Capítulo 18

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En los últimos días, cuando Zhuang Qi Yan no estaba en casa, Xu Zhi Zheng iba corriendo a la residencia de la familia Zhuang, diciendo que iba a visitar a Zhuang Lin, que acababa de regresar, o que había conseguido alguna novedad para contarle.

Xu Zhi Zheng no sólo quería ver a Zhuang Dou para saber si estaba bien, qué llevaba puesto y qué hacía, sino también para ver su reacción cuando lo viera llegar.

Zhuang Dou veía que Xu Zhi Zheng había estado yendo mucho en los últimos días y se topaba con él cada vez. Era una pena que Zhuang Dou, que había estado con Zhuang Qi Yan durante tantos años, todavía no supiera lo que estaba pasando.

***

Chen Hao Tian llamó a Lin Er, que estaba con Zhuang Qi Yan recogiendo leña en las montañas. Había llovido unos días antes, pero ahora había sol y los caminos no manchaban sus zapatos.

Lin Er se apoyó en un viejo y robusto árbol y escuchó las palabras de Chen Hao Tian.

"Lo sé, no te preocupes, volveré en un par de días."

"Saluda a mi tía de mi parte."

"De acuerdo, entendido."

Zhuang Qi Yan inclinó la cabeza para observar a dos pájaros que revoloteaban por encima de su cabeza, de pelaje gris claro, de pequeño tamaño, con una salpicadura de blanco en la parte superior de la cabeza. Le era imposible saber de qué especies eran.

Zhuang Qi Yan siguió el rastro de los pájaros hasta llegar a un árbol, de un grosor de un abrazo, con la corteza algo descascarillada, coronado por prolíficas ramas que se extendían hacia arriba.

Zhuang Qi Yan vio un nido de pájaros a media altura de la rama, y los dos pájaros grises estaban de pie junto al nido, gorjeando, y luego agitando sus alas en el aire en medio círculo.

"Lin Er, hay un nido de pájaros en este árbol". Zhuang Qi Yan levantó la vista y llamó a Lin Er, sin saber que Lin Er estaba al teléfono y pensando que lo había estado siguiendo.

Lin Er se apresuró a tapar el teléfono, pero era demasiado tarde, y Chen Hao Tian, al otro lado, preguntó: "¿Quién te habla? ¿No estás en tu casa?"

"Bueno, yo... estaba recogiendo leña". Lin Er se sintió un poco abrumado y se defendió.

"¿Con quién estás? Ten cuidado". El tono de Chen Hao Tian era un poco difícil de adivinar.

"Lo tendré". La respuesta de Lin Er era claramente evasiva, pero no sentía la necesidad de hacer saber a Chen Hao Tian que él y Zhuang Qi Yan estaban juntos, o de lo contrario habría otra situación complicada.

Los dos se quedaron en silencio durante un rato antes de que Chen Hao Tian tomara la iniciativa y colgara el teléfono, pillando a Lin Er desprevenido.

"Ah". Lin Er volvió a guardar el teléfono en su bolsillo y caminó hacia Zhuang Qi Yan.

Zhuang Qi Yan le sonrió a Lin Er y dijo: "He visto una pequeña pendiente más adelante y hay bastantes montones por allí".

Lin Er le devolvió la sonrisa. Sentía que Zhuang Qi Yan estaba de buen humor en estos días, fruncía menos el ceño y a veces le sonreía, y esto debía ser un gran cambio para él.

La suposición de Lin Er no era errónea, si Zhuang Dou hubiera visto a su joven maestro sonreír con tanta frecuencia en esos tres días, se habría arrodillado y quemado un carro lleno de billetes frente a la tumba ancestral de la familia Zhuang.

Después de recoger la mayor parte del saco de leña, Lin Er fue presionado contra una roca por Zhuang Qi Yan para que tuviera un descanso forzado.

"En realidad, esto es suficiente".

"¿Es suficiente?" Zhuang Qi Yan lo pesó en una mano.

"Es suficiente, llévalo de vuelta y mézclalo con la paja y quémalo". Lin Er miró los musculosos brazos de Zhuang Qi Yan y no pudo evitar maravillarse: "¿Haces mucho ejercicio?". Después de que las palabras salieran de su boca, Lin Er se sintió un poco avergonzado. ¿Cómo podría una persona del estatus de Zhuang Qi Yan no hacer ejercicio? Definitivamente debe hacer fitness y ejercicio.

El ceño de Zhuang Qi Yan se suavizó aún más y respondió: "Sí". Al final, colocando el saco a sus pies y sentándose junto a Lin Er, añadió: "Me gusta especialmente el taekwondo, y he aprendido un poco de sparring".

Ahora Lin Er finalmente sabía por qué no pudo liberarse del encierro de Zhuang Qi Yan esa noche incluso después de hacer sus mejores esfuerzos. Pensando en ello, su cara se calentó un poco, "A mí también me gusta el taekwondo. Entonces, supongo que... eres cinturón negro".

"Sí." Zhuang Qi Yan sacó un termo de la pequeña bolsa de tela que llevaba colgada al hombro y se lo entregó a Lin Er.

La boca de Lin Er se abrió ligeramente por la sorpresa. Cuando Zhuang Qi Yan le pidió esa bolsa de tela gris, simplemente pensó que le gustaba. Además, esa bolsa era la que utilizaba para llevar su fiambrera para la escuela, y no la había utilizado durante mucho tiempo.

Cuando Zhuang Qi Yan sacó el termo de su interior, un calor brotó en su corazón, pero pronto desapareció. "Tal vez lo único que le importa al Sr. Zhuang es el bebé en mi vientre, si no hubiera un bebé, el Sr. Zhuang y yo seríamos como extraños en este momento." Lin Er lo pensó y tomó el termo, pero no pudo evitar volver a mirar a Zhuang Qi Yan.

Zhuang Qi Yan se limpió el sudor con un pañuelo de papel, sus mangas están manchadas de marcas de barro y polvo, y su camisa está arrugada por llevar leña seca. Lin Er sabía que la ropa de Zhuang Qiyan era cara. En este pueblo remoto, eran mucho menos sofisticados que en la ciudad. No importa cuán cara fuera la ropa, sólo podía estar acompañada de polvo. Lin Er se sintió aún más avergonzado.

Le debía mucho a Zhuang Qi Yan, la mayoría de los cuales ya no eran cuentas como aquellos 250 yuanes, sino era mucho más que eso.

Lo único que puede hacer es dar a luz al niño. Él cree que Zhuang Qi Yan será un buen padre. Es mejor para el niño crecer con la familia Zhuang que soportar las dificultades quedándose a su lado. Después de unos meses, el niño será entregado a Zhuang Qi Yan. Cuando suceda terminará con Zhuang Qi Yan y dejará el mundo que no le pertenece. Al pensar en esto, Lin Er sonrió con amargura, repentinamente disgustado consigo mismo y sintiendo que era un hombre traicionero y de sangre fría. Pero, ¿podría haber hecho una mejor elección?

Tras Quedar Embarazado del Hijo del PresidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora