One Shots

Vendida- Elizabeth Olsen (3)

Ella me cargó, yo me quedé como un koala abrazada a ella y rodeando su cintura con mis piernas. Cuando llegamos a su cuarto, ella me dejó en su cama con delicadeza y luego de subió sobre mí besando mis labios delicadamente.

— solo dime y yo paro, ¿okey? — susurró y yo asentí.

Teniendo en cuenta que ninguna de las dos llevaba camisa ya que nos las habíamos retirado abajo, fue fácil y más accesible para ella, ir bajando y dejando un camino de besos por todo mi cuello y luego mis senos, los cuales chupó, sacándome algunos gemidos y haciendo que estos se pusieran duros.

Luego siguió bajando por todo mi abdomen y finalmente empezó a bajar mi short lentamente, pasó su lengua por mi raja sacándome un gemido más alto y haciéndome agarrar las sábanas con fuerzas por la sensación extraña que aquello me producía.

— estás tan mojada...— susurró

Uno de sus dedos empezó a hacer círculos en mi clítoris y yo me volví una máquina de gemidos, luego ella comenzó a meter un dedo dentro de mí y suavemente comenzó a moverlo, luego metió el segundo y ahí sentí sus movimientos más rápidos y fuertes.

Cuando ya sentía que me estaba adaptando a aquello, ella me sorprendió metiendo un tercero, solté un grito y ella se asustó.

— ¿todo bien? — preguntó— ¿te hice daño? —

— no...no todo bien, sigue — susurré y ella al principio dudó, pero luego siguió y empecé a sentirme en las nubes.

Empecé a mover mis caderas, queriendo tener más contacto aún con sus dedos. Mis manos fueron a mis pechos y comencé a frotarlos y a pellizcar mis pezones y finalmente llegué a mi orgasmo. Cuando miré hacia Lizzie, sus manos, las sábanas, su ropa estaba llena de este.

— oh dios, lo siento mucho— me hice bolita en la cama y cubrí mi rostro de la vergüenza, haciéndola reír.

— oye, esto es muy normal, no te preocupes— dijo y se acercó a mi rostro nuevamente besó mis labios y luego chupó sus dedos — sabes deliciosa...— susurró en mi oído.

Ella se acostó a mi lado y tomó mi mano, la besó y luego puso su mano en mi mejilla, acariciándola.

— ¿debo...emm...— estaba nerviosa de preguntar algo como eso, pero ella no había recibido nada, no la hice disfrutar.

— no es necesario linda, estoy bien — dijo con una sonrisa y decidí que ella había hecho de mi primera vez algo espléndido, por lo cual yo debía por lo menos tratar de darle el mismo placer.

Me senté sobre ella y comencé a besar sus labios, con pasión, deseosa de estos. Luego intenté hacer lo mismo que ella, me fui guiando por cómo me había tocado ella a mi. Así que bajé y fui a sus senos, metiéndolos en mi boca y chupeteándolos, dejándole sin querer marcas y escuchaba sus gemidos que me decían que esto le estaba gustando.

Quité su short y sus bragas y me aseguré de mirar su cuerpo entero, admirando aquella obra de arte.

Ella pareció notar que la estaba mirando y cerró sus piernas y con sus manos cubrió sus senos. Mis manos se fueron a sus muslos y delicadamente separé sus piernas y ella quitó la mirada de lo que yo estaba haciendo. Empecé a besar sus muslos y luego hice como ella saboreando toda su humedad. Con mis dedos comencé a hacer círculos en su clítoris tal y como ella lo había hecho conmigo y finalmente comencé a meter mis dedos, torciéndolos dentro y haciendo que ella gimiera y que sus caderas se movieran por instinto.

Decidí agacharme y meter mi lengua, recuerdo haber visto algo sobre esto así que simplemente metí mi lengua y empecé a chupar su clítoris mientras que mis dedos seguían haciendo su trabajo en su vagina. No sabía que era realmente lo que estaba haciendo, yo solo quería darle placer y estaba utilizando todos los ejemplos que tenía, el de ella y el de internet.

Poco después ella se vino y todo su orgasmo se vino a mi boca, lo tomé saboreando su delicioso sabor y finalmente subí besando nuevamente sus labios.

— creí que nunca habías hecho esto...— susurró

— ¿lo hice bien? — pregunté

— de maravilla...— dijo y vi que sus piernas estaban algo temblorosas.

Ella se subió sobre mi y nuestras piernas se entrelazaron de manera que dejaban nuestros centros unidos y aquel roce me sacó un gemido que ella calló con sus labios. Ella empezó a moverse sobre mi y cerró sus ojos echando la cabeza hacia atrás y empezó a gemir al igual que yo.

Nuestros cuerpos se movían más rápido en busca de más contacto y yo me concentraba en sus fuertes gemidos y sus grandes senos que se movían por lo rápido que se habían vuelto los movimientos de sus caderas. Sus manos estaban ahora agarrando las sábanas a cada lado de mi cuerpo y mis manos se habían ido a su cintura.

Cuando sentí que me venía de nuevo, di un grito y pude escuchar el de ella también y en ese momento llegamos las dos, dejando las sábanas empapadas y nuestros cuerpos estaban llenos de sudor, mientras que nuestras respiraciones estaban aceleradas.

Su cuerpo cayó sobre el mío y nuestras frentes ahora estaban unidas.

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— ¿porque te da pena tu cuerpo? — pregunté recordando cuando comencé a mirar su cuerpo y ella se cubrió.

Estábamos en la tina, una a cada extremo de esta.

— es solo...nada, no te preocupes— dijo, pero evidentemente no le creí.

— ¿entonces hay una cena el domingo con tu familia? — pregunté y ella asintió

— y luego hay una fiesta más en la noche, si quieres venir conmigo...—

— no me lo perdería por nada del mundo — me fui de su lado de la tina, quedando arriba de ella y besé sus labios. — aunque igual podría pasar toda la noche contigo —

— ¿desde cuando eres tan atrevida?— preguntó

— desde que me dejaste temblando en tu cama...— susurré en su oído y escuché su sonrisa.

— vamos a irte a comprar un vestido bonito para esa noche...y de paso lencerías nuevas...y algunos juguetes — dijo

— ¿juguetes? no soy un bebé— ella rió fuerte y yo no entendía a que venía todo esto.

— esos son juguetes para adultos...te van a gustar...— fruncí el ceño sin entender aún, pero suponía que ella me diría cómo se juega con esos "juguetes para adultos"

— oh...de acuerdo — besé sus labios y luego me quedé acostada sobre ella, mi cabeza recostada en su pecho.

Habrá próxima parte...