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Capítulo 6: Viaje bueno.

La noche se tiende sobre nosotros y nos adentramos en el castillo

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La noche se tiende sobre nosotros y nos adentramos en el castillo. Me quedo en el último piso, apoyada en el barandal del balcón, simplemente mirando hacia el oscuro horizonte.

Terrant aparece, abrazando su sombrero. Camina hasta quedar justo a mi lado y me mira.

—¿Sabes por qué un cuervo es igual a un escritorio?

—No, pero lo pensaré

—¿Sabés que día es mañana?

—El Frabulloso día, donde Alicia aparece y se convierte en heroína... Antes hablé con Absolem, me gustaría saber si estoy en un sueño

—Todavia piensas que estás soñando, ¿verdad?

—Puede que esto sea real, eso es lo que me gustaría, en caso de que sea un sueño... no me gustaría despertar jamás

—No me gustaría que te vayas

—Tampoco me gusta esa idea —susurro con una sonrisa triste.

Ambos nos quedamos unos minutos en silencio y luego entramos, para poder dormir un poco.

Al día siguiente, las personas y las criaturas esperan con paciencia, a que aparezca Alicia.

El conejo blanco se abre paso con una pequeña trompeta, se para delante de todos y la hace sonar para luego hablar.

—¡Atención!, ¿quién se va a presentar como el caballero de la reina blanca?

—Ese voy a ser yo —dice el sombrerero, abriendose paso hasta llegar al frente.

—No tienes habilidad para evaporate —dice Sonriente, apareciendo a su lado. —, yo soy el mejor

—Yo lo hago —Ahora se ofrece Mally.

—No, yo peleare —dice Dim, con una pequeña espada de madera en su mano.

—No, yo peleare —dice su hermano.

Todos se quedan en silencio y el conejo blanco desenrolla el oráculo que cae por los escalones. Ambos hermanos se acercan y miran detenidamente.

—No hay ningún otro guerrero

—No morirá si no es Alicia

—Pero Alicia no está —susurro.

—Arisha —Morana se gura hacia mi. —, ella no está, pero tu sí, aún así no puedes vivir complaciendo a todos, la decisión es tuya y debes entender que si enfrentas a aquella criatura, habrás de enfrentarla sola

Suspiro de miedo y me slejo de todos, corriendo hacia el jardín del castillo. Doy vueltas en círculos, sujetando mi cabeza.

—No podré —susurro. —, no puedo, no soy Alicia, jamás podré... no quiero morir, si esto es real, me puedo... no, no, no

Arisha en el país de las maravillas |Sombrerero|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora