One Shots

No te dejaré sola - Wanda Maximoff

Después de que Wanda haya atacado al Kamar - Taj, aquel rumor llegó a mis oídos, y no tuve otra opción que de intervenir. Me tomó bastante tiempo llegar teniendo en cuenta de que estuve viviendo a escondidas de Wanda por mucho tiempo.

Cuando llegué hacía Wanda pude ver cómo ella estaba de rodillas en aquel trono que estaba destinado a ser suyo. Ella lo destruiría, pero aquellas rocas caerían arriba de ella y moriría. Así que con mis poderes, traté de controlar los suyos y ella al darse cuenta me miró.

Dentro de todo el caos que había en ese preciso momento, el único contacto de miradas que tuvimos hizo que el resto no importara.

Strange no entendía que estaba pasando o al menos esa versión de Strange, América tampoco y estaba entre si verme como enemiga o colega.

— Wanda...—

— te sugiero que te alejes, esa tipa me intentó matar — dijo America y con mis poderes pegué su boca, asustándola.

Me acerqué a Wanda y me arrodillé junto con ella. Veía las ojeras que tenía indicando que hacía mucho tiempo ni si quiera dormía. Tomé sus manos y ella me miró a los ojos, con las mejillas llenas de lágrimas.

— déjame ayudarte cariño...— susurré

— lo perdí todo...—

— no me perdiste a mi — sequé sus lágrimas y en ese momento ella se desmayó, desaparecí con ella entre mis brazos y la llevé hasta el lugar donde estaba viviendo ella, sin antes disculparme con los presentes en el trono.

Al llegar al lugar la acosté en su cama y con mi magia hice que quedara en ropa de dormir y más cómoda. Al salir pude ver al Strange de esta realidad fuera.

— ¿quien eres? — preguntó

— técnicamente deberías saber...— dije y el frunció el ceño.

— soy la esposa de Wanda...— dije

— no vienes de esta aquí supongo—

— si que lo hago...si ves los demás multiversos te darás cuenta que Wanda no solo tiene a Vision...me tiene a mi— dije entristecida.

— ¿y Vision?— preguntó

— fue quien me reemplazó después de que la dejé— susurré

— ósea que por tu culpa ocurrió todo esto...—

— y yo lo arreglaré—

— millones de personas murieron y no sólo en este multiverso, sin hablar de que por lo menos ahora empatizo mucho más con Wanda...¿la dejaste caer en ese estado? ¿Porque?—

— no es mi culpa que el destino haya sido mala con ella, yo no estaba preparada cuando nos casamos, ella quería una vida que yo no deseaba...—

— ¿y ahora si? —

— ahora no quería que muriera—

— nadie puede vencerla...—

— ella misma...ella misma podía acabarse — dije y el asintió.

— entonces arregla todo esto porque ya Wanda quedó como el enemigo en este multiverso— El se alejó y se fue, dejándome con wanda.

Pasaron tres días en los que Wanda solo dormía. Cuando por fin despertó, me vio sentada en un sillón en la esquina de su cuarto.

— ¿qué haces aquí? — preguntó

— vine por ti —

— no te quiero cerca !!—

— Wanda...— me acerqué a ella y la misma se encogió llorando. — esta vez no me iré—

— me dejaste cuando apenas había superado lo de Pietro, perdí a Visión, perdí a mis hijos...¿y es solo ahora que vuelves?— preguntó y yo me acercaba cada vez más — yo quería morir! Yo quería descansar ! — gritó

— no digas eso mi brujita — la abracé y ella se quedó llorando por un rato.

Nuestras frentes se unieron y luego no pude evitar besarla, su beso fue lento y lleno de amor. Yo después de todo la amaba, y si me había ido era porque no quería quitarle algo que ella de verdad quería, no quería hijos, y solo acepté casarme porque ella casi me lo implora. 

El beso se volvió más profundo y ella se subió sobre mi con sus manos en mi nuca y yo tenía las manos en sus nalgas.

— si me defraudas esta vez juro que te mato...— susurró haciéndome reír.

— y yo juro que no te voy a dejar salir de esta cama por una semana— la volteé y quité su camisa, chupando sus senos.

Quité su pantalón y el mío y luego poco a poco empecé a rozar mi polla contra su intimidad haciéndola gemir. Luego fui introduciéndola poco a poco y esperé a que se adaptara al tamaño.

Cuando vi que estuviera bien, empecé a moverme, y cada vez mis movimientos eran más rápidos y fuertes, haciendo que Wanda diera gemidos tan altos que juraba que se escuchaban por toda la casa.

— más fuerte cariño...— dijo y le hice caso, hasta que sentí como su espalda se retorcía. — espera, espera...— dijo y yo paré algo asustada.

— ¿te hice daño?— pregunté

— tengo ganas de hacer pipí espera...— dijo y yo sonreí.

— no créeme cariño...no tienes que ir —

Continué, pero esta vez más rápido y ella gemía aún más alto. Hasta que ella llegó a su orgasmo de manera extremadamente explosiva, todo se llenó de su orgasmo, las sábanas estaban llenas de aquel orgasmo e incluso mi camisa.

— dios te dije que tenía ganas de hacer pipí— dijo y se veía tan tierna y apenada y pequeña y dulce brujita.

— no es pipí amor, es tu orgasmo — dije

— acabo de manchar todo — susurró con su cabeza escondida en mi cuello.

//

Han pasado dos meses en la que la brujita se ha escondido de todos, solo somos nosotras dos en medio de la nada. Hemos hablado las cosas y aunque sé que aún tiene pesadillas, cada día disminuyen y duerme mejor.

Hoy ella ha estado alejada, y más de lo normal. Trato de acercarme a ella y simplemente no se deja ni tocar.

— cariño, ¿se puede saber que te pasa? — pregunté y ella me miró con tristeza en sus ojos.

— nada — dijo con una sonrisa.

— ay vamos...te conozco Wanda —

— creo que estoy embarazada— dijo y yo me quedé congelada en el lugar, sin saber cómo reaccionar.

— Wanda...—

— por favor no me dejes, yo se que tú nunca quisiste esto y yo pretendo tener ese bebé, perdí a mis hijos una vez, no pasará de nuevo...—

— Wanda escúchame—

— pero por favor no te vayas, yo se que esto es nuevo, pero las dos podremos juntas...—

— Wanda por el amor de Dios, no te voy a dejar — dije y ella paró de hablar.— te dije que esta vez no te dejaría, y antes simplemente no estaba lista...pero ahora para lo único que no estoy lista es para perderte...— dije abrazándola— tengamos a ese nene...—