2

260 16 9
                                        


Noviembre 1993.

Abrí los ojos, con una sensación extraña en el cuerpo. Había amanecido y la luz entraba por la ventana, haciendo ver parte de la habitación.
Me froté varias veces los ojos e incluso parpadeé también varias veces.
No entendía nada. ¿Desde cuándo mi habitación estaba decorada estilo años noventa, y tenía poster de artistas de esa época? ¿Me habría gustado una broma Diana y no me había percatado?
Oí un ruido de alguien despertándose y por poco me da un infarto al ver quién era.
- ¡Diana! ¿Qué haces en mi habitación?- pregunté con la mano en el pecho.
-¿Qué? Podría decir lo mismo...
La miré sin entender nada.
Me levanté de la cama rápidamente y abrí la persiana, que también era diferente a la de mi habitación.
-¿Dónde carajos estamos?- pregunté asustada.
Miré a mi amiga, que tenía cara de no entender nada tampoco. Se levantó de la cama y se dirigió a mí. Miró a su alrededor, como yo minutos antes, y dijo:
- ¿Qué ha pasado, Susi?
Me encogí de hombros, no sabía explicar lo que estaba pasando. De repente, miré hacia el escritorio que había allí y vi un pequeño calendario.
- 1993, noviembre de 1993.
Miré a mi amiga con los ojos como platos.
- ¿Qué...?- comencé a preguntar.
-¿Hemos viajado en el tiempo?- preguntó ella también abriendo los ojos.
- No es posible...- susurré.
- ¡Hemos viajado en el tiempo!- gritó.
- ¡Calla!- dije.
Y oí unos pasos dirigirse hacia la habitación. Mi amiga y yo nos miramos asustadas, mientras la puerta se abrió y apareció una mujer, de estatura mediana, ojos grandes y marrones, algo regordeta, cara de buena persona, de tez clara y pelo corto y rizado.
-¡Buenos días, mis amores!- exclamó la mujer. - He oído que una de vosotras había gritado y pensé que os había pasado algo.
Diana y yo nos miramos. ¿Quién era esa mujer?
-¿Quién es usted?- pregunté.
La mujer rió.
- Hija, soy tu madre. ¡Qué cosas tienes!. Anda, vestiros y bajad a desayunar. Que en un par de horas salimos hacia el aeropuerto. Papá ya ha cargado vuestras maletas en el coche.
¿Nuestra madre? A cada instante, entendía menos.
La mujer se fue, y la oímos decir:
- Mis mellizas cada día están peor.... No conocer a su madre recién despiertas....
- ¿Qué carajos ha pasado?- volví a preguntar a mi amiga.
- Creo que el hechizo ha funcionado, Susi. Nos ha traído a 1993. Aunque no sé por qué a esta fecha... Pero, ¿sabes qué? Disfrutemos, nena. Me sé el hechizo de vuelta de sobra...
-¿Estás loca? Dilo ya, quiero volver a mi casa y a mi tiempo. ¡Pero si no hemos ni nacidos aún!- comencé a lloriquear.
-¡Susana! - exclamó ella, obviando mi estado. -¡Mira!
Se habia acercado al escritorio y cogió algo. Vi su cara emocionada.
- ¡Vamos a ir a un concierto de Michael!.- dijo llevándose la mano a la boca.
-¿Qué dices?- dije secandome las lágrimas.
Extendió dos entradas, por lo que vi, las cuales cogí entre mis manos temblando.
Las miré y, efectivamente, en ellas estaba escrito:

"Dangerous tour. Zona VIP, 11 de noviembre de 1993. Ciudad de México, México".

- No puede ser verdad...- sentí mi corazón palpitar con demasiada fuerza.
Miré a Diana, quién sonreía ampliamente.
- Digo el hechizo ya, ¿no?
Negué con la cabeza.
- Si esto es obra de la magia o es un sueño, déjame ir a ese concierto. Necesito verlo al menos una vez en mi vida.
Mi amiga no paraba de sonreír. Al menos, fuera lo que fuese pasado, quería disfrutar de este momento.
-Pero, ¿Cuanto estaremos aquí? Siempre he oído que el tiempo en el pasado pasa más lento que en presente, que un minuto en el futuro es un día aquí. Podríamos... Podríamos quedarnos unos días, ver ese concierto y volver a nuestro tiempo, ¿no?
- Supongo, Diana, supongo... Pero es verdad que tenemos que hacer lo posible por volver... Si no, te mato por hacernos leer ese conjuro.
- Vale, me parece perfecto... Pero de momento, finjamos ser las hijas de esa mujer, hermanita.
Nos miramos y rompimos a reír.
Esto era de locos...

Tras mirar en el armario que había en la habitación y describir que estaba dividido en dos partes (casualidad o no, las hijas de aquella mujer se llamaban como nosotras y así lo ponían en cada parte del armario), nos vestimos, nos peinamos y bajamos a desayunar.
Habíamos acordado sacarles información, poco a poco, a esa pareja que decían ser nuestros padres, así como llamarles papá y mamá.
Sentadas en la isla de la cocina (casualmente, había algo en nuestro interior que nos decía donde estaba cada habitación de la casa, como si siempre hubiéramos vivido allí, pero otras cosas, se nos escapaban de las manos), estábamos desayunando, cuando aquel hombre, nuestro supuesto padre, habló:
- Espero que estéis contentas con vuestro regalo de cumpleaños y es que veintiun años no se cumplen todos los días.
¿Veintiun años? ¿Habíamos retrocedido treinta años y encima éramos más jóvenes? Esto empezaba, en cierta manera, a gustarme.
- Pero, señ... Papá, no entiendo por qué vamos a la zona VIP.- dijo Diana.
- ¡Ains, Diana! Ya verás por qué. No seas tan curiosa- dijo la mujer, o sea nuestra madre.
Nuestro padre, era mejor llamarlo así, si no nos íbamos a volver locas, rió y se terminó su café.
- Bueno, venga chicas, coged vuestros bolsos y vámonos, que se nos hace tarde.
Asentimos, nerviosas. Ambas nos miramos y, al cabo de quince minutos más tarde, nos dirigimos al aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
Supe de inmediato que estábamos allí, nada más salir de la casa, ver el paisaje y las señales de tráfico.
Suspiré y Diana me miró, agarrando mi mano, sabía lo que pensaba y lo que me preocupaba.
Si, tendremos que volver a nuestro tiempo, pero¿Por qué no disfrutar de este tiempo aquí?
Si la magia de un hechizo de unas niñas de ocho años había conseguido traernos hasta aquí, también nos tendría que devolver a nuestro tiempo, ¿cierto?

Subidas en el avión, rumbo a México, jamás se nos hubiera pasado por la mente, todo lo que nos pasaría a partir de ahí...



Holaaa!!! Qué tal os va pareciendo?? Si es algo raro eso de viajar al pasado, pero a quién no le gustaría hacerlo alguna vez???
Espero que os vaya gustando 😊😊



Remember the time (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora