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ALAN
Nunca creí estar enamorado, llegó a gustarme una chica una vez, se llamaba Jessica. Era alta, delgada, y rubia. La verdad no teníamos una relación muy bonita que digamos, era muy tóxica. Nos la pasábamos pelando y discutiendo por todo. Nuestra relación no fue nada del otro mundo, terminamos después de un mes porque ella ya había conocido a alguien más. De todas maneras fue un alivio para mí.
A Nick nunca le cayó bien, solo la sobrellevaba por qué era mi novia, la saludaba solo por cortesía.
Nunca me ha gustado mucho el contacto físico, no me siento muy cómodo cuando me abrazan o me tocan, a excepción de Nicki, con ella me pasa todo lo diferente. No me siento incómodo, al contrario me gusta que juegue con mi pelo y que me abrace.
Anoche no sé qué rayos me pasó, me dieron unas ganas repentinas de estar con ella.
He dormido antes con Nick, muchas veces de echo. Anoche no sé qué me motivo a invitarla a que se quedara a dormir conmigo, tal vez sea porque quería tenerla cerca más tiempo. No voy a decir que Nick es de estas personas que duermen normal, por qué no, duerme de todas maneras menos normal. Parece un remolino, se mueve para todo los lados y no se está quieta en un solo lugar de la cama.
La observo, tiene su cabeza recostada en mi pecho su cabello ondulado y medio rizado está todo alborotado y aun así, me parece linda y tierna la manera en la que se ve tan relajada. Le rozo la mejilla con mi dedo pulgar sigilosamente, mi mirada se posa en sus labios entre abiertos, y luego mi atención se dirige a sus ojos cuando los abre lentamente.
—Que feo te ves cuando recién te despiertas. —Me suelta apenas mirarme.
—Tu cabello parece un nido de pájaro. —Contraataco
Ella no le hace caso a mi comentario, y se incorpora lentamente a mi lado. Veo la sudadera que le presté anoche, le queda demasiada ancha, pero aun así, se ve bien con mi ropa puesta.
—¿Te despertaste hace rato? —Pregunta mirándome con la cara adormilada.
—Más o menos.
—Que mal, no sabes ni darle los buenos días a tu mejor amiga y vecina con un desayuno. Que mal servicio tienes Alancito.
Niega con la cabeza como una madre que verdaderamente está decepcionada de su hijo.
—Oh, perdóneme señorita, la invito a desayunar... —hago un intento de bromear pero me da una mirada amenazadora y se pone de pie.
—No, ya no quiero. De todos modos ya me voy.
Veo como busca su ropa con la que había venido la noche anterior y la encuentra doblada en la silla de mi mesita, justo donde dibujo.
Perezosamente me pongo de pie y voy al baño para lavarme la cara.
—Te devolveré la ropa en cuanto la lave. —Comenta Nick al acompañarla a la salida.
—No te preocupes, te puedes quedar con la camiseta, de todos modos me quedaba corta. —me encojo de hombros.
En realidad no me quedaba corta, pero a ella se le ve mejor que a mí.
Me sujeta la cara con sus diminutas manos y yo me agacho para que pueda darme un beso corto en la mejilla.
—¡Nos vemos luego! —Grita al cruzar la calle.
♡ ♡ ♡
NICK
Plan A: Entrar sin que mi madre ni mi hermana se den cuenta. ¿El problema? No sé cómo.
Plan B: Entrar por la ventana. ¿Qué me lo impide? Que no quiero morir.
Me rindo y opto por entrar por la puerta como una persona común y corriente. Al abrirla primero entro la cabeza para ver si hay rastro de mamá por algún lado, no la veo por ninguna parte y aprovecho y subo más escaleras rápidamente.
—No te vas a librar de tremenda regañada que mamá te va a dar.
—¿Todavía no te has ido?
Pongo la ropa que tengo en manos en su lugar correspondiente y me tiro encima de la cama boca abajo.
—Dormiste bien ¿eh?
Asiento sin mirarle.
—Estabas con Alan es obvio. —Le devuelvo la mirada y ella hace un baile con sus cejas.
—No empieces.
—Ustedes terminarán siendo pareja.
Suelto un suspiro cansada y decido ignorarla.
Después de cepillarme y ponerme ropa que según yo era decente.
Iba a reglar mi habitación. En realidad, solo recogí algunas ropas que estaban regadas y me dio pereza terminar de recoger el resto.
Mejor opté por escribirle a Alan y salir a comprar algunas chucherías o dulces para hacer un maratón de películas navideñas. Él accedió acompañarme, y mi hermana, Diana, se coló.
Caminamos unas cuantas cuadras hasta llegar a una tienda donde vendían de todo y lo mejor era que había descuento.
Arrastro a mi mejor amigo a una sala donde hay dulces y golosinas.
—Me llevo las papitas lays. ¿Y tú? —Le pregunto señalando el estante enfrente nuestro.
Se lo piensa un rato con el ceño fruncido hasta que elige unas cuantas barritas de chocolate de nombre raros.
Yo escojo unas cuantas papitas más, palomitas de las que vienen en una bolsita de papel y solo tienes que ponerla en el microonda, un par de bebidas y por último más chocolate.
Salimos y después nos dirigimos a casa antes de que se haga más tarde.
En realidad recién estamos iniciando noviembre, pero me emociona porque se acerca navidad, falta cada vez más poquito.
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HOLAAAAA, ¿cómo están? Espero que estén bieen. Perdón por dejar de publicar capítulos :(, estaba bloqueada. Pero volvííííí.
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Alan & Nick
RomanceUn relato sobre la amistad de dos mejores amigos: Alan y Nick. Que comienza con la pregunta de si una amistad puede evolucionar hacia una relación más profunda. ¿Podrá la relación entre estos dos personajes, construida en base a una amistad durader...