Still with You - [Dekubaku]

6

Katsuki se había quedado con la duda de ese pasadizo secreto, pero no indagó mucho más hasta que vio algo sospechoso en una lámpara. Estaba inclinada, sus padres y abuelos jamás habían tocado el piso tres. Solo lo limpiaba y ya, al jalar aquella lámpara vieja.

El lugar se sacudió otra vez, dejando ver detrás de Katsuki una habitación. Con la linterna de su celular alumbró el lugar, era una recamara... Quemada.

—Kacchan.

Katsuki pegó un grito al cielo que casi queda colgando del techo. Giro su cabeza rápidamente con la mano en su corazón, por poco también casi le saca el corazón por la garganta.

—¡Izuku!¡¿Que carajos!?¡¿De dónde saliste!?

—¿Que haces? —preguntó evadiendo la pregunta del otro. En ese momento, se dió cuenta de la habitación enseguida la cerró.

—¿Pero por qué?

—Yo... No quiero recordarlo —le dijo, Kacchan pudo ver el sembrando melancolico del otro sin embargo, Izuku lo agarro de su mano para guiarlo a otra habitación. Está vez, era la de Katsuki actualmente —Vamos a dormir es de noche.

—¿Los vampiros no cazan de noche?

—Desde que te conocí, me acostumbré dormir de noche. Nunca me molestó hacerlo mientras estés a mi lado.

Katsuki sonrió de medio lado, dejándose guiar por el vampiro a la oscura recamara, a pesar de la curiosidad que le dejo la anterior no pudo pensar mucho al sentir esos labios succionar su cuello con ansias.

—Quiero moder, quiero probar...

—¿Por qué no lo haces? —ante la pregunta, Izuku se había separado de él mirándolo fijamente a los ojos. Estaba sorprendido.

—¿Puedo?

—¿Que?¿Acaso ser tu alma gemela te impide chupar mi sangre o es porque me puedes matar de un trancazo?

—¡No! Los vampiros podemos controlar nuestras hambre —dijo bajando su cabeza avergonzado —Es solo... Que me daba pena pedirtelo.

—¿Hah? ¿Eres bobo o que? —le comentó agarrando las mejillas pecosas —Literalmente nos casamos en mi anterior vida, apuesto que también tuvimos sexo. Entonces, ¿Por qué sientes pena ahora?

—¡Kacchan!

—¿Que? Solo dije la verdad — dijo haciendo un puchero después cayó en cuenta lo que dijo —Un segundo, entonces, ¿Si tuvimos sexo?

Si Izuku pudiera sonrojarse, estaría como una fresa en ese momento. Lo único que hizo fue enterrar su rostro en los pechos del cenizo.

—Si... Muchas veces.

Aquello funcionó para poner rojo de pie a cabeza a Katsuki.

—¡Espera, espera! ¿Los vampiros pueden tener sexo? O sea, ¿Cómo se les para? ¿Sienten placer? —le preguntó, eran cuestiones más a sí mismo que para Izuku —¿¡Que mierda estoy diciendo...!?

El peliverde suspiró pesado antes de hablar.

—Bueno, los vampiros tenemos sangre fría. En parte, sí podemos sentir placer, excitarnos y esas cosas.

—¿Cómo?

El vampiro quejo por abajo volviendo a su escondite, ¿Cómo podría decirle a Kacchan que con solo imaginar chupar su cuello ya lo excita? Con solo poner sus colmillos unos centímetros de la lechosa piel ya se estaba poniendo duro. Entiéndelo lleva décadas sin el amor de su dura eternidad.

Ha querido penetrar a Kacchan mientras succionar su deliciosa sangre y se viene dentro de él desde hace tiempo.

—Debemos irnos a dormir —le dijo despegando de Katsuki ante esos pecaminosos pensamientos. Estar mucho tiempo con los humanos ya lo estaban afectando.

—Pero, ¿No querías mi sangre? — preguntó Kacchan casi que ofendido.

—Si, si quiero. Lo deseo, ansió por poner mis colmillos en tú hermosa piel — exclamó acariciando la mejilla ajena —Pero, primero vamos a dormir.

Katsuki arrugó sus cejas dejando que Izuku lo guíe hacia la cama, lo arrope y se acurruque a su lado. Además, no entiende porque quiere ser mordido, raro, es como una sensación en su interior por eso le dió rabia que el pecoso no sucumbiera a sus instintos de vampiro.

Suspiró resignado, empujando al otro con su pierna lejos de él mientras el se roba toda la sabana y se hace bolita en una esquina de la cama. Dejando en claro que estaba molesto. De todas maneras, Izuku no estaba dormido de verdad.

Fue en ese momento, que sintió unos brazos recorrer su cintura hasta quedarse en sus pechos. Sintió como la nariz fría del pecoso recorría su hombro hasta su cuello, susurrando en su oído un lamento.

— Perdón... ¿Tanto quieres que te muerda? — preguntó.

Aquello no debió sonar extraño, puesto que en la anterior vida de Katsuki a él le gustaba ser mordido por Izuku. Ellos siempre tuvieron una relación extraña.

—Es raro... Quiero pero, no entiendo porque no me resulta incómodo... —se dijo a sí mismo el cenizo, recibiendo un beso en su oreja con una risita cómplice.

—Te dije que tú alma me recuerda. Incluyendo las cosas más anormales.

Katsuki se sonrojo —Entonces, ¿No lo harás?

Izuku sonrió, empezó a besar el cuello ajeno bajando hasta los hombros donde quitó la tela que oculta dicha piel lechosa. Empezó a besar, provocando una electricidad en todo el cuerpo de Kacchan quien apretó la mano que estaba sobre sus pechos sosteniendo lo firme. Oculto su avergonzado rostro en la cabellera verdosa.

Los ojos esmeraldas cambiaron a unos rojos vivos, cuando comenzó a lamer lento la zona donde iba morder. Expuso sus afilados colmillos, poniendo muy nervioso a Katsuki.

—Tranquilo... Dolerá un poco —le dijo acariciando los pezones del mismo, el rubio asintió cerrando sus ojos esperando.

Kacchan emitió un chillido cuando los colmillos se clavaron en su carne, fue un instante de dolor, pero por alguna razón, se sentía bien. Cómo si él he Izuku se unieran en uno solo, se sentía completo.
Su rostro estaba rojo por el masaje tranquilizador que el vampiro daba a sus pezones.

Duro un minuto más o menos pegado, luego se despegó lamiendo la herida que le quedó a Kacchan, esta misma se fue cerrando poco a poco.

—Dios, es la sangre más deliciosa que he probado en siglos.

—Raro — le dijo, Izuku se echó a reír. Kacchan también lo hizo, observando la herida recién hecha — ¿Ya cerró? Pero si apenas me mordiste.

—Mi saliva tiene curación inmediata, es uno de mis dones.

—¿Dones?

—Los vampiros al ser convertidos tienes "dones" además de su veneno para convertir a otros seres en vampiros.

—Definitivamente son raros.

—No tanto como nosotros, ¿Desde cuanto un humano disfruta ser mordido?

Aquello provocó que Katsuki se pusiera rojo otra vez, le dió un pequeño codazo al pecoso por avergonzarlo. Sus rostros quedaron a unos centímetros del otro, sus respiraciones chocan y no pudieron con la tensión en el aire, sus labios terminaron colisionando con el otro.

Para Katsuki, fue como un recuerdo viejo, esa sensación de ser besado por él, era como si ya lo hubiera vivido a pesar de ser su primer beso.

—Te extrañe mucho, cariño — ronroneó Izuku entre sus labios, volviendo a besarlo con más necesidad.

—Izu...

No les molesto a los dos acomodarse para seguir, explorando los labios de cada uno hasta que el sol volviera a salir. Izuku estaba tan feliz de tener a su alma gemela devuelta, después de tantas décadas de sufrimiento, al fin lo tenía en sus brazos.

Y no iba dejar que nadie se lo volviera arrebatar, ni siquiera el tiempo.

•••