Capítulo 19

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Addy. 

—Addy. –Aquí vamos de nuevo.

Otra vez esa voz.

—Addy. –Siempre ese susurro que me causa escalofríos, nunca puede hablar amablemente y de forma normal.

Ésta vez es diferente al otro sueño, ésta vez todo está a oscuras. Solo puedo percibir en mis oídos aquella voz. No sé si eso es bueno o preocupante.

—Addy.

—¿Planeas decir otra cosa o seguirás llamándome como un psicópata? –Escondo mi miedo con sarcasmo. No sé la razón, pero a pesar de que sea quien sea el que se me aparece, aunque me ha ayudado, no se me hace de fiar. Muy pocas veces siento miedo, le temo a muy pocas cosas; la persona detrás de la voz es una de ellas.

Escucho una risa algo ronca.

—Muy bien, ya tengo tu atención.

—¿Qué quieres ahora? –No puedo evitar cuestionarlo.

—Ayudarte, como siempre. –Lo último lo dice como si no le agradara mucho hacerlo. No sé porqué ahora se escucha sombrío, como si yo estuviera pasando por algo algo que él sabe bien.

—¿Cómo me ayudarías? –Evidentemente no es momento para ser orgullosa y decir que no necesito su ayuda, cuando en realidad, no sé cómo vamos a lograr salir. Hay momentos en los que se debe dejar de ser testaruda y aceptar la ayuda.

—Es sencillo el plan, de hecho, es el plan más sencillo que he hecho.

—Estoy esperando. –Me impaciento.

—No pierdas la paciencia, Addy. Verás, necesito que vayan a un campo que está a cien metros de dónde están, allí tendrán que atraer al hombre sombra; cuando llegue y lo puedan ver, tu amigo tendrá que volar lo más rápido que pueda a la altura más alta que pueda. –¿Qué?

—¿Quién es el hombre sombra?

—¿De todo lo que dije eso es lo que más te importa? –Se escucha brevemente molesto, pero no sé que se esperaba, ¿Cómo se espera que no tenga curiosidad por la criatura que me está rondando debajo del árbol?

—Me importa todo, pero también quiero saber a qué me estoy enfrentando.

Me siento estúpida hablándole a la oscuridad.

—Addy, Addy, Addy –Canta mi nombre –, ¿Qué haré contigo? –Se escucha de nuevo esa risa. Estoy empezando a creer que le encanta reírse de mí.

—¿Me podrías terminar de decir lo que tendré que hacer? Ah y claro, ¿También me podrías decir lo que es el hombre sombra?

Escucho un gran suspiro de su parte.

—El hombre sombra los va a intentar derribar, les va a lanzar a lanzar sombras que si los llegan a tocar, se quedarán sin poderes por más de una hora. Tú tienes que contrarrestar sus poderes, tienes que crear una barrera con la magia suficiente para que la sombra no entre, también ayudaría que hicieras una planta carnívora que lo entretuviera, con igual magia.

—Son demasiadas cosas, ¿Cuánta magia tendré que usar?

—Toda.

—¿Toda? –No puedo usar toda mi magia, me dejaría expuesta y podría morir. Jamás he usado el cien por ciento de mi magia, ni siquiera en mis momentos locos de la adolescencia.

—Toda, si no la usas completa, tu y el otro heredero van a morir. –Lo dice de una manera tan cruda que me deja impresionada.

Cuando ví a Evan ayer corriendo por su vida, jamás pensé que la cosa que lo persiguió podría matarlo. Sólo pensé en darle una pequeña ayuda para herir su ego, no pensé que la cosa sería tan grave para matarnos.

Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora