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Michael.

Me parecía mentira lo que Susie me había contado. ¿Quién se iba a creer que alguien viajara al pasado? Sinceramente, no era algo lógico.
Pero algo en mí me hacía creer que lo que decía Susie era verdad. Había visto sus ojos llenos de lágrimas, al igual que los míos. Ella era la persona con la que tengo soñé y ahora que la tenía conmigo, se tenía que marchar.
¿Pero, por qué?
A veces no entendía porque me sucedían estás cosas, ahora que había encontrado a una persona que estaba ahí siempre para mí, con la que podía contar incondicionalmente, la que siempre me sacaba una sonrisa, ahora... Ahora se me escapaba de las manos y no podía hacer nada para retenerla aquí conmigo.
Sólo nos quedaban unas horas antes que la tuviera que dejar en "su casa" y no la volviera a ver jamás. Quizás podría decirle que me buscara en el futuro, aunque había hecho cálculos y yo en el 2023 tendría 65 años y ella aún tendría 27.
¿Qué haría una chica tan joven con alguien tan mayor como yo? ¿Seguiría estando enamorada de mí?
Jamás podría olvidarla, ella se había convertido en alguien demasiado importante en mi vida. Era mi refugio y mi paz. Había pensado más de una vez en que ella era esa chica con la que iba a pasar el resto de mis días. Pero parecía que la vida me tenía negado ser feliz a su lado.
Las horas y los minutos avanzaban de una manera vertiginosa y con ello, aumentaba mi miedo a quedarme sin Susie. Sabía que cada instante que pasara, nos acercaba más al momento de despedirnos.
Ella pensaba lo mismo, y no se separaba de mí más de lo necesario. Manteníamos nuestras manos unidas, como queriendo sentirnos aún más. Como queriendo que nuestras manos se fundieran y no tener que alejarnos nunca.

Aquella tarde de sábado, Janet llegó a hacerme una visita, venía acompañada de Viole. Mi hermana me había dicho que se habían vuelto muy buenas amigas, cosa que me alegra por ella. A veces le venía bien hablar con gente que no mantenía nuestra vida para mantenernos cuerdos.

Susie había subido a la habitación para ducharse, así que aproveché para anotar unos versos de una canción que se me acababa de pasar por la cabeza.
Iba para mi despacho, cuando oí caerse algo en la habitación contigua, en la biblioteca. Me pareció extraño, pues dudaba que hubiera alguien ahí, solo estaba en casa el personal de servicio, mi hermana, Viole y Susie. Y si mi novia estaba en la habitación...
Me dirigí hacia allí y agudicé el oído. Oí risas y comencé a mosquearme. Tomé el pomo de la puerta y lo giré, haciéndome ver lo que menos me esperaba:
-¡Janet, Viole!
-¡Michael! - gritaron las dos asustadas, girando sus cabezas hacia mí.
Ambas estaban sentadas en el sofá que estaba allí, con Janet sentada sobre el regazo de Viole, quién la tenía abrazada por la cintura. Creo que se estaban besando.
Mi hermana se levantó rápidamente y dirigiéndose a mí, comenzó a decir:
- Michael, no es lo que piensas. Estábamos solo hablando y ...
Comencé a reírme a carcajadas. Janet me miraba como si no entendiera nada.
- Janet, hermana, puedes hacer lo que quieras, no te voy a juzgar. Me marcho y os dejo a lo vuestro - dije abrazando a Janet.
La solté y dirigiéndome a Viole, añadí:
- Mal gusto no tienes, Viole.- y le guiñé un ojo.
- Los hermanos Jackson tenéis una peculiaridad muy atractiva - dijo ella a modo de respuesta, lo que me hizo reír aún más.
Salí sin decir nada más, cerrando la puerta, aún riéndome. Me dirigí a mi despacho, pensando en que eso era lo último que pensaba encontrarme en la biblioteca, a Janet besándose con otra chica, pero si ella era feliz así, ¿quién era yo para juzgarla?

Viole.

Michael nos había pillado besándonos a Janet y a mí.
De primeras, me había sorprendido, pero al verlo reírse de la situación, me relajé. Sabía que Michael era de esas personas que jamás juzgaría a nadie por sus orientaciones sexuales ni nada por el estilo. Él respetaba a todo el mundo y por eso lo amaba tanto.
-¡Qué vergüenza!- exclamó Janet en cuanto Michael se fue.
Se llevó las manos a la cara, ocultándose así. Sabía que estaba sonrojada.
- ¿Por qué? No estábamos haciendo nada malo - dije encogiéndome de hombros.
- Mi hermano nos ha pillado, Viole. ¿Te parece poco?- respondió quitando las manos de su cara y comenzando a andar de un lado a otro.
- A él no le ha importado, se ha reído. Además lo has escuchado, no te va a juzgar.
Janet me miró un par de segundos, parándose, hasta que noté que se había relajado ante mis palabras. Me levanté del sofá, y me dirigí a ella. Mientras le ponía las manos en las caderas, le pregunté con una sonrisa pícara:
- ¿Podríamos seguir donde estábamos?
- Estás loca, nos podrían pillar otra vez - dijo Janet soltando una risita.
Me separé de ella y me dirigí a la puerta de la biblioteca, para cerrarla con el seguro.
- ¿Ahora?- dije apoyándome sobre la puerta y alzando las cejas.
Ella se dirigió hacia mí y al llegar, me besó en los labios, tomando mi cara, para después decir:
- Ahora si.
Y nos besamos, subiendo la intensidad del beso, para terminar desnudas sobre el sofá.
Sólo esperaba que Michael no nos escuchara...

Susie.

El agua corría por mi piel, al igual que mis lágrimas. Y es que no podía evitar llorar.
Seré algo egoísta, pero creo que la vida es injusta conmigo. ¿Por qué me hace conocerlo en persona, enamorarme de él perdidamente y luego separarnos?
Sería cruel quedarme aquí y dejar mi familia atrás, sería difícil dejar mi vida por quedarme con el hombre que amaba, pero tenía que hacerlo. Además no podía alterar el futuro, quizás, si me quedaba aquí, yo no nacería.
Cerré el grifo de la ducha y cogí una toalla para envolverme en ella, para luego secarme.
Me puse la ropa interior y el pijama, cepillé mi cabello y bajé para cenar. Aquella noche, Janet y Viole, cenarian con nosotros y, mañana, Michael mandaría a su chófer por Diana, para almorzar juntos todos. Me había dicho que quería pasar el día todos juntos, para que Diana y yo recordemos estos momentos para siempre.
Llegué al comedor y Michael estaba allí hablando con una chica del servicio, dándole alguna indicación.
Me apoyé en el umbral de la puerta, observando de pies a cabeza a ese hombre que me había enamorado desde que lo conocí. El porte que tenía con aquel pantalón negro, una camisa verde abierta con la camiseta blanca, sus típicos mocasines negros que dejaban a la vista sus calcetines blancos y sus rizos sujetos en una coleta con algunos sueltos, lo hacían tremendamente irresistibles.
Se acercaba la época HIStory y me apenaba no vivirla con él. Recuerdo el comentario de unas amigas "moonwalkers" sobre aquellos pantalones dorados y las interminables risas que echábamos con ese tema. Sonreí al pensar en ellas.
Michael terminó de hablar y me vio allí apoyada cuando se giró. Sonrió y avanzó hacia mí.
¿Como iba a olvidar esos pasos que daba al andar? Me volvía loca su forma de caminar.
Llegó a mi lado y yo puse mis brazos alrededor de su cuello, colocando él los suyos alrededor de mi cintura. Me besó dulcemente y dijo:
- Ven, quiero enseñarte algo.
Me tomó de la mano y tiró de mí para dirigirse a su despacho conmigo. Entramos y me soltó.
Fue hacia la mesa de su escritorio y cogió un papel, que me extendió para que lo leyera. En cuanto comencé a leerlo, mis ojos se llenaron de lágrimas:
"Another day has gone
I'm still all alone
How could this be?
You're not here with me
You never said goodbye
Someone tell me why
Did you have to go
And leave my world so cold
Every day I sit and ask myself
How did love slip away?
Something whispers in my ear and says
That you are not alone
I am here with you
Though you're far away
I am here to stay
But you are not alone
I am here with you
Though we're far apart
You're always in my heart
But you are not alone"...

- Aún no está terminada... Aunque supongo que sabrás cómo sigue, pero por favor, no me lo digas - dijo sonriendo al ver mis ojos.
- Es preciosa. Aunque siempre pensé que era para otra persona - Si, así era desde que supe de la existencia de esta canción.
- Yo la estoy escribiendo por lo que me haces sentir y para que sepas que siempre estaré aquí para ti - dijo él.
Lo abracé, pues no tenía palabras para describir la situación.
- ¿Como le vas a poner?- pregunté sabiendo la respuesta, separandome de él.
- You are not alone.
Sonreí.
- Es preciosa. Sólo te puedo decir que será de tus mejores canciones, Michael.
Él sonrió, tomó de nuevo el papel para ponerlo de nuevo en el escritorio.
- Cuando vuelvas a tu tiempo, sabrás que estoy contigo cuando la escuches.
- Siempre te tendré presente, cariño.
- Te amo tanto...- dijo acariciando mi mejilla.
- Y yo con mi alma entera.
Y ahi entendí que mi vida era él, y que me esperaba ser fuerte sin tener a Michael en mi vida como lo tengo ahora.

Aquí os dejo otro capítulo.
Se lo quiero dedicar a mis "moonwalkers" que desde que las conocí, se han vuelto parte esencial de mi vida.
Os quiero amigas!!!!
Disfruten de este capítulo!!!!😘


Remember the time (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora