ese día solo pensaba en atraerte, como si fuéramos dos polos opuestos que se buscan hasta encontrarse. Pero no lo logré. Y la verdad es que no pude descifrar lo que tú querías. Eran tantos los nudos que acompañaban a la soga que estaba de por medio, que no fui capaz de deshacerlos todos para llegar a tí.
Todavía me pregunto el por qué de mis ansias para contigo. Me gustaría saber si fue solo una fantasía o una corazonada que me mandó el destino.
Lo único que me queda pedirte es que comencemos una amistad. Esa que me comentaste la primera vez que entablamos una conversación de frente, y me tomaste la mano para pedirme ser mi amigo.
La verdad es que no sé cuánto tiempo durará, y mucho menos a dónde va a llegar. Pero te juro que prefiero morir en la guerra, antes de perecer por la cobardía de no haberla empezado.

"Los vestigios de tu aparición eclipsante  quedaron en las "imperfecciones" de la Luna llena. Y no lo digo porque el coincidir contigo haya sido una desventura, sino porque me das mil seiscientos motivos, para comenzar esta aventura"

Poemas de Una Noche de LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora