Sorpresas de la vida - Elizabeth Oslen

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Estaba por ir a un evento donde mi actriz favorita, el amor de mi vida, mi inspiración, mi todo, se iba a presentar e iba a interactuar con sus fans. Estoy hablando claramente de Elizabeth Olsen.

Así que me preparé y me llevé un álbum que había creado días antes donde tengo fotos y todos los personajes que Elizabeth a protagonizado. Evidentemente, necesitaba que este fuera firmado por la misma.

Tomé mi maleta y me fui al aeropuerto, hice todo el proceso y al montarme en el avión estaba más nerviosa aún. Conocería a Elizabeth Olsen !!!

Poco después me quedé dormida y al abrir los ojos nuevamente, me di cuenta de que ya habíamos aterrizado. Tomé mi equipaje de mano y bajé del avión.

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Al salir del aeropuerto, me tomó algo de tiempo poder ubicarme y saber dónde estaba el hotel, pero lo encontré y más emocionada que nunca entré e hice el check-in, luego entré a mi habitación y me tiré a la cama, sintiendo lo suavecito que era el colchón.

Saqué todas mis cosas y comencé a arreglarme porque apenas tenía dos horas para llegar al lugar donde tendría la oportunidad de conocer a Elizabeth Olsen.

Tomé mi corona de Wanda y me la coloqué y luego tomé mi álbum y lo coloqué en mi cartera. Pedí un taxi y fui hacia abajo para esperarlo, poco después llegó y rápidamente llegamos al lugar. Enseñé mi ticket y me dejaron entrar y al ver, habían un montón de personas ahí.

Quedaban solo cinco minutos para que comenzara todo y la emoción no cabía dentro de mi. Cuando por fin escuchamos a la presentadora hablar, todos soltaron gritos, porque significaba que Lizzie iba a llegar. Poco después, ella entró, moviendo sus manos en olas como saludo, como siempre hacia.

Todos hicieron muchas preguntas, y Lizzie con su hermosa sonrisa respondió a todas. Yo solo estaba callada y mirándola, era raro, pero quería que esa imagen de ella frente a mi se quedara grabada en mi mente para siempre.

Poco después llegó el momento de las firmas, había una fila enorme y me tocó esperar por lo menos una hora. Al llegar estaba tan nerviosa que casi ni podía hablar.

— hola— dijo ella notando mi nerviosismo.

— h...hola — dije dándole mi álbum.

— oh esto es muy bonito, ¿lo hiciste tú?— dijo y yo solo asentí con la cabeza.

Dios es que soy tonta, se suponía que tenía que aprovechar este momento para hablar con ella.

— ¿tu nombre? — preguntó

— t/n— dije y ella sonrió firmando mi álbum y echándole un ojo a lo que había hecho.

— aquí tienes linda, gracias por esto —

— gracias — fue todo lo que logré decir antes de escaparme de ahí.

Luego eran las fotos, pero mis ahorros no dieron como para lograr pagar la foto con ella, así que simplemente me fui del lugar, mirando una y otra vez el álbum que ella había firmado y aún no me creía todo lo que había pasado. Descubrí que había una parada de autobús cerca del lugar que me llevaría cerca del hotel, por lo que preferí ir en bus, ya que así iba a poder conocer mejor el lugar. Pasaron las horas y el bus no llegaba y todas las personas que se tirarían la foto ya lo habían hecho y estaban saliendo del lugar.

En ese momento empezó a llover y me rendí, fui a llamar a un taxi, pero mi teléfono se había quedado sin batería. Que suerte la mía!!

Así que fui caminando hacia el hotel, rezando para que ese fuera el buen camino. Sentí el ruido de un auto, el cual se paró a mi lado y bajó la ventanilla.

— ¿te llevo linda? —

Elizabeth Olsen estaba al lado mío, me estaba llamando linda y suponía que era porque no se acordaba de mi nombre, estaba a mi lado, pidiendo llevarme.

Soy tímida, pero no tonta, me monté en su auto, algo mojada y ella tomó una chaqueta que llevaba atrás en su auto y me la colocó.

— debes tener frío...— dijo y yo asentí con la cabeza.

— no estés tan nerviosa, no te voy a comer —

Pues la verdad no me molestaría que me comiera- pensé

— t/n, ¿cierto ?— por el parche de Odin, Elizabeth Olsen se sabe mi nombre.

— si...— dije

— ¿donde vives?— preguntó

— oh me estoy quedando en el hotel Grand- Waldorf — dije

— ¿No vives aquí? — preguntó y negué— ósea que hiciste un viaje en avión nada más para venir al evento a verme?— preguntó y parecía muy sorprendida.

Elizabeth, no es como si fuera la única que lo hubiera hecho.

— eh...si— dije

— waow — dijo riendo.

Pasamos un rato en silencio y luego ella parecía estar muy concentrada en sus pensamientos.

— espera...creo que me estoy quedando en el mismo hotel — dijo y yo ahí ya me quería morir, esto estaba siendo muy bueno para ser real.

— oh, nunca me lo imaginé — dije

— ¿porque sigues siendo tímida?...¿te doy miedo? — preguntó y yo negué y ella hizo una mueca, actuando como si fuera un monstruo—  ¿y ahora?— preguntó haciéndome reír mientras negaba y haciéndola reír a ella.

Llegamos al hotel y ella me acompañó a mi habitación.

— ¿te puedo enseñar...algo?— pregunté— si no estás ocupada claro, entiendo que tengas muchas otras cosas que hacer—

— ey...no hay problema — dijo

Ella entró a la habitación y ahí me empecé a mostrar una pequeña parte de la colección de Wanda que tenía y que había traído porque pasaría una semana aquí y suponía que necesitaba inspiración para el viaje. Soy rara, no me juzguen.

Ella se sorprendió y fue viendo uno por uno.

— tengo cientos de esos en mi casa— dije riendo

— que acosadora— dijo riendo, haciéndome reír a mi también.

En ese momento estábamos sentadas una al lado de la otra, y nos mirábamos, yo estaba perdida en sus ojos verdosos, era tan hermosa. Poco a poco nos fuimos acercando, y yo temía hacer algo que la asustara, pero ella pareció no dudar y me besó.

Mi cuerpo entero reaccionó a ese beso y sentía como tenía la piel de gallina, mientras que sus labios eran tan deliciosos. Me subí arriba de ella, poniendo mis manos en su nuca y las manos de ella fueron a mi cintura. El beso se volvió más profundo hasta que nos quedamos sin aire y tuvimos que separar nuestros labios.

Cuando me di cuenta de lo que acababa de pasar, me asusté mucho, me levanté de arriba de ella y me alejé un poco asustándola.

— lo siento, lo siento, lo siento tanto — dije y ella negaba acercándose a mi y tomando mis manos.

— hey...todo está bien, todo está bien...— susurró haciendo que me calmara un poco — quizás esto fue un poco rápido, pero en ese caso, ¿te apetece ir a por un café mañana? — preguntó

— s...si, me gustaría— dije

— en ese caso, nos vemos mañana en la mañana, linda — dejó un beso en mis labios y salió de mi habitación, dejándome ahí, sola, sin saber ni si quiera cómo reaccionar a todo lo que acababa de pasar.

One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora