Crazy

Capítulo 4

⚠️ Contiene temas fuertes y que no son aptos para todos, tampoco se trata de normalizar estos temas, al contrario, es de aborrecerlos y es parte de la trama de la historia.

—¿Tus padres? ¿Qué te han hecho tus padres?

—No tiene importancia, no quiero recordar nada...

—¡Claro que la tiene! —Se puso de pie— ¡Ellos te están haciendo sentir mal! ¿¡Por qué!? ¿¡Qué ocurrió!? ¿¡Qué te hicieron!?

Pero Jimin solo bajó el rostro, no quería escucharlo.

—¡Por Dios Jimin! ¡Dime algo! —Estaba desesperado.

—M-Mi... padre abusaba de mí físicamente y...

Jungkook sintió que el mundo se le vino encima en aquel momento que escuchó a Jimin contar sus problemas y sus traumas.

—Mi madre lo dejaba y siempre me dijeron que era una asquerosa prostituta que debía obedecerlos, aunque no lo creas, estoy mejor aquí contigo, aunque me hayas secuestrado, esto es mejor que volver al infierno del que salí.

—Jimin...

—No fui un niño normal, nunca amé a mis padres, nunca... me quisieron, nadie se preocupaba por darme de comer, por traerme el desayuno a la cama, por quedarse conmigo porque se lo pido, nadie nunca besó mi frente y mucho menos me dijo lo perfecto que era, siempre fui la basura en su camino, la maldición en sus vidas, la porquería que tiras.

Jimin se sentó en el borde de la cama, con los ojos llenos de lágrimas, mientras relataba los traumas que había llevado en silencio durante tanto tiempo debido a sus padres. Cada palabra que pronunciaba era como un peso que se levantaba de sus hombros, pero también temía que Jungkook lo juzgara o se alejara por su doloroso pasado.

Jungkook se acercó lentamente, sin decir una palabra, y se arrodilló frente a Jimin, sosteniendo suavemente sus manos temblorosas entre las suyas. Con una mirada llena de amor y comprensión, le indicó que podía seguir hablando, que estaba allí para escucharlo.

—Yo... mis padres nunca me aceptaron como soy, siempre me decían que no era lo suficientemente bueno, que no merecía amor. —confesó Jimin con la voz entrecortada. —Sus palabras me han perseguido durante toda mi vida, haciéndome sentir que no valgo nada.

Jungkook acarició con delicadeza el dorso de las manos de Jimin, sintiendo el dolor en cada palabra que salía de sus labios.

—Lo siento mucho, Jimin. Lo siento por todo lo que has tenido que pasar.

Jimin se sintió vulnerable, pero también se sintió amado por la presencia y el apoyo de Jungkook. A pesar de su doloroso pasado, estaba descubriendo que podía confiar en él y compartir sus heridas más profundas sin temor a ser juzgado.

Sin decir una palabra más, Jungkook envolvió a Jimin en un cálido abrazo, permitiéndole refugiarse en su amor y en su fortaleza. Jimin se aferró a él con fuerza, sintiendo cómo el abrazo de Jungkook lo envolvía como un escudo protector.

—No estás solo, Jimin —susurró Jungkook en su oído. —Estoy aquí para ti, y siempre lo estaré. No importa lo que hayas pasado, siempre te amaré y te apoyaré.

Las lágrimas de Jimin se desbordaron, pero esta vez no las contuvo. Permitió que sus emociones fluyeran libremente, sintiendo cómo el abrazo de Jungkook lo reconfortaba y lo sanaba de a poco.

En ese momento, en el abrazo cálido y amoroso de Jungkook, Jimin sintió una nueva sensación de esperanza y alivio. Sabía que no estaría solo en su camino de sanación, porque tenía a Jungkook a su lado, listo para apoyarlo en cada paso del camino.