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Izuku siendo un ser inmortal, jamás ha sentido frío, calor ni mucho menos escalofríos, pero, al entrar al lugar que alguna vez fue su hogar y su fuente de felicidad. Sintió de todo, nervios, emoción y un frío incómodo, era extraño. Se supone que es un vampiro, no debe sentir nada, aún así.

Katsuki estaba mirándolo, como los ojos esmeraldas observan cada rincón de aquella mansión antigua. Parecía afligido, con recuerdos en su mente ajenos al rubio.

De repente, Izuku se quedó mirando la sala de estar, un lugar amplio con unas escaleras en todo el centro. Katsuki se acercó, el peliverde parecía hipnotizado.

—¿Que ves? —preguntó, sacando a Izuku de sus pensamientos de un golpe.

—Aqui, en esta sala... Tú y yo bailamos todas las noches... Eso fue hace un siglo.

Katsuki parpadeó varias veces sin poder creer lo que estaba escuchando. No recuerda nada, pero decir que ese lugar no le acusa familiaridad ahora que estaba Izuku a su lado. Sería mentira.

—¿Que querías mostrarme? —dijo Katsuki. El vampiro suspiró con una sonrisa dejando ver por primera vez sus colmillos.

Al cenizo le pareció muy atractivo por alguna razón. Izuku extendió su mano de la cuál fue aceptada, en el corto tiempo que lleva conociendo a Deku jamás lo había visto tan contento.

Sus ojos apagados de vampiro jamás se habían visto tan brillantes y emocionados, para ser un vampiro, un ser sin sentimientos, era sorprendente. Katsuki no Dijo nada al respecto y se dejó guiar por Izuku.

Ahora sí creía que él vivía antes allí, cruzaba los pasillos y caminaba por toda la inmensa mansión de una manera tan natural que asustaba a Katsuki. Incluso pasaron por un gran espejo antiguo, que si, también era de Izuku.

Pero al parecer los ancestros de los Bakugou les encantó tanto que lo dejo. Izuku se paro enfrente de este, mientras que Katsuki pegó un brinco al verse él solo en el reflejo. Al girar a su lado Izuku estaba sonriendo de par en par.

—Sabes... Me gustaba asustarte con este espejo —dijo cerca de la oreja ajena que se torno roja en un instante. Y puso los pelos de punta a Kacchan.

El cenizo terminó pegándole en el hombro al vampiro de los nervios, sacándole un risita mientras se soba falsamente la zona golpeada.

—Y me sigue gustando.

—¡Ya cállate y camina! —gritó Katsuki de los nervios. Escuchó una gran risa de Izuku que jamás había escuchado en la vida —¿Estás como muy confianzudo, no?

—Es porque estoy en mi hogar —le dijo —Quizas por eso, soy muy confiado. Estoy en mi territorio.

—¿Tú territorio? Te recuerdo que está casa es MI herencia.

—Pero sigue siendo mi casa —cantó Izuku haciendo enojar a Katsuki hasta el punto de que le apareciera un vena en la frente. De repente, Deku poso su mano en una pared y precioso un bloque de esta.

El lugar se estremeció por unos momentos antes de la pared se deslizara a otro lado, Katsuki se quedó en shock e Izuku suspiro aliviado de que algunas cosas no cambiaron.

Se puso aun lado del pasadizo secreto —Primero tú, Kacchan —dijo con una gran sonrisa de par a par, Katsuki gruñó molestó y empujó a Izuku para que fuera el de primero —Que cruel.

La razón porque quería que Izuku caminara primero pues era obvia, es un vampiro, super fuerte, inmortal, aprueba de todo... Y porque tenía miedo.

Cómo no iba tenerlos, si ese pasillo era tan oscuro que el mismo Izuku encendió la linterna de su celular.

Still with You - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora