Capítulo 2

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—¡Presta atención! —Me regaña Alan por milésima vez.

—Vale...

Vuelve y me explica los ejercicios y voy entendiendo un poco. Sujeto el lápiz y me doy ánimos mentalmente para poder resolverlos.

—¡¿Lo logre?! —Le pregunto a Alan.

Toma el cuaderno y con una mirada como si fuera un profesional pero acogedora, lo revisa.

—¡Lo logreee! —Repito cuando asiente con la cabeza.

Hago un baile de victoria.

—Pero te faltan 4 más.

Ya se te fue el entusiasmo.

—Pero ya estoy cansada, y tengo hambree.

—No llevamos ni media hora Nicki. Esperate a que toque la campana.

—Pero falta mucho...

Después de unos ratos tratando de resolver los ejercicios, cosa que me costaron pero sí lo hice, hasta que por fin llegó la hora de salir al recreo.

—¿Qué vas a comprar? —Le pregunto a Alan cuando estamos en la fila de la cafetería.

—Agua.

—¿A caso no desayunas?

—Aveces.

—¿Me prestas dinero? —niega con la cabeza—. Te lo pagaré. De verdad, lo haré. No sé el día ni la hora pero lo haré

Suelta un suspiro pero al final se rinde y me lo presta.

Pobrecito, lo tengo que tener cansado.

Cuando compro mis papitas lays de queso que tanto me gustan, me dirijo a una de las mesas vacías con Alan siguiéndome como una garrapata.

Dirijo la mirada por el lugar hasta que veo a Diego junto a otra chica sentados en una de las mesas. Se notan aburridos

—Pobrecitos.

—¿Quienes?

—Diego y esa chica. Parecen que están aburridos.

—¿Y...?

Dirijo la mitada hacia Alan y lo observó de mala manera.

—¿Cómo que Y? Son nuevos aquí, y no conocen a nadie, ni tienen amigos. Están solos.

—La gente no se muere porque está sólo Nick.

—Los llamaré. —digo y me levanto decidida.

—Ay Jesús... —susurra Alan implorando paciencia.

Al llegar a la mesa, Diego me miró con confusión pero después sonrió.

La chica que está a su lado tiene un flequillo un poco largo que le oculta las cejas, y puedo ver sus lindos ojos de un color verdes claros.

—Hola Nick. —Saluda Diego.

—Hola. ¿Quieren sentarse con nosotros? Si no quieren no pasa nada.

Diego comparte una mirada con la chica de ojos verdes a su lado y se ponen de pie.

—Hola, soy Nick, un gusto. —Me presento amigablemente a la chica de ojos verdes mientras caminamos.

Me mira, y me da una sonrisa de voca cerrada.

—Soy Sofia, pero me puedes decir Sofi.

—Bonito nombre. El mío parece de hombre.

La chica suelta una carcajada baja por mi comentario.

—Él es Alan, a veces es medio gruñón y callado, pero es buena persona. Saluda Alan. —Le presento cuando llegamos a la mesa.

Alan se limita hacer un movimiento de cabeza con la vista fija en una de sus libretas de dibujo.

—¿Son de esta misma ciudad o vienen de otra parte? —pregunto.

—No, en realidad no somos de por aquí. Venimos del extranjero.

—¿Son familias o algo? Espero no incomodarlos, si no quieren responder podemos hablar de otra cosa.

—No te preocupes, no nos incómodas. Sí somos familias, somos hermanastros en realidad. —Responde Sofia.

—Oh, eso es genial.

—Estuvimos investigando sobre esta escuela, nos llamó la atención y nos pareció que era muy buena idea venir y estudiar aquí. —cuenta Diego.

—Cuéntanos de ti. —comenta Sofi.

—Bueno, la verdad no hay mucho de lo que hablar. Si me ven por ahí me verán con un libro en manos. A veces suelo ver pelis de Marvel porqué me encantan. Si alguna vez piensan que los estoy mirando mal, no te preocupes, no te estoy mirando mal, es mi cara.

Ambos sueltan una carcajada.

Observo a Alan de reojo y veo que tiene una sonrisa en su rostro.

—¿Lees libros? —pregunta Sofi sorprendida

—Pues claro, no puedo vivir sin los libros. Cada vez que me termino uno me quedo procesando tipo: ¿qué voy hacer con mi vida ahora? Pero después empiezo otro.

—Me caes bien.

—Gracias, ustedes también me caen bien.

Después de unos ratos, yo y Alan nos vamos andando a casa como cada día.

—Bartolito era un gallo que vivía muy feliz cuando el sol aparecía, Bartolito cantaba así ¡Mú! No, Bartolito, eso es una vaca. Canto y le doy mi mano como un micrófono a el chico de metro ochenta que esta a mi lado para que siga la canción.

—No me la se.

—Mentiroso.

Me mira con los ojos entrecerrados.

—¿Te cae bien Sofia? —Pregunta.

—No intentes cambiar el tema señorito.

—¿Qué me darás si canto? —Pregunta con la vista en frente.

—¿El dinero que te debo tal vez?

—Eres un caso...

—¡Venga, vamos a cantar Bartolito! —Le animo.

—Vale...

—Bartolito era un gallo que vivía muy feliz, cuando el sol aparecía, Bartolito cantaba así...

Lo miro emocionada indicándole que es su parte.

—Múú... —Canta.

Me está mirando mal, pero esa básicamente es su mirada de decir que esta divertido. No lo juzguen.

—¡Muy bieeen! —Aplaudo animada —.Puedes cantar opera con esa voz muchacho.

—Estás loca.

—¡¡¿Me llamaste locaa?!!

Y pasamos el camino entero discutiendo si estoy loca o no.

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HOLAAA!!

¿CÓMO ANDAN? LES TRAJE UN CAP NUEVO ESPERO Y LO DISFRUTEN MUCHO Y LE DEN CARIÑO. <3

ESPERO Y QUE SOFI LE HAYA CAIDO BIEN.

¿QUÉ OPINAN DE DIEGO?

NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO, MUCHOS BESOS💋💋Y CUÍDENSE.

Alan & NickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora