Izuku era muy misterioso, Katsuki había estado saliendo con él durante varios meses, debía decir que ya estaba comenzando a tener sentimientos por el ser medio vivo. Pero, al mismo tiempo le daba miedo tener esos sentimientos hacia alguien inmortal y él siendo un mortal.
El peliverde ha vivido mucho tiempo, ha visto al ser humano evolucionar, ha visto guerras, pandemias y de más, Katsuki se pregunta si nunca se ha cansado de ello. Ha querido preguntarle varias veces, pero, siempre algo en su interior le dice que no lo haga.
Porque posiblemente le tenga miedo a la respuesta, sus sentimientos por el vampiro se hicieron más fuertes cuando esté empezó a tomar su mano, o rozar sus dedos, acariciar su cabellera ceniza o sus mejillas. Esos actos cariñoso fueron directo al corazón de Katsuki quien intentan hacerse el difícil.
Un día lluvioso, Katsuki estaba en la biblioteca de la universidad leyendo un par de libros para su ensayo de historia del arte. En eso, Izuku se acercó por detrás y el cenizo no pudo saberlo porque tenía sus audífonos.
Pero cuando el peliverde se acercó para rozar su nariz con el cuello descubierto del rubio, Katsuki casi le da un infarto, cuando vio que era Izuku su cuerpo se tenso. Dejo que el vampiro olfateara su nuca como un sabueso, quieto, como una presa ante su depredador.
— Hoy hueles muy... — Comentó Izuku, dejando sus palabras inconclusas. Porque se dió cuenta de lo que iba decir sería demasiado para Katsuki — Hueles a caramelo.
A pesar de haber dicho esto, siguió olfateando muy gustosos, el cenizo tembló al sentir la respiración caliente del otro sobre su piel.
—O-oye... Imbécil, pareces un perro ¡Deja de hacer eso! — Susurró irritado el rubio, o más bien avergonzado.
— Perdón. — Pidió Izuku, alejándose de Katsuki automáticamente — No quería hacerte sentir incómodo.
—¿Que carajos?¿¡Haces eso con toda la gente que te encuentras!?
— No. — Respondió acercándose demasiado a Kacchan, quien retrocedió chocando contra los estantes de libros. Izuku sonrió, tomando un libro antes de que le cayera en la cabeza a su amado — Solamente contigo.
Katsuki se mordió el labio, y miro a Izuku como ojea las páginas de un libro — Oye, yo quería decirte algo... — El vampiro peliverde alzó una ceja curioso hacia el cenizo que desvío su mirada antes de hablar, aquellos esmeraldas eran tan profundos para él. Tan imposible mantener contacto visual — Yo quería invitarte... Mis papás van ah awe una viaje familiar hacia su mansión y...
—¿Mansión?¿Tus papás tienen una mansión?
— Es una herencia familiar, pero, ellos la mantienen en buen estado. Me invitaron a ir y, nunca me dió buena espina ese lugar pensé que podrías acompañarme... Maldita sea — Susurró Katsuki, maldiciendo a sí mismo por hablar de más.
— Claro, me encantaría, Kacchan — Respondió Izuku, sin pensarlo dos veces.
Katsuki abrió sus ojos, no esperaba esa respuesta.— Tsk. Bien, mañana te comento más.
—¿Y por qué no lo haces ahora?
—¡Porque no quiero!
Izuku sonrió, dejando a Kacchan que se fuera con sus libros en paz, mientras el pecoso va y lo sigue con sigilo. Sin que el cenizo se de cuenta, y cuando lo hace, se vuelve a pegar un susto de lo silenciosos que son los vampiros.
•••
La mansión era grande, Katsuki miró la arquitectura que siempre le dió miedo desde niño, está vez no tenía tanto, ya que Izuku estaba a su lado. Era extraño, siente confianza con alguien que apenas está conociendo, bueno, su alma se siente cómoda con Izuku.
En el camino, Katsuki notó el ceño fruncido de Deku, quien miraba a todos lados de la carretera extrañado. Cómo si ese lugar ya lo hubiera visto antes o como si el camino le recordaba algo. Las cejas de Izuku seguía arrugadas en todo el camino, confundido, solamente cuando Katsuki le hablaba era que salía de su trance para volver a la misma posición otra vez.
Cuando llegaron a la mansión, los padres de Katsuki, los Bakugou arrastraron a Izuku hacia su casa, felices por la nueva pareja de su solitario hijo. Mientras dejaron al rubio con las maletas. Pero, Izuku apenas vio el lugar se quedó paralizado hasta que Katsuki llegó a su lado.
Al mirar al pecoso, se asombro de ver el gesto que tenía en su rostro. Parecía aturdido o, en shock. Ni se movia, incluso podría decir que se puso más pálido de lo que estaba.
—¿Izuku?¿Paso algo? — Preguntó Katsuki curioso, moviendo su mano enfrente del peliverde que ni parpadeó.
— Está mansión... — Murmuró él unos segundos después, parpadeando al fin —Era la mansión donde tú y yo vivíamos... Hace siglos.
Katsuki abrió sus ojos asombrado, mirando la mansión de sus padres y a Izuku de nuevo.
—¿¡Que mierda!?¿Estás seguro?— Jamás olvidaría el lugar que alguna vez fue mi felicidad entera — Confesó, con esa mirada de nostalgia y dolor, apretando su puño de la impotencia.
— Pero, no entiendo — Indicó Katsuki, pensó que le robaron la casa Izuku o algo hacia, se sintió mal. Hasta que el peliverde hablo otra vez.
— Yo... La vendí hace medio siglo, cuando te arrebataron de mi lado. No soportaba estar en un lugar que me recordaba a ti, se lo vendí a un familia. Ni siquiera me di la tarea de ver quienes eran. Ahora ya sé que fue la tuya. Es increíble que aún siga en pie.
— Carajo...
— Y si no mal recuerdo... — Mencionó Deku quedándose corto mientras piensa con los ojos de Katsuki analizando cómo mira a la nada y de repente levanta su mirada hacia la mansión — Aún debe estar ahí, escondido... Debe estar...
—¿Que cosa? — Preguntó, Izuku iba responder hasta que los gritos de Mitsuki desde la entrada los saco a ambos de su burbuja.
—¡Katsuki!¡Novio del mocoso!¡Venga acá!¡Hace frío afuera!
— ¡¿Cuál novio, vieja bruja!?
—¡A mí no me engañas, mocoso!¡Está claro que es tu novio!
—¡Maldita vieja!
Katsuki suspiró de tanto desgarrar su garganta en todo el camino, miro a Izuku, quien seguía con esa triste mirada en su rostro. El cenizo tomo la mano del vampiro pecoso quien se estremeció ante el contacto repentino, observando como los dedos cálidos de su alma gemela se entrelazan con los suyos, de manera lenta y delicada.
— ¿Quieren ver qué más sigue igual? Me encantaría escuchar la historia de como vivíamos aquí.
Aquello hizo sonreír de dolor a Izuku, quien asintió, apretando el agarré, a Katsuki le dió un escalofrío por el frío que transmitió la mano de Izuku. Pero, por alguna razón no se sintió mal, al contrario, se sintió, familiar. Y genial.
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Still with You - [Dekubaku]
FanficIzuku Midoriya un vampiro que ha vivido miles de años, cansado de su inmortalidad. Cambiando de apariencia cada siglo se oculta entre la humanidad sin ningún problema, hasta que en el último siglo se convirtió en un artista famoso. La gente rumorea...