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Los copos de nieve caen tan gentiles y blancos, tan resplandeciente, aquellos pesados de hielo caen en su piel de la cuál siempre ha sido fria. Parpadea un par de veces como si acabará de salir de un trance e Izuku se da cuenta que el tiempo ha pasado otra vez.

Mira los alrededores, sigue nevando, el vientre sopla un frío que no es soportable para los humanos, observa aquella familia que tiene la costumbre de salir a jugar en la nieve desde que se mudo a es departamento, el niño mayor de la familia ya no salta para jugar, es un adolescente que solo se queda viendo a su nuevo hermanito jugar.

Observa a una anciana sin su marido tomando en la cafetería que siempre han ido junto a él, observa a una nueva pareja de enamorados caminando por la calles. Eso le hace recordar que, todo el mundo ha cambiado, menos él.

Suspira, recordando a cierto rubio cenizo y ojos rubis, todavía lo extraña, siempre lo ha extrañado.

Acumula todos los recuerdos de Kacchan, cierra sus ojos y recuerda las veces que ha estado con el invierno, el cenizo siempre buscaba algún calor en él. A pesar de que no había nada, ni un calor, solo frío, pero no le importaba y seguía abrazándolo.

No importa cuan frío fuera el corazón de Izuku, la única persona que pudo de alguna manera descongelarlo por mucho tiempo fue Katsuki.

No importa si su alma ya reencarnó, no estaba a su lado. Eso era lo triste. Y no importa si trata de quedarse en las huellas de su amado, o su recuerdo, el invierno cae, la nieve cae y la vida sigue.

No sabe si borrar a Katsuki de su existencia o seguir adelante intentando recuperarlo, amo a Katsuki, ama a Katsuki, lo ama demasiado.

Tanto que duele, incluso si es un vampiro y no puede sentir nada, se siente vacío. Su alma vacía solo será llenada por su alma gemela.

Pero, el invierno cae. Al principio, solo fue Izuku lo quedó en aquella relación, fue el único que quedó. El alma de Katsuki era bueno, sigue siendo tan pura colonia nueve que cae sobre él. Aquella estación del año en que se abrazaban con tanta fuerza, ¿Regresara ese momento en  algún momento?

Todo el tiempo se de sintió que lo perdió para siempre, incluso si su alma estaba en un nuevo cuerpo, él no recuerda nada. Es como si su relación se hubiera desvanecido.

Por alguna razón quiere recuperar lo que quedó y será difícil, se resigna sigue caminando por la nieve sin destino alguno solo observando el invierno caer.

Hasta que que alguien se atrevio a tomar su muñeca, reconocía ese olor, giro su cabeza hacia la persona que lo detuvo sabiendo ya quien es.

— Kacchan — Dijo, el mencionado soltó su mano y desvío su mirada. Izuku solo mantenía su triste mirada hacia el cenizo que frunció su ceño al verlo.

— Imbécil — Gruñó Katsuki— Camina.

El peliverde se asombro de esto y asintió, ha pasado algunos meses sin ver a Kacchan desde aquí día en el salón, solamente porque Izuku decidió no asustarlo y se alejó, de tanto tiempo pasaron días, semanas y luego meses hasta que llegó el invierno.

Ahora estaban ahí caminando al lado del otro, Izuku miró al rubio estaba temblando del frío, su nariz roja, mejillas y orejas, sabía que al cenzio no le gustaba el frío. Sería raro abrazarlo igualmente, ni iba aportarle calor.

Decidió quitarse la bufanda que tenía puesta para ponerla en el cuello de Kacchan que se quedó quieto ante la acción del contrario mirando la bufanda extrañado.

— Tú... ¿No tienes frío? — Preguntó Katsuki, Izuku negó.

— Los vampiros no podemos sentir nada, en el sentido corporal. Ni frío, ni calor — Contestó notando el asombro en el contrario que desvío su atención sonrojado.

—¿Entonces por qué usas ropa de invierno?

— Supongo que sería raro andar en ropa casual entre los humanos que sienten frío y yo no... — Sonrió Izuku encogiéndose de hombros — Solo me acoplo al ambiente para camuflarme.

Katsuki no respondió ante esto, chasqueo su lengua irritado, no sabía que hacer o decir.

— ¿Por qué carajos desapareciste de repente?

— No quería hacerte sentir incómodo o responsable de tener que corresponder mis sentimientos. Puedes sentir lo que quieras, incluso si es con otra persona. No puedo obligarte a amarme.

Katsuki alzó una ceja confundido, aún que en parte entendía lo que decía. Él no siente nada por Izuku a pesar que él lo amaba demasiado, pero Kacchan no. Bueno, si siente como una especie de vínculo con el peliverde, un vínculo que no había sentido con cualquier persona.

Un vinculo que lo obliga estar al lado de Izuku incluso sin sentimientos o haciendo nada.

— Tú y yo caímos hacemos mucho tiempo, igual que la nieve — Continuó Izuku con una sonrisa — Tú caiste primero que yo, te amé y me veo obligado amarte otra vez.

—¿Nunca amaste a otra persona además de a mí?¿O siquiera lo intentaste?

— Lo intenté, muchas veces — Confesó el peliverde levantando su cabeza hacía el cielo — Pero siempre volvía a ti, los humanos no son tan interesantes como tú.

— Oye, yo soy humano también.

— Para mi tú eres más que eso.

— Quizás podemos iniciar siendo amigos...

— Conocernos dices, ¿Incluso sabiendo lo que siento por tí?

— Solo quiero conocerte, mira, aún que quisiera olvidarte ahora que sé que el hombre de mis sueños es real. No puedo simplemente ignorarte, se me es imposible... Aish, ni siquiera sé lo que estoy diciendo.

— Te entiendo... Si, tal vez podemos empezar siendo amigos.

— No, amigo no somos. Sé que tú y yo somos algo más, Deku — Dijo Katsuki poniéndose enfrente del vampiro que lo miro con un brillo en sus ojos — Vamos a empezar desde cero, ¿Estás de acuerdo?

Cómo no estarlo, pensó Izuku, con una sonrisa deslumbrante que no había mostrado en siglos.

•••

Still with You - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora