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❁Capítulo 21 Historia adicional: Harry (1) ❁

　

　Siempre pensó que era el niño más común del mundo, lo único especial era una extraña cicatriz de rayo en su frente. Hasta que un día, una niña que se envolvió en una capa negra le dijo que era un mago y un salvador famoso en el mundo mágico.

　

　Esta noticia tomó a Harry con la guardia baja, vagamente pensó en las cosas extrañas que le habían pasado, todo parecía tener una respuesta, ¿no? Muchas habilidades extrañas resultaron ser mágicas. Al mismo tiempo, también sabía que sus padres perdieron la vida para proteger a su hijo a causa del diablo llamado Voldemort.

　　Juró que debía pagar la deuda con sangre.

　

　Harry estaba acostado en el armario hojeando en secreto el libro de magia, pero no pudo evitar pensar en un par de ojos negros. Es de esa chica. Harry sonrió un poco que no había notado, y sacó una carta de debajo de su almohada, mirando el frente del final: Sunny.

　　La primera vez que se vio fue en una bulliciosa calle de Londres, perdió sus lentes y se topó con esta chica que siempre usaba ropa extraña por error. Por cierto, las túnicas y capas deberían ser el atuendo favorito de los magos. En ese momento estaba muy nervioso, temeroso de que las chicas se rieran de su ropa andrajosa y su cabello desordenado como otras chicas. ¡Harry incluso quería girar la cabeza y correr, sin importar las gafas! Pero cuando la niña lo miró con ojos dulces, se quedó atónito y tartamudeó para pedir perdón.

　

　Pero, ¿por qué la otra parte seguía mirándolo? ¡Harry sintió que sus orejas se ponían rojas y su cara estaba más caliente que cuando tenía fiebre!

　

　Cuando Harry susurró la razón por la que chocó con ella, la chica que era más alta que él y tenía un par de hermosos ojos negros se ofreció a ayudarla a encontrar las gafas perdidas. Estaba feliz en su corazón, pero estaba tratando torpemente de no mostrarlo en su rostro. Después de unos minutos, ¿se encontraron los vasos? ¡Por qué averiguarlo! Harry maldijo en silencio los anteojos inocentes, sin notar el asombro de la chica al ver la cicatriz en su frente.

　

　La aparición prematura del primo Dudley rompió el último sueño de Harry. Nunca se imaginó a sí mismo como un príncipe o un caballero, ¡pero eso no significaba que alguien pudiera intimidar a esta chica frente a él! El coraje inexplicable hizo que Harry se pusiera de pie y se parara frente a la chica, aunque sabía que cuando Dudley le dijera a su tío, sería castigado nuevamente.

　　Pero temía que la niña se enfadara por la grosería de su primo, y ​​de inmediato se inquietó. Para sorpresa de Harry, ¡la chica dijo que no le importaba! Incluso le pasó un puñado de dulces después de enterarse de que no tenía padres y solo era adoptado. Harry quería bailar en el lugar, y ella... dijo que se iba.

　　"¿Nos volveremos a ver?" Harry se dijo a sí mismo que no llorara frente a ella.

　　"Lo hará." Dijo tranquilamente.

　　"Entonces, adiós". Observó a la niña irse impotente, y de repente pensó en una frase dicha por el profesor de historia, que se dice que es un antiguo poema oriental: "Los años han pasado, y los buenos tiempos deberían ser en vano. ¿Dime?"

Es solo que todavía es un niño que puede soñar y nunca ha experimentado la crueldad de la realidad. Harry siempre creyó que algún día se volverían a encontrar.

　　En un instante, ha pasado medio año.

　　La Navidad, para él, no tiene nada de divertido. Mirando la risa de la familia Dursley con ojos fríos, sintió cada vez más que no necesitaba existir en este mundo. Empezó a deambular afuera, deambulando sin rumbo fijo. Los vecinos chismean y Potter, los Dursley, es un gamberro. A Harry no le importó. De hecho, todavía estoy esperando en silencio, tal vez la conozca. Pensó un rato y volvió a sonreír, amargado e indefenso: cómo podía aparecer aquí esa chica.