Julio 2023.Susana.
Habían pasado ya casi un mes desde que volví del pasado y aún no sabía nada de Michael. Lo que me parecía raro. Él ya sabía que yo había vuelto, pero aún no había contactado conmigo.
Su vida había seguido adelante, pero la vida en general había seguido igual, aunque con ligeras modificaciones. Por lo visto, el que Michael siguiera vivo, había cambiado algunas cosas a mejor.
Había visto todo lo que había sucedido en la vida de Michael desde aquel 25 de junio de 2009 y Diana tenía razón, su vida había ido a mejor, todos los cargos de lo que le habían acusado habían sido eliminados. Tenía una excelente relación con sus hijos: Paris era cantante y modelo, Prince se había graduado en administración de empresas y Blanket era tan reservado que poco se sabía de su vida, solo que de vez en cuando, hacia videos en Youtube con Prince. Cosa que me alegraba que sus hijos fueran felices junto a su padre. Y los conciertos del This is it, habían sido un éxito total.
Lo que más me alegraba de todo es que él se veía bien, se veía sano. La información que había leído decía que ya no usaba nada de esos analgésicos y medicamentos. Sólo los necesarios y recetados por verdaderos médicos que lo ayudaron mucho.
Seguía cosechando éxitos, seguía siendo el Rey del Pop. Michael Jackson seguía vendiendo discos como nunca.
Mi corazón saltaba de alegría al saber que él estaba bien. Sólo deseaba verlo y sabía que pronto sería aquel reencuentro tan deseado.Faltaban tres días para que julio terminara y yo llevaba ya una semana sintiéndome rara, muy rara. Llevaba estos días con náuseas por la mañana y el perfume de Diana me molestaba. Estaba demasiado cansada y todo se lo achacaba al calor.
Estábamos en pleno verano y hacia demasiado calor. Me pasaba los días bajo el aire acondicionado y pisaba la calle lo justo.- Diana, por favor, no te vuelvas a poner ese perfume tan fuerte - dije molesta aquella mañana.
-¡Qué delicadita estas últimamente!- exclamó mi amiga desde el baño.
Iba a responderle cuando el salón se quedó en total oscuridad y yo me quedé sentada en el sofá mientras la oscuridad desaparecía y todo quedaba con una niebla.
- Hola, Susana - dijo una voz que reconocí al instante.
-¡Eres tú! Dime qué Michael está bien, por favor - exclamé poniéndome de pie de un salto.
- ¡Otra vez tú! Por favor que sean buenas noticias - dijo Diana llegando al salón.
Mi amiga se puso a mi lado y vimos como la bruja sonreía ampliamente.
- Vengo a daros varias noticias... Tranquilas, son buenas. Habéis salvado a Michael Jackson, le habéis enseñado lo que es el amor verdadero y la amistad incondicional. Susana, ¿te acuerdas de la primera vez que nos vimos y te dije que tenías que darle a Michael algo especial?
La miré y asentí.
- Bueno, déjame decirte algo, Susana. Estos días te sientes con náuseas y algo extraña, ¿cierto?
Volví a asentir.
- Estás embarazada, Susana.
-¿Qué?- grité.- No puede ser.
Sentí que me fallaban las piernas y me senté en el sofá. Me tapé la cara con las manos, sin poder asimilar lo que me acababa de decir aquella mujer.
-¿Cómo qué embarazada?- preguntó Diana.- Susie, tú siempre te has cuidado con Michael, ¿no? ¡Susana, por favor, contéstame!
Quité mis manos de la cara y miré a mi amiga, antes de responder.
- Estas últimas veces, no.
-¡Dios! Verás cuando él lo sepa.- dijo Diana quién empezó a emocionarse.
Se sentó a mi lado y me tomó de las manos.
- Tú sabes la ilusión que le va hacer, ¿verdad? A Michael le encantan los niños, lo vas hacer muy feliz.
- Pero, yo no estoy preparada para esto, Diana- noté como mis ojos se llenaban de lágrimas.
- No te preocupes por nada, Susana. Vas a ser una madre excelente, y vas a contar con la ayuda de Michael. Él no te va a dejar sola en ningún momento. Vais a ser muy felices. Ya nada os lo impide.
- Pero... - comencé a decir.
- La felicidad llamará a tu puerta en breve.
Y sin más, desapareció.
Diana me miró y me abrazó.
- Hay qué ver esta mujer lo rápido que desaparece.... ¿Sabes? No sé cómo no me di cuenta de lo que estaba pasando. Las náuseas, ese malestar, algunos mareos, el asco a ciertas cosas...
- Ahora que lo pienso, el periodo no me ha bajado este mes. Pero, ¿Como voy a estar embarazada? ¿Se puede decir que me quedé embarazada hace catorce años?- le pregunté a Diana.
- En teoría, para tu cuerpo solo ha pasado un mes, entonces, prácticamente a ese bebé lo habéis hecho hace un mes...
- Todo es tan raro... Y Michael aún no me da señales de vida, no sé por qué me pasan estas cosas - dije y comencé a llorar.
- Tranquila, ya has escuchado a la bruja, en cualquier momento os reunireis. Solo hay que tener paciencia. Ya sabes que él está bien.
- ¿Y como le digo ahora a Michael que va a ser papá a los 65 años? Tengo 27 años... Esto es una locura. Me van a llamar de todo, Diana...
- Susie, para ya. ¿Desde cuándo te ha importado a ti la edad de Michael? Has estado con él cuando tenía 35 años, 50 y ahora con 65, ¡qué más da! Sigue siendo el mismo Michael Jackson que conociste. Es verdad que aún sigue estando demasiado guapo y no está nada mal para su edad...
-¡Diana!- exclamé empezando a reírme.
-¿Qué? Sabes ya la predilección que tengo con él aunque te haya elegido a ti.
Volví a reírme.
- Voy a ser mamá.
- Y yo tita.
- Estoy embarazada de Michael Jackson.
- Lo estás.
- Esto es de locos, ¿cierto?
- Así es. Pero vais a ser los mejores padres del mundo.
Suspiré.
- Eso espero.
- Ya lo verás. Estoy deseando ver la cara de mi cuñado cuando se entere.
- No sé cómo decirle...
- Seguro que encuentras el momento indicado.
- Eso espero...
Diana me volvió a abrazar.
Creo que esto me iba a costar asimilarlo un poco. Pero el saber que estoy embarazada de la persona que más amo en este mundo, podría ser el principio de nuestra felicidad.Michael.
Era finales de julio de 2023.
Lo tenía todo preparado para ir a buscar a Susie después de estos largos 14 años sin poder estar a su lado.
Mi vida había mejorado. Había podido ver crecer a mis hijos gracias a Susie, Diana y Viole. Jamás tendría vida para agradecerles aquello.
Todo en mi vida fue a mejor, yo seguía vivo y con más ganas que nunca de seguir viviendo.
Ya no daba tantos conciertos como antes, pero de vez en cuando, hacia alguno. Se lo debía a mis fans.
Estaba a punto de cumplir 65 años, y aunque no tuviera la misma habilidad que antes, aún podía hacer algunos de mis bailes. Me conservaba muy bien gracias a los consejos que Susie me dio antes de irse. Cosa que siempre le agradecí.
Cada día la añoraba más y veía sus fotos con tal de recordar su sonrisa.Mis hijos habían crecido, Paris tenía ya 23 años, Prince 24 y Blanket, 19. Paris había seguido mis pasos en la música y hacia unos tres años que había sacado su propio disco. Era una chica muy talentosa. También ejercía de modelo en ciertas ocasiones.
Prince había estudiado administración de empresas y se ocupaba de mi fundación junto a mí.
Blanket era más reservado, y no quería que nadie supiera nada de su vida salvo su familia y lo estaba logrando.
Estaba muy orgulloso de mis tres hijos. Eran mi vida.El día del viaje, llegó. Serian muchas horas, pero me acompañan mis hijos. Ellos habían decidido venir conmigo. También querían ver a Susie. Les tuve que explicar el por qué verían a Susie con el mismo aspecto de hacía 14 años y, aunque los desconcertó al principio, luego entendieron.
Y aquí estábamos los cuatro, rumbo a buscar al amor de mi vida.Habían pasado alrededor de 24 horas desde que salí de mi casa en Los Ángeles hasta llegar a España en busca de Susie a su casa. Horas en avión y en coche que merecían la pena con tal de verla. Había llamado a Diana, quién recibió mi llamada sabiendo que llamaría en cualquier momento.
Ella me ayudó a planearlo todo: estaría con Susie aquella tarde en casa, ella sin saber que yo llegaría allí.
Y así fue.
Me encontraba a las afueras de la puerta de su piso, con mis hijos esperando en las escaleras. Me quité las gafas de sol, mientras llamaba al timbre y esperaba a que abriese la puerta.
- ¡Voy!- escuché gritar a Susie.
Y acto seguido, la puerta se abrió, apareciendo la chica que robó mi corazón hacía casi treinta años antes.
-¡Michael!
- ¡Susie!
Y se abalanzó a mí rápidamente, mientras yo la recibía entre mis brazos, abrazándola fuertemente.
-¡Como te he echado de menos!- le dije.
- ¡Y yo!
Se separó de mí y aproveché para besarla. Al instante, oí como alguien tosía detrás de nosotros. Susie se separó de mí otra vez y miró detrás mía.
- Papá no ha venido solo- oí la dulce voz de mi hija.
-¡Paris, Prince, Blanket! ¡Sois vosotros!
- Algo más grandes que la última vez, pero si somos nosotros - dijo Prince.
Susie se acercó a ellos y los tres la abrazaron.
- Te hemos echado mucho de menos, Susie - dijo Blanket.
- Y yo a vosotros.
- Bueno, familia, entramos o los vecinos llaman a la prensa- oí decir a Diana.
- Como digas, cuñadita - dije y la abracé.
Después, entramos en la casa de ambas chicas, donde Diana saludó a mis hijos también.
Pasamos el resto del día hablando de todo lo sucedido. Y no voy a negar que notaba a Susie algo cambiada, como mucho más bonita. Quizás sea la ilusión de volver a estar con ella y tenerla al fin para siempre a mi lado.
¿Podría estar más feliz que en este momento junto a mis hijos y al amor de mi vida? Creo que no, ¿verdad?.Buenoooo... Se han reencontrado nuestros tortolitos una vez más.
Espero que os guste este capítulo como los demás.
Ojalá fuera cierto y Michael estuviera vivo así tal cual.
Michael, allá donde estés, te queremos.
Este capítulo se lo dedico a mis "moonwalkers" favoritas. Ellas saben quiénes son.
😘😘😘😘😘
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Remember the time (Completa)
Fanfiction¿Qué pasaría si, un día, despiertas en el pasado después de leer un hechizo que creaste cuando apenas tenías ocho años? ¿Y si en ese viaje al pasado conoces a tu cantante favorito y os enamorais? ¿Podrías saber que has sido enviada al pasado para a...