Capitulo 24: Un tiempo con un viejo amigo

147 20 14
                                    

-Capitulo corto, perdón-

—y... como se siente una Cinderace?— preguntó un joven de aproximadamente 30 años de edad, notando cierta lujuria cargando sus palabras —Escuché que su habilidad para manejar el calor hace que sus cuerpos sean muy...—

Di un largo suspiro, cortando lo que probablemente iba a decir

En fin, el ciertamente despreciable ser frente a mí, se trataba de un amigo mío

Un peli negro de piel algo bronceada, portando una figura bastante envidiable, la verdad

Recuerdo claramente como ese cabrón atraía a cuanta mujer pasaba a su lado, incluyendo a las que intentaba cortejar

Era esperable, después de todo, este tipo poseía un físico y rostro admirable, con un cuerpo tonificado y bien formado por un ejercicio fiero, a la vez que su rostro lucía una piel tersa con textura aporcelanada y facciones muy bien definida

El suertudo había sacado la lotería genética con creces

El Cabrón incluso me hizo tomarle una foto.

me reí porque se movió y causó unas cuantas distorsiones en la imagen, aunque aún así seguía viéndose bastante bien, en mi caso, hubiera parecido un adefecio salido del las tierras distorsionadas de Giratina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

me reí porque se movió y causó unas cuantas distorsiones en la imagen, aunque aún así seguía viéndose bastante bien, en mi caso, hubiera parecido un adefecio salido del las tierras distorsionadas de Giratina

Lo cual me hacía pensar "que era lo que hacía con alguien como yo?", por su puesto me parecía extraño

Aunque realmente no es que fuera un mal amigo, ni mucho menos, su impacto en las chicas era más bien algo pasivo

Inclusive llegando a verse realmente consternado por cada una que me "robaba"

—para ser tan buena gente, realmente tienes fetiches muy raros, amigo— hice unas comillas para resaltar lo dicho al ultimo

Viéndose ciertamente dolido por mis palabras, el joven precedió a tomar un gran trago de su cerveza —no eres quién para hablar, amigo mío, tu literalmente preñaste a dos pokémon y ahora vives con ellas—

—te das cuenta de lo que hiciste? Posiblemente arceus arda en furia contigo por tus actos en contra de los pokémon que tanta ama— continuó

—deja de hablar como profeta, cabrón, es tu culpa que dejara de interesarme por los humanos, en primer lugar— crucé mis brazos con molestia, aprovechando para desviar mi vista hacia otro lado

—Enserio perdón, no quería— se defendió o eso intentó

En cuanto empezó a explicar su punto, golpeé la mesa con algo de furia

—oye! No me culpes solo a mí, esa zeraora se te insinuaba desde que se conocieron— frunció el ceño, levantando ligeramente su voz

No parecía estar realmente molesto, pero si podían notarse unos tintes de molestia en sus palabras

Una familia un poco raraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora