En donde Lilith controla el metal.
o
Donde Lilith acepta un trabajo que le cambiará la vida.
❝ Entonces... ¿quieres que sea niñera del tipo al que se supone que tengo que matar?❞
-Primera parte de Lilith Gray's life...
UNAS HORAS DESPUÉS DEL MENSAJE, Lilith recibió la respuesta de Tasha.
Gracias. ¿Estás en Washington?
Sí.
¿Qué piensas de ir a tomar algo?
¿Vodka?
Tenía pensado un café.
Bien. ¿Mismo lugar?
Te veo en una hora.
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Lilith Gray esperaba a Natasha Romanoff sentada en un bonito café en el centro de Washington. Habían conocido el lugar hace unos años, inicialmente como un punto de encuentro para intercambiar información, pero con el tiempo se convirtió en su lugar favorito para sentarse y platicar de sus vidas, como amigas.
Sigilosa como siempre, Tasha se sentó en el asiento de enfrente. Había dejado atrás la ropa formal que llevaba hace algunas horas y ahora vestía unos ajustados jeans negros de cintura alta, combinados con una camiseta básica gris y una chaqueta de cuero negra. Sin olvidar sus icónicas botas largas del mismo color que los jeans. Lilith, por su parte, aún llevaba su atuendo de reportera que había utilizado para infiltrarse en la audiencia.
Se quedaron mirando fijamente por un rato, ambas intentando ocultar las sonrisas que amenazaban con aparecer en sus rostros.
Habían pasado dos años desde la última vez que se vieron, mucho antes de que Natasha se uniera a los Vengadores, y para ser sincera, Lilith se sentía realmente orgullosa de su amiga.
-Tengo algo para ti -dijo Tasha mientras sacaba con cuidado una pequeña caja de su chaqueta y se la entregaba.
Curiosa, abrió la caja y quedó impresionada al ver un bonito collar con un dije de luna creciente, exquisitamente detallado y elegante. En el centro del dije, brillaba una piedra de magnetita que parecía tener su propia luz interna, como si estuviera llena de secretos por revelar. Natasha señaló la piedra de manera desinteresada.
-Es una magnetita -comentó.
La castaña sonrió, agradecida -Lo sé, gracias Tasha. Es hermoso.
La magnetita es una piedra naturalmente magnética, compuesta principalmente de óxido de hierro y conocida por su capacidad para atraer y repeler el hierro y otros metales. Además, la magnetita es una piedra única y hermosa, justo como Lilith.
El delicado collar rodeó el cuello de Lilith, y al mirar el dije se dio cuenta que era como llevar un pedacito del cielo nocturno consigo. Se levantó de su asiento emocionada y abrazó a la pelirroja, quien respondió al abrazo de inmediato.
Contuvo las lágrimas que amenazaban con cubrir su rostro. Lilith siempre había sido una persona solitaria; sí, tal vez creció con muchas personas a su alrededor, pero solo eran científicos maravillados por su creación. A pesar de su habilidad para manipular el metal, nunca se sintió tan conectada con nadie como con Natasha, ambas con un pasado similar. Era como si esa piedra de magnetita simbolizara su amistad, una conexión magnética que las unía de forma especial.
